«Los animales tienen una vida sentimental muy profunda.
Son mucho más de lo que se piensa,
y no deberían estar encerrados en los zoos
ni se deberían hacer experimentos con ellos.
Cuanto más te metes en sus mentes,
más compasión sientes hacia ellos
y hacia los otros humanos,
porque ves los sentimientos en estado puro;
los animales no tienen dobleces»
Marc Bekoff
Marc Bekoff es uno de los grandes expertos del mundo en comportamiento de los animales a los que estudia desde hace medio siglo. Vive entre lobos, perros y coyotes y sus conclusiones sobre la vida emocional de los animales, probablemente, no sorprendan a los que conviven con perros y gatos, pero han revolucionado el mundo científico que pecaba de arrogancia y especismo.
Doctor en Etología, es profesor titular de Biología en la Universidad de Colorado, miembro del Guggenheim y de la Animal Behaviour Society, que le otorgó un premio en 2000 por su contribución al estudio del comportamiento animal, y es coordinador del programa Roots & Shoots del Instituto Jane Goodall.
Tiene varios libros publicados: en español, «La vida emocional de los animales» y «Los 10 mandamientos» junto a Jane Goodall, primatóloga y luchadora infatigable de los animales y la conservación de la Naturaleza, y varios en inglés: «Minding Animals», «Animal Play», «Animals Matter», «Wild Justice», …
En este blog ya hemos apreciado en los artículos sobre animales cómo sienten y cómo se comportan con seres de otras especies incluso. Hemos visto a un toro llorar de gratitud, a osos jugando con perros, a un ciervo y un gato e incluso a un leopardo protegiendo a una cría de babuino, entre otros ejemplos.
Pero Marc Bekoff demuestra con estudios científicos que los animales son mucho más de lo que cree nuestra sociedad y que ya no se justifica nuestro comportamiento cruel con ellos a todos los niveles.
Conocer para comprender y respetar. Este es el gran mérito de personas como Marc Bekoff, Jane Goodall y Gregory Colbert que con sus maravillosas fotografías demuestra que otro mundo es posible para los animales y los humanos.
Transcribimos una entrevista de La Contra de La Vanguardia de julio del 2006 en la que Marc Bekoff nos habla claramente de esta vida menos conocida y reconocida de los animales: de moral, de compasión, de risas, de conciencia de muerte y sobre todo de sentimientos en estado puro.
Tengo 60 años. Nací en Nueva York y vivo en las Montañas Rocosas. Soy profesor e investigador en la Universidad de Colorado. Escribo artículos, libros y viajo demasiado. Mi especialidad son los cánidos, investigo sus sentimientos. Estoy casado y cuido a los perros de todos mis vecinos. Soy de izquierdas. Creo en un bien superior.
¿Se ha especializado en las emociones y sentimientos de los animales?
Llevo 40 años estudiando el comportamiento social de los animales, pero cuanto más sé, más me interesan sus sentimientos. Una de mis especialidades es el comportamiento de juego. De hecho, estoy escribiendo un libro sobre la moralidad en los animales.¿Los animales saben diferenciar entre el bien y el mal?
Tienen un sentimiento moral y en ciertas situaciones saben lo que deberían hacer y lo que no, especialmente en el juego. ¿Sabe? Me sorprende que la gente se sorprenda de este hecho. Los animales fabrican herramientas, viven en sociedad, tienen normas, amigos preferidos, empatía… Es una simpleza decir que todo eso se debe al instinto.¿Hasta dónde llega esa moral animal?
Cuando juegan, sean perros, gatos, osos, lobos o rapaces, se comunican que van a jugar y, en ese juego, pueden simular que se atacan, que se matan, que se reproducen, pero lo hacen como juego. Nunca traicionan el juego, es decir, no atacan a un congénere cuando han pactado que están jugando.¿Cómo se dicen los perros «quiero jugar»?
Apoyan las patas delanteras en el suelo, mantienen erguidas las traseras y mueven el rabo, esto significa: «¿Quieres jugar conmigo?». Este comportamiento lo hemos visto en perros, en coyotes, en lobos y en hienas; lo llamamos justicia salvaje y demuestra que estos animales confían el uno en el otro.Si se hacen daño, ¿se disculpan?
