Pasamos gran parte del día trabajando. Sería estupendo trabajar menos y disfrutar más tiempo realizando otras actividades.
En muchos países está muy arraigada la costumbre de permanecer muchas horas en el puesto de trabajo y la productividad pasa a un segundo plano. Hablamos del partido de fútbol del domingo, nos tomamos algunos cafés, charlamos de los hijos y «cotilleamos» de otras personas de la oficina. Algunos alegarían «Total, si vamos a estar muchas horas en el trabajo es mejor hacerlo de forma más agradable». Y esto puede tener su parte de verdad. pero existe otra posibilidad. Si ahorramos todas esas interrupciones acabaremos antes nuestras tareas y ese tiempo que nos sobra lo podemos utilizar par hacer deporte, estar con nuestra familia o, ¿porqué no?, para estar con nuestros compañeros, en una terraza de un bar, compartiendo las conversaciones que no hemos tenido en el puesto de trabajo y unas cervezas.
Otra forma de alargar la jornada laboral es querer hacer todo hoy, que no quede pendiente nada, sea o no urgente. Conozco pocos trabajos en los que no se puedan dejar tareas para el día siguiente. Se trata de establecer unas prioridades que sean realistas, y una planificación del tiempo en la que se tenga en cuenta que siempre pueden surgir imprevistos y que estos ocuparán su tiempo.
Estar menos horas en el trabajo y sacar adelante el mismo trabajo o más es un tema que debe comunicarse bien, ya que algunos jefes y compañeros sólo verán que sales antes por la puerta de la oficina. Pueden pensar que trabajas menos y caer en la tentación de asignarte más tareas cuando ya has cumplido con lo tuyo.
En El Blog Alternativo: Simplifica tu vida
28 enero 2014 18:44
Para serte sincera tienes a mi me encantaria pero con el precio de los alquileres, comida y los sueldos, en España al menos se hace bastante complicado lograr esto. Y ya te digo que yo en lo poco que me puedo gastar el dinero es en unas clases de baile, así que dime tú.