La salsa de remolacha o falso tomate es una salsa muy rica que no sabe como parece porque la remolacha es la responsable del color, pero el sabor es obra del resto de las verduras de los ingredientes.
La salsa de remolacha es otra salsa más a añadir a nuestro recetario sano para ir variando, pero como son varias las escuelas de cocina y tradiciones religiosas que evitan/reducen el consumo de solanáceas (tomate, berenjena, patata y pimiento) por su contenido en alcaloides, esta receta es una alternativa más que válida a la típica salsa de tomate casera.
Además, el tubérculo de la remolacha es una fuente abundante de ácido fólico, vitamina C y potasio. Estos son los ingredientes de la salsa de remolacha o falso tomate:
- 600 gr de cebolla. La proporción es que las cebollas doblen en cantidad, más o menos, a las zanahorias
- 2 ajos
- 350 de zanahorias
- 1 remolacha cocida
- Orégano seco
- Jugo concentrado de manzana (sirope de manzana) que es zumo de manzana evaporado o un poco de azúcar de caña. Es para endulzar
- Un chorrito de vinagre de manzana
Pochamos las cebollas y los ajos troceados con un poco de aceite y una pizca de sal, sin tapar durante unos 15’ o más.
Añadimos las zanahorias también en trozos, espolvoreamos bastante cantidad de orégano y cubrimos con agua hasta alcanzar 2/3 del volumen de las verduras. Tapamos y cocemos durante 20’-30’.
Comprobamos que estén blandas las zanahorias, retiramos líquido si fuese necesario, echamos la remolacha y batimos con la batidora hasta que consigamos la consistencia y el color deseado.
Aliñamos con un poco de vinagre de manzana y jugo de manzana concentrado o en su defecto una cucharada de azúcar de caña para aportarle un punto dulce a la salsa.
Y ya podemos añadir esta salsa de remolacha, falso tomate, a las recetas de pasta como la boloñesa vegetal (con seitán u otra proteína vegetal) o a cualquier otro plato como este pastel de mijo.
La salsa de remolacha sorprende por su sabor, es muy versátil y nos puede dar mucho juego en la cocina verde.