Esta fotografía nos muestra un amanecer en San Sebastián/Donosti y la ha tomado Mónica, una lectora a quien le ha impactado profundamente las enseñanzas de Hira Ratan Manek y su técnica Sun Gazing, mirar al sol para sanarnos física, emocional, mental y espiritualmente, y las experiencias al respecto.
Esto le ha hecho recordar datos históricos y simbolismos que nos explica en esta reflexión sobre nuestro poder y posibilidades en El Lector Alternativo Opina:
Saludar al sol al amanecer y al anochecer
Una costumbre que ya los egipcios realizaban todos los días. También los pueblos amerindios y tantas culturas que se perdieron en el tiempo. Gnósticos, cátaros, herméticos… Vivieron y murieron por preservar, cada uno a su manera, este conocimiento que, en parte, Hira Ratan Manek nos trae de manera tan sencilla y al alcance de todos.
Tantas civilizaciones incluida la occidental han portado reyes que autoproclamaban ser del linaje directo del dios sol. Desde los antiguos faraones, Luis XIV que se autodenominó a sí mismo “El Rey Sol” y tantos personajes, reyes, reyezuelos, condes y marqueses de mucho menos rango que se creyeron poco menos que dios y que prohibían a sus súbditos mirarlos a la cara.
Quien quería entrar en el salón del trono debía hacerlo de espaldas y arrastrándose porque mirar al poderoso podía provocarles graves quemaduras (igual que puede ocurrir si se mira al sol cara a cara largo rato). No era más que la imposición de un signo de vasallaje que dejara bien claro quién era el que mandaba.
“En nuestra cultura nos han enseñado a temer al Sol y a escondernos de él, cuando en realidad toda nuestra vida depende del Sol”, dice Hira Ratan Manek.
Ya sea para ocultar sus beneficios o para ejercer una autoridad sobre nosotros nos han programado para vivir sin sol. Y nosotros nos hemos dejado robar y hemos aprendido a vivir en las tinieblas como alimañas, comiendo basura, bebiendo agua contaminada y contribuyendo aún más a la gran rueda de insolidaridad que destruirá nuestro planeta si no hacemos algo para pararlo.
“No habéis recibido el Espíritu de siervos
para recaer en el temor.
Hemos recibido el Espíritu de HIJOS…
y si hijos también herederos…”
Epístola a los Romanos 8, 15-17El maestro Jesús nos dejó una gran enseñanza que nos hemos dejado robar. No somos siervos de un Dios, somos sus hijos y semejantes a él.
Mirar al sol cara a cara, saludarlo como a un igual es el gesto sencillo al que nos invita Hira Ratan Manek. Pero detrás de esa aparente sencillez hay escondida una simbología compleja tan antigua como el tiempo que hemos de recordar y recuperar para nosotros.
Mirar a ese sol al que los antiguos llamaban Ra y a quien consideraban el padre de todas las cosas, es mirar a un dios como dioses que somos, de igual a igual.
En estos nuevos tiempos no hemos de conformarnos con ser súbditos o vasallos. Somos los herederos de un linaje y estamos en el derecho de reclamar nuestra herencia natural como dueños que somos. Pero no para destruir sino para sembrar y crecer en armonía.
En El Blog Alternativo: Sun Gazing
10 junio 2009 20:52
Guau!. Me ha impresionado un montón. Es una clase magistral de historia y a la vez de concienciación a la VERDAD olvidada hace siglos a la fuerza por los «poderosos» para controlarnos. !No tengamos miedo y unámos y seamos UNO con esa energía tan poderosa que SOMOS!. Loli
21 agosto 2010 10:24
Por un lado tan sorprendente…., y por otro lado tan «lógico», tan «normal» que pueda ser así.
Divulguemos y practiquemos, divulguemos y practiquemos, practiquemos y divulguemos…