Sí, grabamos grupos de animales durante largos periodos y también hemos observado comportamientos de compasión, perdón, capacidad de disculparse, empatía… Comportamientos muy semejantes a los de los humanos.¿Existe la traición entre ellos?
Existe, pero en proporciones mucho menores que entre los humanos. En las especies que viven en grupos es rara la traición porque si un miembro del grupo ve a otro traicionando ya no quieren relacionarse con él, y para ellos es básica la vida social.¿Es cierto que los perros ríen?
Se han hecho estudios neurológicos en los que se observa que a los perros se les activa la misma zona cerebral que a los humanos cuando ríen. Lo expresan con un jadeo y su risa es tan contagiosa como la nuestra: cuando un perro jadea, los de alrededor también lo hacen.¿Se enamoran?
Absolutamente, sí. Tengo un grupo de zorros en observación, y precisamente ayer mostré una película en la que se ve todo el proceso de enamoramiento, cómo un pareja duerme entrelazada, viajan juntos, comen juntos y se tratan con mucho mimo. Es muy arrogante por parte de los humanos pensar que sólo ellos pueden sentir amor.¿Es otro tipo de amor?
Los cánidos expresan mucho mejor sus emociones profundas. En general expresan mejor la tristeza y la felicidad porque son más abiertos, no tienen prejuicios y no se reprimen. Son libres de expresar sus sentimientos. Entre ellos se sostienen la mirada, buscan en los ojos del otro.¿Tienen intuición?
Sí, perciben si el otro está abierto o cerrado porque es muy importante para la convivencia en grupo.¿Intuyen las intenciones humanas?
En especial perros y gatos, animales que llevan mucho tiempo conviviendo con nosotros, prevén e intuyen nuestras emociones.¿Qué siente el perro por su amo?
Los perros han evolucionado de los lobos y ven a su guardián como parte de su manada, y creen que tienen que colaborar y hacer las cosas en común como harí¬an los lobos.¿También tienen depresiones?
Sí, ellos lo dan todo y tienen expectativas. Si los abandonas, se les hunde el mundo, has roto los códigos, se sienten confusos y deprimidos. Ese comportamiento se ha estudiado en perros, en gatos y en chimpancés. Todos ellos pueden llegar a morir de pena.¿Qué ha aprendido de los animales?
Que tienen una vida sentimental muy profunda. Son mucho más de lo que se piensa, y no deberían estar encerrados en los zoos ni se deberían hacer experimentos con ellos. Cuanto más te metes en sus mentes, más compasión sientes hacia ellos y hacia los otros humanos, porque ves los sentimientos en estado puro; los animales no tienen dobleces.¿Qué episodio vivido con animales le ha conmocionado?
Cuando mi perro Jethro era joven, un día vi con asombro como sacaba de la boca una bola de pelo y la depositaba en mi mano: era una cría de conejo cuya madre probablemente había sido cazada por un coyote. Se sentó y me miró con una ternura infinita. Yo cogí a la cría y la puse en una caja; Jethro se sentó junta a ella y no se movió de ahí en dos semanas, se había propuesto cuidar del conejo.Un perro muy compasivo
Podría contarle mil historias similares a ésa. Hay muchos libros con títulos que son variaciones de la vida secreta de los animales, pero los animales son muy públicos, basta mirarlos para entender sus motivos y sus sentimientos. Si usted le da cariño a una vaca, la vaca le corresponderá, y si se lo da a un periquito, también le corresponderá.Dicen que no tienen conciencia de muerte.
Esta demostradísimo que los animales echan de menos al que se va o muere. Se ha estudiado en perros, en elefantes e incluso en ratas. Cuando huelen que un miembro de su grupo familiar ha muerto, muestran comportamientos de duelo, pero eso no significa que entiendan la muerte como lo hacemos nosotros.
