Vivimos en un mundo cada vez más lleno de información, impactos sensoriales y constante circulación de información. Por otro lado hace ya mucho tiempo que no se le da valor alguno al silencio (interno o externo). Llenamos nuestras horas con televisión, radio o Internet y cuando todo eso no está, es más que probable que tu cabeza esté constantemente hablando.
Tendemos a creer que si algo lo hace todo el mundo, es normal. Nuestra cultura racionalista entiende que el cerebro es el alfa y el omega de la existencia y que todo puede ser resuelto mediante un pensamiento lógico y constante; analizando, etiquetando, juzgando y elaborando estadísticas.
La verdad es que nadie nunca ha encontrado paz interior mediante el pensamiento compulsivo. Nuestras elucubraciones cambian de un día para otro y nos generan miedos y ansiedad por la sensación de falta de control sobre lo que sucede. Una de las mejores técnicas que personalmente me han ayudado a calmar un poco el constante dialogo interior es la meditación. Desde luego no se trata de una nueva técnica, puesto que se le suponen más de 5000 años de antigüedad como práctica recurrente.
Meditar es tan simple como sentarse cómodamente con la espalda recta, cerrar los ojos y centrar toda la atención en la respiración, por ejemplo. Es una importante forma de entrenar la capacidad de atención y concentración (tan mermada en esta sociedad sobre-estimulada) y dejar de escuchar la charla interna. No se trata de hacer callar al cerebro, si no de centrar toda nuestra atención en otra parte de nosotros, ya sea la respiración profunda, las sensaciones del cuerpo o el recomendable silencio que nos rodee.
Entre sus beneficios -que empiezan a estudiarse científicamente- se encuentran una clara reducción de las hormonas causadas por el estrés, un crecimiento de la inteligencia emocional, intuición e incluso una mejora de la memoria y del sistema inmunológico.
Si bien su práctica regular es muy beneficiosa, es posible que al principio os sintáis incómodos o superados por la mente. Es absolutamente normal, no estamos educados ni acostumbrados a sentirnos a gusto ante nosotros mismos, sin distracciones, así que lo más probable es que cada dos por tres vuestra mente diga cosas como «se puede saber que estoy haciendo?» o tal vez «tengo cosas más importantes que hacer!». No se trata de luchar contra nada. Simplemente de ir calmando el pensamiento compulsivo para dar lugar a un espacio más tranquilo donde puedan florecer cualidades tales como la creatividad, la intuición o el simple relax.
Para dar vuestros primeros pasos en la meditación, puede ser de gran ayuda una meditación guiada. Con el tiempo será algo que podréis hacer vosotros mismos, en casa al principio y más adelante en el metro, el autobús o incluso algunos minutos en el trabajo. Alguien dijo que respirar conscientemente es meditar, así que no hay excusas de tiempo. ¡Ánimo!
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16 enero 2009 13:35
He leído muchos artículos y libros en mi vida sobre meditación y reconozco que soy de las personas muy activas a las q le cuesta parar y «no hacer nada», pero estas explicaciones que has dado me parecen muy MOTIVADORAS para incluir la meditación en la vida diaria o al menos para intentarlo.
16 marzo 2009 19:32
Es importante lo que dicen de que sea guiada al principio. No hace más de una semana que me han iniciado en meditación y ya estoy notando los cambios. Sin embargo me doy cuenta de que cometo ciertos errores y los seguiría cometiendo sino fuera porque lo consulto seguido con el que me inició. Meditación en grupo también me parece una buena idea. Motivarse para llevarlo como algo diario, como parte de tu vida, tal como el café de la mañana y el té de la noche. En una semana ya noto cambios aunque no sean grandes… Me parece espectacular que se esté dando en cada vez más personas.
Me parece importante, además, que no se busquen resultados inmediatos y caprichosos, sabiendo tan sólo que es algo que nos lleva a algo bueno. Y sólo eso. (en mi corta experiencia… lo peor que te puede pasar es querer llegar a un estado alfa o esas cosas que uno siempre escucha por ahí por más ciertas que sean…Si estás pensando en el estado al que querés llegar, eso no es meditar sino todo lo contrario).
Creo que es INDISPENSABLE saber que lo estamos haciendo como un servicio para los demás y no sólo para uno mismo.
11 agosto 2011 11:13
Recomiendo también la meditación para lograr el viaje astral durante el sueño, es una experiencia maravillosa que te permite ver cualquier lugar en cuestión de segundos.
20 agosto 2011 12:39
Para alejar los ruidos internos es esencial la meditación, también fundamental para conseguir el estado de trance deseado.