RICHARD J. ROBERTS, químico y premio Nobel de Medicina: «El fármaco que cura del todo no es rentable»

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richard - RICHARD J. ROBERTS, químico y premio Nobel de Medicina: "El fármaco que cura del todo no es rentable"

«Al capital sólo le interesa multiplicarse. Casi todos los políticos – y sé de lo que hablo- dependen descaradamente de esas multinacionales farmacéuticas que financian sus campañas. Lo demás son palabras…”
Richard J Roberts

Me encanta cuando personas tan respetadas en el medio científico como Richard J Roberts deciden decirnos la verdad.

Siempre que gente fuera del lobby científico oficial habla del poder de las industrias farmacéuticas y el gran daño que están haciendo a la sociedad hay quien los desprecia por no ser «científicos respetables y respetados»: pues bien, aquí está todo un Premio Nobel de Medicina dejando bien claro que curar a los enfermos no es rentable para las empresas de farmacia.

¿Qué dirían si alguien les contara que las enfermedades son partes del camino y necesarias para nuestra evolución?

Richard J Roberts nació en Derby, Inglaterra, pero su labor investigadora la ha desarrollado básicamente en EEUU, tanto en Harvard como en el Biolabs Institute de Beverly (Massachussets).

Sus trabajos sobre la estructura del átomo le dieron el Premio Nobel compartido con Philip A Sharp. En la entrevista de La Contra Roberts no deja títere con cabeza: dice claramente que la salud no debería depender de los beneficios económicos, y nos explica que los políticos dependen del dinero de las empresas farmacéuticas que los financian.

En realidad, no es que cuatro iluminados digan que el sistema sanitario está corrupto… es que es tan evidente, que nadie con un mínimo de información y buena voluntad lo niega.

“Tengo 63 años: lo peor de hacerte mayor es que das por seguras demasiadas verdades: es cuando necesitas nuevas preguntas.Nací en Derby: mi padre mecánico me regaló un juego de química… Y aún me divierte jugar. Casado, cuatro hijos; uno, tetrapléjico por un accidente, me anima a seguir investigando. Participo en el Campus Excelencia.

¿La investigación se puede planificar?
Si yo fuera ministro de Ciencia, buscaría a gente entusiasta con proyectos interesantes; les daría el dinero justo para que no pudieran hacer nada más que investigar y les dejaría trabajar diez años para sorprendernos.

Parece una buena política.
Se suele creer que, para llegar muy lejos, tienes que apoyar la investigación básica; pero si quieres resultados más inmediatos y rentables, debes apostar por la aplicada…

¿Y no es así?
A menudo, los descubrimientos más rentables se han hecho a partir de preguntas muy básicas. Así nació la gigantesca y billonaria industria biotech estadounidense para la que trabajo.

¿Cómo nació?
La biotecnología surgió cuando gente apasionada se empezó a preguntar si podría clonar genes y empezó a estudiarlos y a intentar purificarlos.

Toda una aventura.
Sí, pero nadie esperaba hacerse rico con esas preguntas. Era difícil obtener fondos para investigar las respuestas hasta que Nixon lanzó la guerra contra el cáncer en 1971.

¿Fue científicamente productiva?
Permitió, con una enorme cantidad de fondos públicos, mucha investigación, como la mía, que no servía directamente contra el cáncer, pero fue útil para entender los mecanismos que permiten la vida.

¿Qué descubrió usted?
Phillip Allen Sharp y yo fuimos premiados por el descubrimiento de los intrones en el ADN eucariótico y el mecanismo de gen splicing (empalme de genes).

¿Para qué sirvió?
Ese descubrimiento permitió entender cómo funciona el ADN y, sin embargo, sólo tiene una relación indirecta con el cáncer.

¿Qué modelo de investigación le parece más eficaz, el estadounidense o el europeo?
Es obvio que el estadounidense, en el que toma parte activa el capital privado, es mucho más eficiente. Tómese por ejemplo el espectacular avance de la industria informática, donde es el dinero privado el que financia la investigación básica y aplicada, pero respecto a la industria de la salud… Tengo mis reservas.

Le escucho.
La investigación en la salud humana no puede depender tan sólo de su rentabilidad económica. Lo que es bueno para los dividendos de las empresas no siempre es bueno para las personas.

Explíquese.
La industria farmacéutica quiere servir a los mercados de capital…

Como cualquier otra industria.
Es que no es cualquier otra industria: estamos hablando de nuestra salud y nuestras vidas y las de nuestros hijos y millones de seres humanos.

Pero si son rentables, investigarán mejor.
Si sólo piensas en los beneficios, dejas de preocuparte por servir a los seres humanos.

Por ejemplo…
He comprobado como en algunos casos los investigadores dependientes de fondos privados hubieran descubierto medicinas muy eficaces que hubieran acabado por completo con una enfermedad…

¿Y por qué dejan de investigar?
Porque las farmacéuticas a menudo no están tan interesadas en curarle a usted como en sacarle dinero, así que esa investigación, de repente, es desviada hacia el descubrimiento de medicinas que no curan del todo, sino que cronifican la enfermedad y le hacen experimentar una mejoría que desaparece cuando deja de tomar el medicamento.