Vía de la entrevista: Caminando juntos de La Contra de La Vanguardia del 22-julio-2006
Más información: Fundación Altarriba
En El Blog Alternativo: Animales
Venta online de los libros de Marc Bekoff: Casa del Libro
En El Blog Alternativo: Liberación animal
5 marzo 2010 21:12
Precioso este artículo. En el inicio la frase de que los animales «no tiene dobleces», es jutos lo que yo deseo encontrar en las personas; ahora entiendo mejor esa frase de que cuanto mas conozco a la gente más quiero a mi perro. Deberiamos aprender a no tener dobleces, a ser más nobles, como ellos.
29 abril 2011 19:39
estudio científico sobre que los animales tb tienen personalidad
6 abril 2013 16:32
Gracias, que suerte que existan personas como tu. Amo a los animales
11 febrero 2014 15:45
Hola , he leido «La vida sentimental de los animales», y lo tengo en mi biblioteca con otros libros , Dios quiera que siga avanzando en sus estudios ,en general, y tambien en el comportamiento del juego de los animales, como tambien la risa y demas… muchos saludos desde Argentina.
28 agosto 2015 03:31
quisiera saber si la investigacion de marc bekoff acerca de la conducta animal se encuentra idexada
11 mayo 2016 03:59
Es cierto lo que dice este científico, desde que tengo uso de razón siempre ha estado a mi lado un animal, un amigo incondicional, nunca una propiedad. Aprendemos a quererlos, entenderlos, profundizamos en las enseñanzas que nos brindan todos los días, porque si «mientras mas aprendamos de los animales mas aprenderemos a ser humanos» no se quien lo dijo pero se que es cierto, poco a poco se van adentrando en nuestras almas hasta ser parte de nosotros. En mi camino he tratado con cochinos, chivos, gallos y serpientes que ante un cariño responden como dice en el articulo y no solamente eso su comportamiento puede ser muy similar a un perro domesticado, te esperan, saludan, saltan de alegría… es algo que va mas alla de las palabras porque con ellos estas ni siquiera existen. El mundo necesita mas conciencia, que las nuevas generaciones se pronuncien con mayo ímpetu contra el maltrato animal, contra el especismo, ellos también sienten. Amigo no debe ser solo ese que tenemos en nuestros hogares sino también el que esta en la carnicería, tenemos que tener solidaridad de especies. No porque la persona no lo mate no significa que no esta contribuyendo con su muerte, explotación y degradación. Me gusto mucho este blog, de ahora en adelante lo voy a leer muy seguido, me lo recomendó una tia muy querida. Saludos a todos los lectores y sigan recomendándolo.
8 julio 2016 02:18
Me parece sensacional el trabajo del etólogo Marc Bekoff y estoy de acuerdo con algunas bases éticas que ha señalado respecto al especismo. Con este comentario pretendo incidir en las consideraciones que la sociedad desconoce o prefiere no aceptar en su relación con los demás animales.
En primer lugar, debemos quitarnos la manía de «humanos y animales»; los humanos también somos animales. Ellos (los nohumanos) no necesitan sujetos humanos que los amen; sino que los respeten:
http://elguardiandeloscristales.com/wordpress/concepto-de-especismo
Los animales no humanos están catalogados como «bienes muebles semovientes» (objetos con movimiento autónomo) y ello no cambiará mientras la sociedad siga fomentado su explotación.
Nuestro error fundamental no reside en tratar mal a otros animales; sino en que nos creamos con legitimidad para regir sus vidas al mismo tiempo que propugnamos vigorosamente que nadie debería gobernar la nuestra.
http://elguardiandeloscristales.com/wordpress/el-concepto-de-maltrato-animal-es-erroneo/
Para ser justos debemos rechazar toda forma de explotación animal de la misma manera en que todos nos oponemos a la explotación humana. Ése es el significado del veganismo:
http://elguardiandeloscristales.com/wordpress/el-principio-de-igualdad-para-otros-animales/
Un saludo cordial.
18 julio 2017 21:51
Los animales tienen sentimientos y se dsn cuents cuando estas triste o enferma y te acompañan demostrandote su amor y si falta uno también sufren su ausencia. Amo a los animales y son parte de mi familia sin mis hijos. NO A LA INDIFERENCIA