ONE MAN BAND: un cuento de hadas sobre la mercantilización del arte

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http://www.youtube.com/watch?v=ME5DxqpUgoQ

«En cuatro minutos cuatro personajes, dos músicos callejeros, una niña y
la Música, participan en un duelo medieval, con ritmo y originalidad
como armas. El premio es una mísera moneda y la niña es arbitro
(e insospechable maestro)»
Lisa V.

¿Hasta dónde llegaríamos por una moneda?.

Esta es una de las preguntas sobre las que podemos meditar con el cortometraje «One Man Band» de la compañía Pixar (cuya historia y entresijos ya hemos analizado aquí) y que Lisa V. nos trae a El Lector Alternativo Opina.

Al igual que vimos con el cortometraje «El juego de Geri» sorprende la cantidad de mensajes y moralejas que podemos extraer de 4′ de buen cine.

Estas son las reflexiones de Lisa V.:

ONE MAN BAND

Les presento otra perla de la factoría Pixar, nacida para probar los límites de la sincronización entre mímica y música y florecida como un cuento de hadas sobre la mercantilización del arte.

Los directores Andrew Jimenez y Mark Andrews la escribieron en colaboración con el compositor Michael Giacchino, dando un gran ejemplo de cómo se puede contar una historia con notas. Luego le pasaron la pelota al editor Steve Bloom y al supervisor de animación Anus MacLane, para que dieran coherencia al caos de imágenes y sonidos que juntaron, ya que también hay muchos ruidos ambientales, paralelos a la música.

En cuatro minutos cuatro personajes, dos músicos callejeros, una niña y la Música, participan en un duelo medieval, con ritmo y originalidad como armas. El premio es una mísera moneda y la niña es arbitro (e insospechable maestro).

En pocos compases las dos líneas melódicas se funden en un paroxismo de arcos y vientos, que exaspera a la pequeña y le hace perder su tesoro. Cuando cae el silencio la expresividad de muecas y gestos transmite el mensaje a la perfección: la niña, defraudada por tanta charanga, exige que se le devuelva el dinero o que se le dé un violín. Con un solo asombroso la chiquilla gana mucho más de la moneda que ha perdido y ofrece a los músicos otro reto para ver hasta donde llegarían por una moneda.

Entre risas nos hace reflexionar sobre los prejuicios que los artistas tienen de su público, ya que no siempre se trata de ingenuos fácilmente impresionables o incompetentes. Los niños precisamente son de lo más exigente, como bien saben los que se dedican a entretenerles.

A veces lo más sencillo es lo que aprecian más. La industria les machaca con ritmos y velocidades que quizás estén por encima de su umbral de tolerancia. Un instrumento puede ser mejor que una orquesta entera. Incluso literalmente, puede que una clase de violín les haga más felices que un aparatoso Guitar Hero.

Este corto también nos hace preguntar hasta dónde llegaríamos por una moneda. Si el premio puede ser el pretexto ideal para sacar lo mejor de nuestras prestaciones, ¿hasta qué punto estamos dispuestos a competir? ¿Machacaríamos a otro para ganar, aunque sólo una moneda? ¿Para cuánto estamos en venta?

En los comentarios incluidos en la edición Los Mejores Cortos de Pixar, Vol 1, los directores comentan que al principio no había niña, sólo la competición pura entre los músicos, que pero llegaban a colaborar porque si solos eran buenos, juntos eran mejor. Sin embargo no resultaba divertido que al final toda la ciudad le aplaudiera como equipo.

Así que optaron por lo que yo llamaría parodia de la industria del entretenimiento: a ver quién tiene más efectos especiales. El público se da cuenta de que ha tirado su dinero para un par de farsantes sin alma y decide pasar de espectador a actor. De paso tiene más éxito que los dos juntos y les sube, físicamente, el premio por encima de sus cabezas.

Entonces, la gracia está en que para llegar a las dos monedas ya no colaboran uniendo su música para crear una sinfonía superior, que deleite a toda la ciudad. ¡Más bien se pasan la noche haciendo malabares y trepando el uno encima del otro, pisando los instrumentos y destruyendo su único capital!

Ya veis qué asunto serio es el entretenimiento infantil. No deja de sorprenderme cuánto se puede decir en tan pocas imágenes y hablando al niño dentro de cada uno de nosotros.

Curiosidades: ¡la orquesta real que toca se compone de 38 elementos!

¡Para poco más de 4 minutos de música y dibujos hicieron falta unas cincuenta personas!

Lisa V.

En El Blog Alternativo: Otros artículos de Lisa V.
En El Blog Alternativo: La historia del violinista en el metro, los niños, la belleza y nuestra vida
En El Blog Alternativo: «Tu puedes brillar», el anuncio de Pantene y el poder de la música

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10 Responses

  1. Lola Lila

    7 septiembre 2009 16:16

    Lisa estoy muy de acuerdo contigo en que lo mas importante és que la música, el espectáculo esté dotado de alma, eso es lo que conecta con los niños, pero esto va más allá de los conceptos de simplicidad o complejidad, estos tienen que ir en sintonia con el producto que sale del ser…»un instrumento puede ser mejor que una orquestra entera…» o no!!! creo que los términos mejor o peor estan en función de la coheréncia o la honestidad y no con los instrumentos o ritmos usados.

