Andamos todos asustados por lo que se nos viene encima, lo oigo a todas horas y en cualquier parte, paro por las nubes, salarios congelados, empresas que cierran, bancos que se hunden. La verdad es que dicho así … asusta.
Como la cara de la señora que he dibujado, que asusta.
A mi también se me dispara la cabeza, oigo crisis, paro, bancos y click, es automático el «virgencita que me quede como estoy». Desear que las cosas sigan como siempre han sido, o por lo menos como las hemos conocido.
«Más vale malo conocido que bueno por conocer» Pero a qué cenizo se le ocurriría este refrán.
Ante la posibilidad de un cambio es el primero que me viene a la mente, y ya me ha arruinado demasiadas oportunidades.
Olvidémonos de los cenizos y en estos tiempos de cambio, que no de crisis, pensemos que hay alternativas perfectamente viables.
Alternativas que pasan por volvernos más solidarios y cooperativos entre nosotros. ¿De veras necesitamos todos un coche?
Las redes de intercambio y cooperación social han sido fundamentales en el pasado y creo que lo deben ser en el futuro.
25 enero 2009 14:47
Me encanta esta forma de ver la crisis, porque creo que cuando hay crisis existe la oportunidad de volvernos mas humanas y humanos, ser mas creativas y creativos. Y el reto es no quedarse con estancamientos, sino sacarle provecho a la adversidad, para poder construir redes de solidaridad