Voy a romper una lanza en defensa del pequeño y mediano comercio: cómo negociar con una entidad financiera el descuento de la tasa cada vez que se cobra con tarjeta.
Todos estamos de acuerdo en que los negocios deben ser rentables para su funcionamiento. Hasta ahora, y salvando las grandes superficies y las grandes marcas, que negociaban por su cuenta, las tasas que se cobraban a los comercios pequeños y medianos eran desproporcionadas respecto a aquellas y en algún caso podían comprometer el margen.
Esto ocurría porque la tasa de intercambio entre entidades se mantenía alta. Ejemplo, tú tienes un datáfono que te lo ha puesto La Caixa y te viene un cliente con una tarjeta del BBVA. Te paga y automáticamente La Caixa cede por ejemplo el 1,80% al BBVA. La Caixa tiene que cobrarte más para que el datáfono que te ha puesto le salga rentable.
Desde hace dos años y merced a unos acuerdos entre emisores de tarjetas y entidades, demorado a más no poder, la tasa de intercambio entre entidades se ha situado por debajo del 1%, y aún se espera otra reducción (lo averigüaré y lo pondré como comentario). O sea, que con estos argumentos, a la entidad que te deja el datáfono le puedes exigir que te cobre como mucho el 1,20% de las ventas.
A fin de cuentas, cuando la operación se autoriza, te abonan el importe con fecha valor día siguiente (todo cuenta) y si la tarjeta es de crédito, con el margen que te cobran se compensa la financiación hasta que el titular de la tarjeta ve ese dinero descontado de su cuenta. Si la tarjeta es de débito, se descuenta al cliente el mismo día y se abona al comercio con fecha valor día siguiente, con lo que el margen le queda mas limpio a la entidad que te ha puesto el datáfono.
A todos los pequeños y medianos comercios espero que les sirva. Si lo pensamos con frialdad, son una suma de muchísimas personas con dedicación absoluta a una idea en la que han creído y que no están justamente valorados por la sencilla razón de que no se les suma su importancia en el desarrollo económico de este país.
Un abrazo para todos ellos.
Jesús Mayber