    Creo que Pixar es una grata excepción de lo que se hace para niños a nivel musical, por lo menos en nuestro país. La mentalidad de los creadores de productos mass media de nuestro país és: «el rap funciona…está de moda, por tanto PUNTO DE PARTIDA: el rap». Después, durante todo un verano los niños se comen «el rap del niño idiotizado» y hasta los educadores, el último dia de esplai, les preparan la coreografia. Pero la culpa no la tiene el rap ni la música electrónica.

    Creo que el film de pixar, cómo muchas de sus producciones tienen un punto de vista muy diferente, otro PUNTO DE PARTIDA, de una forma natural y sincera su producto puede acabar convirtiendose en un rap y creo que es este proceso, mas largo, laborioso y auténtico el que hace conectar con el alma de las personas.

  2. Karolus

    7 septiembre 2009 17:22

    Genial. Para mí el vídeo deja entrever también un grave problema sobre la oferta cultural dirigida a los niños: que no se piensa en ellos. Es muy difícil encontrar algo de oferta dirigida a público familiar en que el verdadero objetivo no sea la moneda, la que va al bolsillo o la que engrosa el propio ego. «Entretenimiento» como palabra ya dice mucho de lo que el negocio es: hacer pasar un rato a los niños sin muchas pretensiones. Eso refuerza aquella idea de que la infancia es como un estado transitorio, como un grano que sale y se cura con el tiempo, en el camino de ser adulto. Cuando te encuentras con algo que está hecho pensando en los niños, sin concebirlos como idiotas, sin usar diminutivos constantemente, sin pensar que no tienen ni idea ni criterio y que se les puede colar de todo…, entonces es como un bálsamo. Así crecemos, alimentados de bazofia para nuestro estómago, para nuestro corazón y para nuestra mente. Eso sí, bazofia que nutre de monedas a los hombres orquesta que con su chin-pun y su fanfarria nos nublan la vista, nos convencen y nos atontan.
    Un saludo y felicitaciones por el artículo.

  3. Lisa

    7 septiembre 2009 22:02

    Pido disculpas por «un instrumento puede ser mejor que una orquestra entera». Es que tengo un débil por el violín a causa de mi novio, del cual me enamoré cuando le vi tocar un solo… Es cierto, mientras que tenga alma, cualquier instrumento o conjunto nos elevan a alturas insospechadas. También nos hacen reflexionar, como los 38 elementos que tocan durante este corto. Mucho depende de los artistas y de sus intenciones, pero también de la predisposición del público. Lo bueno de los niños es que, aun teniendo juicio no tienen prejuicios. Escuchan con plenitud a todo el mundo y sólo después deciden con qué quedarse. No soy madre, pero si tuviera un hijo intentaría que desarrollara su gusto así, escuchando a varias voces para poder encontrar la suya.
    (¡Qué decepción si luego se me fuera con «el rebaño»!)
    Un saludo y gracias por vuestros comentarios!

  4. Emi

    3 noviembre 2010 06:58

    Hola Lisa, soy un amnte de la musica, de casi todos los generos, hace años que quiero conseguir el tema original de esta animacion, me refiero a la musica original que es conosidicima, no a la de Michael Giacchino que creo que mesclo varios temas, no se si es rusa o bulgaro, me refiero a cuando arranca el violin , esa melodia, si me podes pasar el nombre o el utor te lo agradeceria,

  5. Can-Men

    8 noviembre 2010 22:49

    RESPUESTA DE LISA

    Respecto a la música que suena, sólo encontré los nombres de los solistas, Clayton Haslop y Mark Robertson. En la página de Michael Giacchino, (http://www.youtube.com/watch?v=Op7GsUAiRnM) el compositor, no se revelan sus fuentes. En Yahoo answer encontré hipótesis como la de que se haya inspirado a una Czardas búlgara de Vittorio Monti, como ejemplo se puede ver:

    http://www.youtube.com/watch?v=Op7GsUAiRnM

    http://www.youtube.com/watch?v=p4KGGr68D9k

    Saludos

  6. Emi

    16 noviembre 2010 00:52

    Mil gracias por el dato , es que es muy parasida la Czardas de Monti, me hace dudar si es esa o no, igual muchisimas gracias por todo, Emi

  7. NeoAtrid

    21 junio 2013 08:45

    Tres años despues…. eh aqui que la musica es, a todas luces, una version de una danza hungara por Johannes Brahms, la cual recibe el nombre de «Danza Hungara #5» valla originalidad de los nombres no? e.e’ la pueden encontrar aqui… https://www.youtube.com/watch?v=3X9LvC9WkkQ y si gustan de la musica mas potente, pues esta tambien incluida en una cancion de Mago de Oz llamada «El santo Grial» que la verdad suena muuuuuy bien http://www.youtube.com/watch?v=vrjcLoRONrM

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