Viaje del Alma

, , 8 Comments

7alma - Viaje del Alma

Durante mi vida de adulta he hecho todo lo posible por viajar. Ir de viaje formaba parte de esa vida perfecta, de normas no escritas pero socialmente impuestas. Como profesional de éxito y de clase social acomodada tenía que viajar.

Cada año a un sitio diferente. Cuanto más lejos y más exótico sonara el destino mejor. Y poco importaba que, al final, todos termináramos viajando a los mismos sitios puesto que, de alguna manera, todos íbamos a una u otra agencia de viajes a comprar los mismos viajes.

Cada viaje era una explosión de experiencias. Todas eran un ir hacia afuera, todas en el exterior. Cada viaje era una historia que contar, era una muesca más en el revolver. Aumentaba la sensación de ser importante y de pertenecer al grupo.

Un buen día, sin saber muy bien por qué, ni para qué, sentí una voz en mi interior que me llamaba. Una voz que me decía que algo no iba bien, una voz que me decía que algo no estaba en su sitio. Ese algo y esa voz habían estado siempre ahí, sin embargo, parecía que había llegado el momento de no poder obviarlos más. La voz, cada vez, gritaba más.

Al escuchar, por fin, la voz, me hice más consciente de algo dentro de mi interior. Hube de estudiar mucho, de volver una y otra vez al interior, para entender qué estaba pasando. Mi mundo exterior era tan rico que no había espacio, no había tiempo.

Poco a poco fui llegando. Llegó el yoga, la meditación. Seguía la sensación de que algo no estaba en su sitio, cada vez más intensamente. Siguió el proceso de concienciación. Hasta que decidí actuar.

Decidí entrar en mí con toda la ayuda posible y descubrí mi mundo interior. Todo un mundo, ¡sí todo un mundo! Un mundo al que aún no había viajado, no porque no hubiera billete sino porque ni siquiera sabía que existía.

No reniego en absoluto de haber sobre explotado el viaje a lo conocido porque hoy no sería quien soy sin todo lo que me ha aportado. Conocer otras culturas, otras personas, es el mejor antídoto contra el etnocentrismo, contra la ignorancia, contra la rigidez mental. Y espero, de hecho, seguir viajando aunque probablemente lo haga de otra manera.

Hoy por ejemplo, iba en autobús y de pronto he visto una hermosísima puesta de sol. En otra ocasión hubiera sacado la cámara de fotos para atrapar al sol en su puesta tras el horizonte. Sin embargo, hoy he entendido que ese momento estaba ahí para que yo lo disfrutara en ese preciso instante y que era libre de marcharse como lo es cada acontecimiento de nuestras vidas.

Como decía espero seguir viajando aunque, quizás, ya no tenga tanto tiempo para ello porque, ahora que he descubierto mi mundo interior, he comprado un bono ilimitado para empezar el mejor viaje que jamás pueda existir, EL VIAJE DEL ALMA.

pinit fg en rect gray 20 - Viaje del Alma
 

8 Responses

  1. Marta

    31 marzo 2009 14:10

    Un día un buen amigo ante mis ansias de viajar y descubrir, me preguntó que si talvez lo que buscaba ahí fuera no estuviera dentro de mi.
    Un profesor de psicología, recordó un experimento que hizo no se quien no se cuando y era algo así: te regalaban un viaje, el que quisieras, sin costo alguno, durante el tiempo que te apeteciera. La única condición es que nunca, nunca, nunca podrías hablar de tu experiencia ahi, de tu viaje, con nadie. ¿harías ese viaje?.
    Esto nos muestra que talvez, muchas de las cosas que hagamos no tengan el objetivo primordial de hacerlas, sino luego poder contarlas.
    Aunque rompa esquemas, es cierto que el mejor viaje se encuentra hacia nosotros mismos.
    Salud!

  2. Itzi

    31 marzo 2009 20:56

    Jo Marta me encanta la idea!!!! Me parecería la bomba saber qué porcentaje haría el viaje y qué porcentaje no lo haría y luego conocer el perfil de cada colectivo. Bueno perdona, perfil de socióloga. En cualquier caso, el experimento me parece increíble. gracias por tu aportación, me ha llegado. Creí que este post era demasiado íntimo y personal y me resistía a publicarlo. Comentarios como el tuyo animan a abrir el alma a los demás!!!

Comments are closed.