«Brochetas vegetarianas Calimero» es como han bautizado nuestros invitados estas brochetas que son un clásico de nuestros aperitivos. Visualmente quedan muy elegantes en la mesa y hasta gustan a los niños si dejamos algunas sin pesto.
Calimero es un personaje de dibujos animados de los 80, un pollito desafortunado de color negro y con medio cascarón en la cabeza, y los más nostálgicos lo asocian con estas brochetas por el queso blanco que parece un gorrito y la aceituna negra.
Y así se preparan estas brochetas vegetarianas Calimero al pesto:
- 1 paquete de tomates cherrys
- 1 lata de aceituna negras sin hueso
- 1 paquete de queso en porciones pequeñas. Los de la foto son Burguitos de Arias que están acanalados y aportan un toque especial, pero también sirve la mozarella en bolitas, queso feta en daditos u otros
- PESTO: 1 cucharada de hojas de albahaca, un puñadito de piñones, una cucharada de parmesano rallado, aceite
- Palitos de brocheta
- 1 recipiente de cristal transparente
- sal gorda para rellenar el recipiente
Colocamos la sal en el jarrón.
Vamos poniendo en la brocheta, en el lado de la punta, un tomatito, una aceituna y rematamos con el queso de forma que tapa la punta y nadie se pincha.
Las podemos hacer horas antes de servir y en el último momento pintar con la salsa pesto.
La receta del pesto la hicimos aquí, pero para estas brochetas usamos cantidades muy pequeñas de los ingredientes y ni siquiera ponemos ajo. Machacamos los 4 ingredientes en un mortero y con un pincel lo pasamos por el queso, aceituna y tomatito, de arriba abajo.
A veces gotea un poco el aceite y es conveniente poner un plato debajo del recipiente para no manchar el mantel. La sal se manchará seguramente.
Si no queremos complicarnos con el pesto, podemos espolvorear orégano u otra hierba por encima, sin más.
Normalmente la cantidad que sale depende de cuántos quesitos haya en el paquete, y con los tomates y aceitunas que sobran podemos hacer una ensalada griega otro día.
Cada comensal puede comerse unas 5 o más brochetas perfectamente pero no llenan mucho, así que hay que acompañarlas con otros aperitivos como patés vegetales, tostadas o empanadillas.
Normalmente se deja la brocheta boca abajo clavada en la sal.
Os animo a que las probéis por su sencillez, sabor y apariencia y si vuestra familia o invitados no conoce a Calimero, siempre las podéis llamar brochetas-pingüino.
11 junio 2009 00:42
Me parece un plato especial y divertido para los más peques de la casa (tanto de espíritu como de edad) ;)
Un saludito!
<a href=http://orballo.wordpress.com/»Cousiñas de Ro
11 junio 2009 11:25
y están deliciosas, os lo aseguro!!! :)