Vivíamos entre algodones comparándonos con la mayor parte del mundo. Nos hicieron creer que nos los merecíamos todo, todos los caprichos y siempre más y más. Y para seguir ese ritmo necesitamos 5 planetas y degradar al resto de habitantes del planeta.
Nuestra penitencia tal vez sea la justicia que muchos necesitan porque no sabemos apreciar un simple plátano y realmente esta no es solo una crisis económica sino de conciencia.
Esta es la carta al director ganadora del suplemento “XL Semanal” del 28-12-2008 y en ella José Fernando Navarro pone voz a todos aquellos que en el fondo piensan: “Viva la crisis de los países ricos”.
Quizá la crisis haga justicia
Trabajo en un bar desde hace años. Una mañana apareció un inmigrante que vendía DVD piratas y un cliente joven le pidió que se los dejara ver. Mientras los observaba superficialmente, le preguntó si había venido en patera con total normalidad, pero con tono graciosillo, y él respondió que sí. Enseguida miré a sus ojos y percibí una profunda tristeza mezclada con rabia e indignación.Esa misma tarde fui a buscar a un amigo y, cuando lo vi, estaba con un cabreo monumental e indignado porque sus padres se habían olvidado los esquís y ropa especial para esquiar, con la consecuencia de que tendría que alquilarlos en la estación de esquí y quizá no le estuvieran bien. Vi en él una rabia y una indignación en sus ojos muy parecidas, por no decir iguales, a las del inmigrante.
La mayoría de los jóvenes de nuestro mundo no saben apreciar lo que tienen ni lo sabrán a no ser que esta crisis les haga reflexionar sobre lo que tenían y pueden tener. Quizá la crisis haga justicia de esta desigualdad y egoísmo del mundo desarrollado.
José Fernando Navarro Cáceres. Cúllar (Granada)
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