«Lo que se les dé a los niños,
los niños lo darán a la sociedad»
Karl A. Manninger
psiquiatra estadounidense
Hoy es un buen día para los Derechos Humanos y, más concretamente, para los derechos de los que menos pueden defenderse: los niños. Hoy es el día donde una iniciativa hermosa y comprometida celebra su segunda edición…
Ya el año pasado nos sumamos a la Blogcampaña contra la Pornografía Infantil organizada desde los blogs La Huella Digital y Vagón Bar. Y pudimos comprobar que si bien los enfermos sexuales son muchos, la gente solidaria y con ganas de acabar con esa lacra somos muchos más…
El problema de la pornografía infantil enlaza con una depravación /enfermedad muy profunda en la psique de la persona que escribe «lolita» o «angels» en un buscador de internet. Y a muchos niveles.
Debemos intentar comprender una cosa: cuando hablamos de pornografía infantil estamos tratando con una costumbre fuertemente adictiva. Nos alimentamos no sólo con los alimentos que entran en nuestro aparato digestivo, sino con todo lo que dejamos que pase por cada uno de nuestros sentidos. Si permitimos que conductas como esta pasen a conformar parte de nuestra mente siquiera una vez, la contaminación que eso provocará en nuestro ser es astronómicamente mayor.
Porque hay miles de excusas y explicaciones para esa primera vez: la curiosidad es quizás la más recurrente de ellas. Pero, ¿verdad que no matamos a nadie «por curiosidad»…?
No lo hacemos, porque sabemos que es un acto intrínsecamente negativo. Y la pornografía infantil es exactamente lo mismo: un acto que denigra al ser humano, que destruye todo lo bueno que pudiera tener esa persona para hacerla una esclava de los instintos más primitivos y salvajes del hombre. Y no nos equivoquemos: generalmente, la persona que comete estos delitos contra la humanidad SABE que lo que hace está mal, muy mal.
No somos seres formados por compartimentos estancos. No podemos ser un padre de familia ejemplar y un buscador de «boyboys» o «preteens» en nuestro tiempo de ocio. No funciona así, y antes o después las consecuencias del mal con el que inundamos nuestro interior salpicará todas las facetas de nuestra vida.
Por ello, no puede haber ningún tipo de tolerancia ante comportamientos así. Ni pornografía infantil blanda, camuflada como artística en muchos medios, ni dura, ni nada. Si hay adultos que quieren alimentarse con pornografía entre adultos, allá ellos: es su mente, su cuerpo y su vida.
Pero no hay derecho a, primero, abusar sexualmente de alguien que no se puede defender y, segundo, permitir que se trafique de ninguna manera con material que atenta contra los derechos de la infancia.
No les podemos fallar.
Vía: La Huella Digital
Más información: Save the children
En El Blog Alternativo: Maltrato infantil
21 noviembre 2009 16:12
me parece que se estan olvidando las CAUSAS que llevan a estos comportamientos, si alguien mete en un buscador «lolita» es porque toda la CULTURA y los medios de comunicacion apuntan a eso
una mujer de 40 es considerada vieja y fea, y una nena de 12 es considerada el ideal de belleza a seguir, el problema es educacional, de poco sirve matar las hormigas si sigue habiendo comida podrida debajo de la mesa, hay que ELIMINAR la causa
22 noviembre 2009 14:48
Gracias por recordarnos estas fechas, en la escuela especial trabaje con los niños el tema, hicimos carteles,los pegamos por el pueblo y en tanto ibamos informando a la gente que cruzabamos, tambien fuimos a la radio local para que pasen la info. de nuevo, gracias!