la mosca su bazo, la pequeña chispa su calor;
Los finos cabellos dan sombra, aunque pequeña,
y las abejas tienen aguijones, aunque no sean grandes;
Los mares tienen su origen, así como las someras fuentes:
Y el Amor es Amor, en mendigos y en reyes.
John Dowland, «The Lowest Trees Has Tops»
La historia de John Dowland es curiosa y muy interesante des del punto de vista de su experiencia de vida. Virtuoso del Laúd y compositor, vivió en la época Isabelina. Se cree que nació en 1563, y murió en 1626.
Su vida tormentosa, marcada por una insatisfacción permanente producida por un exilio forzado, se reflejó en sus canciones. En ellas proyectó sus sentimientos y experiencias, además de escribir sobre la condición humana, el amor y las relaciones.
Es por ello que consideré interesante incluirle en esta serie de posts de MUSICA PARA EL VERANO, pues se le considera uno de los primeros cantautores que existieron.
Dowland aspiraba a ocupar una plaza de laudista en la corte inglesa, pero no la consiguió. La tremenda frustración que ello le produjo le impulsó a exiliarse para trabajar en diferentes cortes europeas. Y nació en él un profundo sentimiento de tristeza e injusticia que le acompañaría el resto de sus días. Se cuenta que sufrió tremendos altibajos en su estado de ánimo, que se podrían asociar con lo que hoy en día conocemos como un trastorno maníaco depresivo.
Fue una época con propensión a la melancolía. Sumado a su carácter difícil, a la mala gestión de su propia suerte, y a su portentoso talento, sus canciones se tiñeron de un carácter único.
Es curioso, porque muchas de las estrellas del Pop y el Rock (incluso del Jazz) de los últimos años han reproducido este patrón: grandes capacidades sumadas a caracteres difíciles, frustraciones personales y altibajos emocionales.
Dowland, no obstante, consiguió imprimir gran belleza en sus obras. Incluso en la tristeza y melancolía que destilan. Sus danzas para laúd son muy variadas, y sus canciones gozan de letras tremendamente poéticas. Su música va siempre íntimamente ligada a aquello que nos está contando.
Es por ello que cumple con muchas de las características de los cantautores y compositores actuales. Con la diferencia que en aquella época los músicos gozaban de largos años de estudio de instrumento y teoría musical y no estaban absorbidos por una industria discográfica como la de ahora.
Canciones como «Flow My Tears», «Come Again», «Can She Excuse My Wrongs», «Can You See The Bright Lilly Grow», «Say Love If Ever Thou Didst Find» o «Wilt Thou Unkind Thus Reave Me» son un buen ejemplo.
Pero posiblemente la canción que describe mejor su trayectoria de vida, sus idas y venidas y su talento musical es «In Darkness Let Me Dwell» (En la Oscuridad Permítanme Morar). Con esta canción consiguió extraer la esencia de la tristeza y, con la contradicción que supone, la belleza de su expresión. En este vídeo podéis escuchar una versión de la soprano Ellen Hargis.
In darkness let me dwell; the ground shall sorrow be,
The roof despair, to bar all cheerful light from me;
The walls of marble black, that moist’ned still shall weep;
My music, hellish jarring sounds, to banish friendly sleep.
Thus, wedded to my woes, and bedded in my tomb,
O let me living die, till death doth come, till death doth come.
In darkness let me dwellEn la oscuridad permítanme morar; el suelo pena debe ser,
el tejado desesperación, para apartar toda alegre luz de mí;
Las paredes de negro mármol, que aún lloran.
Mi música, sonidos infernales discordantes, para perturbar sueño amigo.
Por ello, ligado a mis males, y encamado en mi tumba,
oh, déjenme vivir muerto, hasta que la muerte sea venidera, hasta que la muerte sea venidera.
En la oscuridad permítanme morar.
Una buena manera de conocer la obra de Dowland es el trabajo del dueto formado por Valeria Mignaco y Alfonso Marín.
En el año 2006 el cantante británico Sting grabó un disco junto al laudista Edin Karamazov con canciones y piezas de laúd de John Dowland que se tituló «Songs From The Labyrinth». Es una buena aproximación a la obra del compositor inglés que proviene del ámbito no clásico. Os adjuntamos un vídeo de la canción «Come Again».
En el primer vídeo del post está la canción Flow My Tears, cantanda por el contratenor Andreas Scholl.
Más información: Biografía extensa de John Dowland
Más información de John Dowland: Myspace
Más Información de Andreas Scholl: Web Oficial, Myspace
Más Información de Sting: Songs From The Labyrinth, Web Oficial, Myspace
Más Información de Edin Karamazov: Web Oficial, Myspace
5 agosto 2009 14:08
La musica hecha arte y belleza, me gusta mucho la musica antigua y no conocia a este compositor isabelino… Gracias a este articulo he aprendido un poco más hoy. ;-)
Del periodo renacentista me gusta mucho un desconocido autor español llamado Juan Navarro que incluso musicalizó «La Coplas a la muerte de su padre» de Jorge Manrique.
Sobre la belleza y la recuperación de músicas y estilos antiguos destacaría dos piezas del cantante FRANCO BATTIATO: Una es un homenaje al ‘dolce stil nuovo’ del siglo XIV cantada en Italiano medieval, «Medievale»:
http://www.youtube.com/watch?v=9I6Mtmk10nA
La otra es una invitación a un viaje a La Belleza, «Invito al viaggio» cuyo texto y musica nos envian a tiempos de la vieja Edad de Oro o al Mundo de las Ideas de Platón:
Ti invito al viaggio
In quel paese che ti assomiglia tanto.
I soli languidi dei suoi cieli annebbiati
Hanno per il mio spirito l’incanto
Dei tuoi occhi quando brillano offuscati.
Laggiù tutto è ordine e bellezza,
Calma e voluttà.
Il mondo s’addormenta in una calda luce
Di giacinto e d’oro.
Dormono pigramente i vascelli vagabondi
Arrivati da ogni confine
Per soddisfare i tuoi desideri.
I tuoi desideri.
Le matin j’coutais
Les sons du jardin
La langage des parfums
Des fleurs
Link: http://www.youtube.com/watch?v=bv-1sMy5c4w
Un saludo en estos dias de verano desde este oasis que este gran blog!
gracias!
Isa
6 agosto 2009 11:45
Hola Isabel. Muchas Gracias por tus aportaciones.
Un Saludo a tí también!
30 marzo 2011 19:38
Me ha encantado el artículo, y te ruego me disculpes por corregir una cosa: la canción «Can you see the bright lily grow» no es de John Dowland, sino de un contemporáneo llamado Robert Johnson, y la letra pertenece a la obra de teatro «The Devil is an Ass», de un autor amigo de Shakespeare llamado Ben Johnson.
Enhorabuena por la web
30 marzo 2011 23:18
Hola Diego.
Muchas Gracias!!
Y tienes toda la razón en lo que dices sobre la canción, te agradecemos la aportación. La encontré en un disco de Dowland y acabó de leer los créditos, es justo como dices.
Un saludo.