A todos nos gusta que en nuestro pueblo se celebren las fiestas patronales por todo lo alto, y uno de los platos fuertes son las veladas de baile amenizadas por una orquesta de esforzados músicos.
El problema es que el caché de los grupos musicales que recorren nuestra geografía no es nada barato; sus gastos suben y suben: equipos musicales, combustible, medio de transporte, combustible, alojamiento, vestuario,…
Esto provoca que en algunos lugares se vean obligados a reducir o anular las sesiones de baile con música en directo. Esto último es lo que ha ocurrido últimamente en algunas aldeas de A Coruña. Y para que la fiesta vuelva a la aldea una veintena de vecinos de Oza dos Rios (A Coruña) crearon el año pasado una orquesta de pega: La París de Oza.
La París de Oza actua en riguroso «play-back» en lugares donde hacía años que no se celebraba ninguna verbena por falta de presupuesto. Una pequeña aldea puede tener su noche de fiesta y diversión por 2.000-2.500 euros. Este dinero se destina al alquiler de escenario, los trajes, les instrumentos y las comidas. Y si sobra algo al final del año los integrantes del grupo se van de viaje con sus parejas.
Esta singular orquesta está formada por albañiles, mecánicos, fontaneros, pintores, jardineros,herreros,amas de casa y hasta por un cura. Ellos emulan a cantantes y orquestas famosas (entre ellas una de las mejores orquestas de Galicia: la París de Noia) con sus merengues, pasodobles o el swing de la orquesta de Glenn Miller.
Crean coreografías para cada canción, utilizan instrumentos reales y llenan de fiesta y diversión sus actuaciones. Pero de cantar o tocar… nada de nada, ya se lo dejan claro a las comisiones de fiestas que les contratan y lo explican al público en cada velada.
A este grupo de amigos yo los considero como una ONG de la fiesta (solo cobran para cubrir gastos).
Ocurre que algunas personas ven en ellos un intrusismo profesional. Yo no lo veo así, la París de Oza actúa donde por tema de precio no pueden actuar las orquestas de toda la vida, viene a ser algo así como una versión mejorada de un señor poniendo discos.
Mientras se dediquen solamente a actuar en los lugares a los que no llegaba la diversión en los últimos años, estarán haciendo un buen trabajo. A los demás sitios que llegue la música en directo, que no se puede ni comparar con la música enlatada.
La idea ha tenido muy buena acogida entre los vecinos y ya se está preparando el relevo generacional con la París de Oza Junior, que ameniza los descansos de su hermana mayor.
Vía: El País
Web oficial: Orquesta París de Oza
20 septiembre 2009 15:15
Anda que no se lo tienen que pasar bien, unos y otros… Que se lo han montado cañón, podían ir tres o cuatro, en plan Beatles, pero no, ciento y la madre con todo tipo de instrumentos… Que viva la fiesta!!