A simple vista comer en el restaurante los días laborables puede parecer lo más cómodo. Pero si lo analizamos detenidamente vemos que preparar el propio almuerzo en casa para tomarlo en el trabajo normalmente es lo mejor.
Con la comida casera estamos tranquilos en cuanto a la calidad de los alimentos y evitamos productos elaborados de forma industrial e ingredientes de calidad inferior. También resulta más económico cocinar nosotros mismos. Puede alegarse que preparar comida en casa puede complicarnos la vida por el tiempo empleado. Pero no debemos olvidar el tiempo que gastamos en ir al restaurante, esperar nuestro turno, comer, pagar, ir de vuelta al trabajo. Todo ello sumado es mayor a lo que se emplea en cocinar.
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