Combatir la nieve con sal común tiene negativas consecuencias medioambientales, económicas y sanitarias. Debido a su bajo coste y a su capacidad de disminuir el punto de congelación del agua, la sal constituye la alternativa más económica para despejar calles y carreteras de nieve y placas de hielo.
Los daños medioambientales son:
- daños graves en animales y plantas hasta a 200 metros de las carreteras tratadas con sal
- disminución de vida salvaje
- incremento de de la toxicidad en sangre y tejidos de animales
- aumento de accidentes por animales atraídos por la sal
- la concentración elevada de sal provoca efectos similares a la lluvia ácida
- especies aisladas por considerar la carretera con sal una barrera infranqueable
- salinización del suelo y del agua superficial o subterránea
- disminución de la capacidad de absorción de agua de árboles y plantas
Las pérdidas económicas son importantes. La sal común (cloruro sódico) tiene propiedades corrosivas acelerando el proceso de corrosión de los automóviles. Por otro lado la combinación de sal, hielo y el paso de las máquinas quitanieves provoca baches y agujeros que estropean el firme de carreteras y calles.
En el aspecto sanitario la calidad del agua utilizada para uso urbano disminuye ya que las plantas tienen reducida su capacidad para absorber elementos contaminantes. El incremento de sal en agua es perjudicial para las personas hipertensas.
Podemos señalar las siguientes alternativas a la sal común:
- utilización más eficiente retirando el máximo de nieve con máquinas quitanieves antes de verter la sal
- salmuera (sal disuelta en agua) mezclada con arena
- mezcla de sal y cloruro potásico
- mezcla de salmuera y cloruro cálcico
- el acetato de calcio magnesio y el acetato de potasio son sustancias relativamente inocuas pero 20 veces más caras (aunque los procesos de fabricación están abaratando su coste), por lo que solo pueden utilizarse puntualmente
- los pavimentos rugosos retrasan la formación de placas de hielo
Vía: Consumer Eroski