Existe la creencia de que cuantos más servicios y bienes utilicemos más fácil será nuestra vida. Un jardinero cuida de nuestro césped, la canguro está con los niños en nuestras salidas nocturnas, el asesor fiscal nos guía en nuestras inversiones y cada miembro de la familia posee teléfono móvil y vehículo propio. Estos son solo algunos ejemplos.
Con nuestro programa de simplificación de vida descubrimos que si eliminamos el césped ya no necesitamos jardinero, simplificando las inversiones no es necesario un asesor y si utilizamos el transporte público no hacen falta tantos coches en casa.
La acumulación de bienes y servicios, lejos de ser una ayuda, es una carga tanto económica como de organización. Es mejor reducir nuestras necesidades y de esta manera llevar una vida más simple.
En El Blog Alternativo: Simplifica tu vida