Es una grave acusación.
Pues es habitual que las farmacéuticas estén interesadas en líneas de investigación no para curar sino sólo para cronificar dolencias con medicamentos cronificadores mucho más rentables que los que curan del todo y de una vez para siempre. Y no tiene más que seguir el análisis financiero de la industria farmacológica y comprobará lo que digo.

Hay dividendos que matan.
Por eso le decía que la salud no puede ser un mercado más ni puede entenderse tan sólo como un medio para ganar dinero. Y por eso creo que el modelo europeo mixto de capital público y privado es menos fácil que propicie ese tipo de abusos.

¿Un ejemplo de esos abusos?
Se han dejado de investigar antibióticos porque son demasiado efectivos y curaban del todo. Como no se han desarrollado nuevos antibióticos, los microorganismos infecciosos se han vuelto resistentes y hoy la tuberculosis, que en mi niñez había sido derrotada, está resurgiendo y ha matado este año pasado a un millón de personas.

¿No me habla usted del Tercer Mundo?
Ése es otro triste capítulo: apenas se investigan las enfermedades tercermundistas, porque los medicamentos que las combatirían no serían rentables. Pero yo le estoy hablando de nuestro Primer Mundo: la medicina que cura del todo no es rentable y por eso no investigan en ella.

¿Los políticos no intervienen?
No se haga ilusiones: en nuestro sistema, los políticos son meros empleados de los grandes capitales, que invierten lo necesario para que salgan elegidos sus chicos, y si no salen, compran a los que son elegidos.

De todo habrá.
Al capital sólo le interesa multiplicarse. Casi todos los políticos – y sé de lo que hablo- dependen descaradamente de esas multinacionales farmacéuticas que financian sus campañas. Lo demás son palabras…

Via: Ser Rizomatico
Entrevista en La Contra de la Vanguardia el 31/12/2007
Autobiografía (en inglés): Nobelprize
En el Blog Alternativo: “La gente quiere curarse de una forma natural”. Entrevista a Josep Pámies, agricultor ecológico y experto en plantas medicinales
En el Blog Alternativo: Médicos contra la campaña de la vacuna del virus del papiloma humano (2/5)

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17 Responses

  1. rafa

    26 junio 2009 10:07

    como bien dices en la introduccion.. el que no lo sabe es porque no quiere saber.. pero dicho por todo un premio nobel lo hace demasiado obvio ….esperemos que la luz tambien acabe llegando a aquellos que solo ven dinero en una persona enferma

  2. Peregrino

    26 junio 2009 13:20

    exacto, rafa. El día en que los que se dediquen a la salud lo hagan realmente sin depender de lobbys económicos, todo será diferente. Gracias.

  3. Manu Sanergista

    14 junio 2011 14:02

    Todo esto no hace más que reforzar lo que es la esencia de las terapias naturales o mal llamadas alternativas.
    El ser humano tiene en si mismo una gran capacidad de autocuración, pero el estar desconectados de nuestro Diseño Original nos impide usar esa capacidad de autosanación que todos podríamos utilizar y dejamos nuestra salud en las manos de los médicos que como señala el artículo, están limitados por lo que a la industria farmacéutica le interesa vender para crear enfermos crónicos que son los que dejan dinero.
    Yo personalmente, como practicante de Sanergía he podido comprobar que cualquier persona puede mejorar su salud sin medicinas si tiene la adecuada información.
    Saludos.
    Manu Sanergista.

  4. Can-Men

    3 septiembre 2011 15:42

    INVESTIGACIÓN PARA NO CURAR

    http://www.migueljara.com/2011/09/02/investigacion-no-para-curar/

    El estadounidense Thomas Steitz ha asegurado hace unos días que “muchas de las grandes farmacéuticas cerraron sus investigaciones sobre antibióticos porque estos curan a la gente“. Steitz es premio Nobel de Química 2009 y dichas declaraciones las ha realizado en Madrid pero no ha sido motivo de noticia para la mayor parte de medios de comunicación españoles, su publicación ha sido más bien escasa

  5. Can-Men

    28 marzo 2012 09:20

    más sobre el tema

    http://pijamasurf.com/2011/02/farmaceuticas-pagan-millones-de-dolares-al-ano-a-doctores-para-que-promuevan-sus-medicinas/

    —-

    El ganador del Premio Nobel de Medicina Richard J. Roberts denuncia la forma en la que operan las grandes farmacéuticas dentro del sistema capitalista, anteponiendo los beneficios económicos a la salud y deteniendo el avance científico en la cura de enfermedades porque curar no es tan rentable como la cronicidad.

    Hace unos días se publicó una nota sobre datos revelados que muestran que las grandes compañías farmacéuticas en Estados Unidos gastan cientos de millones de dólares al año pagando a doctores para que éstos promuevan sus medicamentos. Para complementar reproducimos esta entrevista con el Premio Nobel de Medicina Richard J. Roberts quien señala que los fármacos que curan no son rentables y por eso no son desarrollados por las farmacéuticas que en cambio sí desarrollan medicamentos cronificadores que sean consumidos de forma serializada. Esto, señala Roberts, también hace que algunos fármacos que podrían curar del todo una enfermedad no sean investigados. Y se pregunta hasta qué punto es válido y ético que la industria de la salud se rija por los mismos valores y principios que el mercado capitalista, los cuales llegan a parecerse mucho a los de la mafia.

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