«La Venus de Hohle Fels” es una figura de 6 cm tallada en marfil de colmillo de mamut que data de hace 35.000 años y los arqueólogos aseguran que es la representación artística más antigua que se conoce.
Fue descubierta en septiembre del 2008 en la cueva Hohle Fels en el suroeste de Alemania, pero el paleoantropólogo alemán Nicholas Conard de la Universidad de Tübingen la ha presentado en sociedad en el número de mayo del 2009 de la revista Nature.
Aunque está talla es más tosca y exagerada que la famosa Venus de Willendorf, expresa muy claramente el esplendor de la fertilidad y sexualidad femenina.
Sus grandes pechos, vulva ampliada y abierta, muslos y vientre hinchado… son el reflejo de una sociedad anterior al patriarcado que rinde culto a la maternidad y a la energía femenina y que se regía por unos valores diferentes a los nuestros: cooperación frente a competencia, visión holistica, intuitiva y simbólica del mundo (hemisferio derecho) y no sólo racional (hemisferio izquierdo), comprensión y respeto a la Tierra y no enfrentamiento, y oxitocina a rebosar.
Si los habitantes de hace 35.000 años contemplasen las revistas femeninas y la imagen de la Venus contemporánea, la Barbie, se preguntarían si nos han mutilado o ha ocurrido una especie de mutación porque la iconografía actual esconde y desprestigia las curvas y las pruebas de una maternidad exuberante y gozosa y tras parir, todo y todos nos empujan a volver al «cuerpo, talla, vida y cerebro» anterior y seguir funcionando en la adrenalina como si no hubiese pasado nada.
No creo que sea casualidad que la Venus de Hohle Fels se haya descubierto en esta época de grandes cambios y de resurgimiento de la sabiduría de la Diosa y espero que nos contagie algo de tanta energía femenina en estado puro que destila.
Vía noticia: El Mundo
En El Blog Alternativo: Energía femenina
Más información: Casilda Rodrigáñez
8 junio 2009 13:33
Eso de “cuerpo, talla, vida y cerebro” te ha quedado muy bien. Podría ser tranquilamente el título de un buen libro.
27 febrero 2011 02:15
Muy romántico lo del esplendor de la fertilidad y sexualidad femenina y la energía femenina en estado puro, pero en la realidad hay una marcada relación entre la obesidad y la infertilidad. Además, en todas las comunidades de cazadores-recolectores conocidas los cuerpos son delgados, musculosos y atléticos, y nada hace pensar que en aquella época no era así. Las féminas representadas en las estatuillas deberían recibir un trato social distinto al resto, recibiendo alimento en abundancia sin esforzarse. Los adornos que suelen llevar apuntan también a esta diferenciación social.
Así que imagino que las «venus» sí resultaban atractivas sexualmente, pero por exotismo. Con las condiciones de vida del momento las «venus» serían pocas y difíciles de mantener. Escasas, inaccesibles, y por tanto, deseables.
No vayamos a caer en la adoración de la energía femenina de gordas mantenidas. Desde luego, una mujer sana suele tener más curvas que una Barbie o una modelo de pasarela, pero la salud va unida a la buena forma física, y desde luego las «venus» no la representan.
Para ver mujeres de sociedades con valores diferentes de los nuestros (aunque no tan idealizados como los que se mencionan en esta entrada) no hace falta ir tan lejos: un ejemplo. Ni desprestigian las curvas ni las exaltan hasta el extremo.
27 febrero 2011 13:25
Hola
Este artículo no pretendía ser en absoluto una apología de la obesidad, se trataba más bien de explicar los valores de la época pre-patriarcal simbolizados en las Venus, q normalmente son más proporcionadas, y que muestran curvas y etapas de la mujer q ahora se esconden.
Pero muchas gracias por la puntualización.
Saludos
27 marzo 2012 16:49
VIENTRE DE MUJER
Ante esto cabe preguntarse ¿Por qué querríamos renunciar a la fuente de placer que proporciona el útero relajado y el vientre? ¿Es una estrategia inconsciente (o no) del patriarcado para castrarnos aún más? ¿No será, al final, un elemento más de sometimiento? Lamentablemente, mi respuesta es que los modelos de ser mujer en una sociedad no nacen de la casualidad. Tienen una funcionalidad y en este caso, me parece que demasiado evidente. Romper el placer y la sensualidad en la mujer de forma que no goce demasiado, que se someta por falta de vigor y vitalidad, que luche contra su propia naturaleza para sentirse aceptada por terceros, es la demostración de las huellas del patriarcado en nuestro cuerpo, el cuerpo de mujer.
http://estudiosobreelutero.blogspot.com.es/2012/03/vientre-de-mujer.html