El esfuerzo personal merece la pena. Cuento de la estrella de mar

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“El mundo es un lugar peligroso para vivir… no por la gente mala,
sino por aquellos que se cruzan de brazos y lo permiten”
Einstein

La resignación y el victimismo son realmente la plaga de nuestra sociedad. Nos sentimos tan insignificantes ante la globalidad y los grandes poderes del mundo que nos autoconvencemos de que no podemos cambiar las cosas. Pero esto es totalmente falso.

Y este cuento breve refleja muy bien nuestra capacidad individual de influir en el mundo.

CUENTO DE LA ESTRELLA DE MAR

Esta es la historia de un hombre que llega a una playa atestada de estrellas de mar moribundas tiradas sobre la arena. El hombre ve a una mujer que, una por una, va recogiéndolas y arrojándolas de nuevo al mar.

Él le dice: «¿ Por qué te esfuerzas? Hay millones de estrellas de mar en la playa, que tiene varios kilómetros de longitud. Y más playas al norte y al sur. No podrás devolverlas todas al mar, así que, ¿qué diferencia puedes hacer?»

La mujer, que tenía en ese momento una estrella de mar en la mano, la lanza al agua para que reviva y responde «A ésta sí le ha hecho una diferencia«.

¡Ya no toca quedarnos detras de la barrera, mirando y quejándonos sino ACTUAR¡

Todos, todos, todos los esfuerzos merecen la pena.

Vía: Centro Nilaya
Foto: Garry Black

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15 Responses

  1. Ruth

    7 febrero 2010 08:33

    Que hermoso! ojala y todos pensaran como ella, quizá así hubieran podido regresar todas las estrellas al mar… Nosotros mismos somos como esas estrellas, y tenemos que ayudarnos mutuamente.. y al mundo =D viva la esperanza, la fe y la vida!

  2. Adriana

    6 julio 2010 05:34

    Muy ejemplificante el cuento de la Estrella de Mar.
    Siempre podemos hacer la diferencia, no podemos hacernos cargo de todo, pero de lo que podemos debemos hacerlo en su totalidad.
    No carguemos nuestra mochila con un peso que no podamos soportar, carguemos aquello que nos corresponde, y viajemos livianos. Dando lo que se nos pide, y pidiendo cuando necesitemos.
    Haciendonos cargo solo de lo que está a nuestro alcance, dando lo mejor de nosotros mismos sin dar la espalda al que nos necesita.

  3. Amalia

    17 noviembre 2010 12:37

    Coincido con Ruth y Adriana: muy hermoso y ejemplarizante. Hay que despertar y poner cada uno su granito de arena. Hay que romper la rutina, el aburrimiento y el conformismo

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