Si eres una persona que se divierte al elegir las postales de Navidad, escribiendo un mensaje personalizado para cada uno de los destinatarios y además te entusiasma que te digan lo bonita y original que es tu felicitación, entonces no sigas leyendo. Esto no va contigo.
Si, en cambio, eres de los que después del verano ya empiezas a pensar que tienes que enviar felicitaciones, dónde las compro, a quién se las mando y cuidado que no llegue demasiado tarde. Si perteneces a ese grupo piensa en la posibilidad de dejar de enviar felicitaciones de Navidad. O mal menos, reducir la cantidad. Mantenerte en contacto con los tuyos es algo que se hace todo el año y no como una obligación en fechas determinadas.
Una alternativa más rápida y ecológica son las postales virtuales que ofrecen numerosas webs.
En El Blog Alternativo: Simplifica tu vida