El Amanecer de la Era de Acuario

«Cuando la Luna esté en la Casa 7
y Júpiter se alinée con Marte
entonces la Paz guiará los planetas
y el Amor conducirá las estrellas»

Justamente el pasado sábado 14 de febrero de 2009, a las 7.25h sobre el meridiano de Greenwich, se dió el evento astrológico del que habla esta estrofa que forma parte de la canción «Aquarius», escrita hace 40 años para HAIR, un visionario espectáculo de teatro musical estrenado en Broadway el 17 de octubre de 1967. En 1979 se produjo una película basada en dicho musical y con el mismo nombre.

La transición entre Piscis y Acuario empezó en 1980 y terminará en el 2020. A estas franjas de transición, que el Sistema Solar atraviesa en los cambios de era, se les llama Líneas Bond. Así, un cambio de era astrológica sería algo así como cambiar de un color a otro pasando por todas las tonalidades intermedias; como pasar, por ejemplo, de invierno a primavera o de verano a otoño. De ahí que el cambio no se produzca de una manera inmediata. El evento astrológico del pasado 14 de febrero puede significar que comencemos a vibrar esa nueva energía de manera más consciente y también que empiece su expansión, pues temporalmente estamos más cerca de Acuario que de Piscis.

El musical HAIR fue profético en muchos sentidos. El argumento gira en torno al movimiento hippie, emergente entonces, y su lucha por liberarse de lo establecido. Aborda temas como el pacifismo (la guerra de vietnam se estaba librando por aquél entonces), la liberación sexual y espiritual, las relaciones grupales como forma futura de trabajo y sociedad, y otros tan controvertidos como la experimentación con enteógenos (LSD, etc…) o la apertura de la consciencia. Temas todos cercanos a la mentalidad de la era de Acuario.

En este sentido, «Aquarius» nos habla sin tapujos de la venida de una nueva era en la que las cosas serán diferentes, dónde daremos un salto evolutivo en nuestra consciencia y dejaremos atrás el actual paradigma de funcionamiento del mundo para pasar a otro nuevo.

Aquí está el vídeo y la letra:

En su día supuso una revolución, y con los años se fue consolidando como canción visionaria. Un buen detalle son los movimientos de Tai-Chi en algunas de las escenas. Y es curioso como ha sido capaz de ir sonando siempre. Posiblemente se debe a la huella que dejó su mensaje en muchos de los jóvenes de los 60.

El movimiento hippie «destapó» este concepto de vida, y aunque años después pasó de moda las generaciones posteriores adoptaron sus preceptos de un modo más consciente y menos visceral, incluyéndolos en su ideología y pensamiento. En la actualidad todos esos temas están sobre la mesa como algo actual y vigente.

La obra teatral y la película suponen otro ejemplo de cómo el arte se usa para la transmisión de valores, ideas y arquetipos positivos y luminosos. Pensad en 1968 y en EEUU; hablar de astrología, conjunciones, casas y eras, pacifismo, drogas, etc… significó más que una afrenta a la mentalidad conservadora del momento. 40 años después su mensaje aún perdura y eso es muy significativo: algo hecho desde lo positivo, desde la luz, puede mantenerse por encima de cualquier dificultad.

Estas manifestaciones artísticas deben generar optimismo en nosotros, pues significa que hay personas dentro del sistema que llevan años trabajando en positivo, transmitiendo valores que ayudan a nuestra evolución y crecimiento interno, dejando mensajes como pequeñas semillas ocultas. Ante la oscuridad reinante debemos buscar pequeños faros que quizá a simple vista nos costará ver, pero que están ahí y que no se apagan.

Bienvenida sea la Era de Acuario.

Vía: Espiritualidad y Política