Soy una fiel partidaria del FLOWER-POWER y en mi armario abundan las camisas de florecitas (tipo Liberty), por eso y por todo lo que transmite esta imagen la hemos publicado.
Lo que podía haber sido una cresta agresiva y desafiante se ha convertido gracias a las margaritas en un pelo inofensivo, alegre y sobre todo integrador, acogedor. A mi me provoca una sonrisa y hasta dulzura, y a la mosca también.
Las flores son mágicas y armonizan todos los ambientes donde están. En las reuniones políticas y financieras debería haber muchísimas flores (no cactus), tal vez así las decisiones tendrían mucho más corazón.
Gracias a todos los devas de la Naturaleza por su trabajo.
Vía: Ecoalimenta