
Las viñetas que publica El Roto en el diario El País destilan una inteligencia poco común. Y, como suele pasar con los textos inteligentes, no tienen sólo una lectura…
La pantalla de internet, o de la televisión, no es más que un instrumento. Es decir, no es ni buena ni mala en sí. Depende de la motivación de los seres humanos que sean un instrumento maravilloso al servicio del conocimiento, o una herramienta para esclavizar voluntades. Y la viñeta nos muestra precisamente uno de los usos negativos de internet.
¿Cuantas veces usamos internet o la televisión para librarnos de nuestros hijos, para «tenerlos tranquilos un rato»? No digo que la informática no pueda ser educativa en sí, pero… ¿seguro que siempre nuestra motivación cuando dejamos a un niño delante de una pantalla es que sea enriquecedor para ellos? ¿Cuántas veces es por puro egoísmo?
Vamos a por la segunda lectura que se puede hacer: si bien internet nos habre una puerta inmensa a la realidad, no debemos confundir la herramienta con el todo. Es decir, nunca la experiencia pura de abrir la ventana y asomarte de verdad al mundo debe ser sustituida por ninguna pantalla.
A veces es necesario dejar de ver la lluvia en la pantalla y mojarse, empaparse de realidad no virtual.
Y nuestros niños deberían aprender ese concepto en primer lugar, ¿no os parece?