«Chueco» no es una ofensa. Chueco es YO PUEDO.
Estoy chueco pero puedo seguir adelante…
Me ha dicho mucha gente: «Muchacho, yo cuando me subí a tu carro
traía un problemón, el más grande del mundo, pero ahora que me bajo
veo que mi problema no existe. Lo mío no es un problema.»
Dios me hizo chueco para manifestar su grandeza»
Salvador Sigala González
Taxista con parálisis cerebral
Lola Lila nos trae a El Lector Alternativo la historia de un matrimonio feliz y realizado en la Vida a pesar de sus dificultades y cuya actitud es mucho más positiva y agradecida de lo que cabría imaginar en un mundo con un concepto de la «normalidad» cada vez más limitado, clónico y victimista.
Las «peculiaridades» son precisamente lo que nos convierten a cada uno en una «vasija con un valor único» y Lola Lila reflexiona sobre ellas, sobre las comparaciones, las oportunidades y sobre todo, sobre las capacidades:
María Leticia y Salvador son un matrimonio peculiar. Llevan doce años casados y su peculiaridad es que María tiene espina bífida y Salvador tiene parálisis cerebral. Tienen una hija, María Trinidad de nueve años y la peculiaridad de esta pareja peculiar es que no tiene ningún “defecto de fábrica” tal y cómo irónicamente se autodefine Salvador.
Pero resulta que la lista de peculiaridades es un poco más larga; estas viven un poco a la sombra de sus incapacidades, las cuales nos pueden llegar a nublar el raciocinio.
Resulta que nos encontramos delante de dos seres humanos que emanan, con asombrosa naturalidad, amor y respeto mutuo; unos padres que tienen clarísimo el sistema de valores con el cual quieren educar a su hija; una relación llena de pequeños detalles, de bromas, de complicidades y sentido del humor, mucho sentido del humor… esto también es una peculiaridad.
Las características más gráficas de este peculiar matrimonio mejicano presentan todos los ingredientes para que nos toque la fibra sensible y lleguemos a la conclusión de que no nos podemos quejar, que nuestros problemas no lo son en comparación con su realidad.
Pero que manía tenemos en compararnos con los demás!!! Cada cual vive lo que le toca vivir y la dificultad no está en las características de cada uno sino en el punto de vista que tenemos de nuestra realidad.
Nuestra dificultad no desaparece cuando vemos a alguien que, a simple vista, está peor que nosotros. Los problemas no se desintegran por comparación, se transforman con trabajo; y lo que sí que creo es que lo que despertamos durante un viaje en el taxi de Salvador es un cambio de enfoque, la luz en nuestro punto de vista de las cosas, un tesoro que todos tenemos en nuestro interior y que vamos despertando… pero que se vuelve a dormir, pero… que se vuelve a despertar… y cada vez con más fuerza.
Lo que hace espabilar a nuestro punto de vista óptimo de las cosas no es la incapacidad del otro, al contrario, es más bien la capacidad del otro, el contacto con la sabiduría, con el orden, con los maestros, pero los maestros “chuecos” que trabajan en taxis o venden en los mercados, no los gurús charlatanes.
María y Salvador, con toda la naturalidad del mundo, nos muestran una visión de la vida donde los problemas se convierten en oportunidades para evolucionar.
No se ven como víctimas, se ven cómo protagonistas de una aventura diseñada por Dios. Y en dicha aventura, Maria Leticia pide hasta en sus oraciones que lleguen los acontecimientos que tengan que llegar, aunque sean desagradables: “si hace falta ponme obstáculos”. Esta también es otra peculiaridad.
Lola Lila
En El Blog Alternativo: Discapacidad y poder
6 julio 2009 15:15
Leticia significa «alegría, regocijo» y veo que mi Tocaya ha aprendido cómo hacer mucha honra a nuestro nombre.
Mmar, me impactaron dos cosas de este artículo:
la primera fue cuando dijiste «Los problemas no se desintegran por comparación», es un sentimiento con el cual conviví mucho la semana pasada (semana en la que tuve una fuerte depresión) y no sabía cómo ponerle palabras. Gracias por hacerlo.
La segunda: ojalá la Diosa poco a poco me enseñe dónde buscar dentro de mí el valor de rezar diciendo «si es necesario, ponme obstáculos», esa frase me acaba de hacer darme cuenta que cuando rezo lo hago más con miedo que con amor y fe en la Vida. Si cambio esa forma de enfocar mi Vida, seguramente dejaré de deprimirme.
Gracias mil por este artículo!! y gracias a la Tocaya por enseñarme a rezar,
Leticia.-
6 julio 2009 15:22
Hola Leticia
El artículo lo ha escrito una lectora, Lola Lila, no yo, pero ella ha sabido captar muy bien la sabiduría de vida de esta pareja.
Nos alegramos que te haya inspirado. A mi también me ha hecho pensar…
Saludos
6 julio 2009 18:15
El ejemplo es maravilloso. Los obstáculos nos hacen avanzar, nos refuerzan… pero sólo si sabemos para qué están ahí y tenemos la fuerza para saber aprovecharlos. Magnífica historia, Lola Lila, enhorabuena
7 julio 2009 02:02
La vida nos regala ejemplos cómo los de Leticia y Salvador que nos ayudan en nuestro camino, son claros, pero estoy segura que hay muchos mas ejemplos que, por su sutileza, nos pasan desapercibidos. Que fantástico reto irlos descubriendo en el fabuloso juego de vivir…je, je, A JUGAR!!!
muchas gracias por vuestros comentarios, han sido una «alegría»
2 junio 2010 00:28
Me congratulo de poder conocer a dos personas extraordinarias. Ojalá hubiera un espacio donde se pueda dialogar con Leticia y Salvador, sería extraordinario, que grato sabor deja al alma y a la mente haberlos conocido.
Beatriz Hernández S.
P.D. Si alguien sabe como charlar por este medio con el matrimonio Sigala, mucho les agradeceré lo comenten en este espacio.
2 mayo 2011 06:07
hola!!soy salvador sigala el del video me acabo de dar cuenta de esta pagina y les quiiero dar un agradesimiento por tomar mi historia y ojala les sirva de algo me gustaria tener contacto con ustedes y los invito a mi pagina que es: http://www.salvadorsigala.com y mi correo: radiobrigadabasechueca@hotmail.com y con gusto les contestare DIOS los bendiga sus amigos de BASE CHUECA
4 febrero 2013 21:25
hola salvador soy dagoberto no se si te llege este correo pero si me contestas lo sabre saludos