Nos han enseñado que cuanto más difícil sea conseguir algo más importante o más beneficioso va a ser. Esto no es siempre cierto. Existen objetivos que pueden alcanzarse de una forma fácil.
No estoy diciendo que todo aquello que implique un esfuerzo se descarte y solo se opte por hacer lo más sencillo y lo que menos trabajo cueste. La idea es que si tienes un proyecto en el que no se avanza, no es bueno insistir e insistir. Quizás se deba trabajar duramente pero tienen que observarse avances, aunque sean pequeños. Hay que evaluar constantemente las fases de los proyectos y a veces se llega a un punto en el que no se avanza. Es muy duro dejar algo en lo que se ha estado trabajando pero a veces es más inteligente que dedicarle tiempo y tiempo sin obtener resultados. Si algo se complica sobre manera significa que debemos tomar otro camino.
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