Victoria Cirlot, medievalista: «El grial es … ¡Luz!»

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«Aunque los caminos de la búsqueda son numerosos,
la búsqueda es siempre la misma»
Yalal ad-Din Muhammad Rumi

Lo que iba a ser la dedicación profesional y vital de Victoria Cirlot vino marcada desde la cuna no como un imposición, sino con la alegría del reconocimiento vocacional: su padre, Juan Eduardo , fue uno de los medievalistas más importantes de su generación, poeta y escritor de mérito…

Victoria Cirlot es profesora de literatura medieval en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y autora de 4 libros entre los que destacan «La mirada Interior: escritoras, místicas y visionarias en La Edad Media» y «Figuras del destino: mitos y símbolos de la Europa Medieval».

En esta entrevista publicada en La Contra de la Vanguardia el 28 de Junio del 2005 desgrana para mí varias ideas muy interesantes sobre lo que somos y cómo hemos llegado a serlo… a través, en parte, de la Literatura y el Arte.

Hay varios conceptos claves en las palabras de la profesora Cirlot. Para empezar, la idea de héroe que nos muestra ya daría para muchas tesis al respecto, pero yo me voy a quedar con un aspecto insoslayable y significativo del adalid: la duda.

El héroe siempre pasa por un momento de duda, de no saber qué hacer. Uno de los ejemplos más socorridos es el de Jesús en el huerto de Getsemaní, cuando duda ante lo que sabe que va a pasar, pero no es el único.

En el fondo, es una muestra de la humanidad que impregna al héroe en sus pruebas iniciáticas: mientras no SABE todavía, duda, se pregunta si será él, si lo que ve es cierto… Es una prueba más que debe pasar, la de la confianza. Pero, confiar ¿en qué…?

Las respuestas podrían ser muchas, pero en el fondo no es más que confiar en sí mismo: pues todos tenemos dentro una chispa divina que espera nuestro reconocimiento…

Otro aspecto muy interesante es la idea de búsqueda espiritual desde el fracaso: el ejemplo de Parsifal es claro. Se le presenta la oportunidad de estar ante el Grial y no reacciona. Es un fracaso porque no acierta a preguntar la frase correcta, y a partir de ahí se lanza a una búsqueda sin desmayo.

En el fondo, hay otra forma de interpretarlo: puede que no estuviera preparado para la prueba, y que con la madurez de sus experiencias le fuera dado el conocimiento. Pero el mensaje también es relevante respecto a cuál tiene que ser nuestra reacción ante la dificultad: lucha, búsqueda.

Pues si un Parsifal fracasó una vez… ¿qué no haremos nosotros? Y ya sabéis que la valía de un ser humano se demuestra levantándose tras la caída…

Y será a través de la lucha, de la búsqueda, como nos daremos cuenta de que precisamente cuando no necesitemos peregrinar más, cuando la aventura pierda sentido y ya no esperemos nada, entonces será el momento en que la gracia de la iluminación tenga más posibilidades de presentarse.

¿Y cuál es el camino que nos señalan los mitos medievales para encontrar el Grial, es decir, La Luz? El Amor. El Amor consciente, el abandono al Amor de Dios, o de la Fuente Primigenia. En el fondo, convertirnos en canales para el Amor Universal…

Hermosa receta.

Os dejo con las palabras de Victoria Cirlot

¿De dónde nace su interés por lo medieval?
Crecí entre cascos y espadas medievales, pinturas góticas…, piezas de arte que mi padre coleccionaba.

¿Todo auténtico?
¡Le horrorizaba lo falso! La pieza más antigua es una espada merovingia ¡del siglo VIII! Mi padre vivía el medievo, sentía la historia en sus propios huesos…, ¡la recordaba! Y esos objetos le ayudaban a conectar…

Es usted hija del medievo.
Lo somos los europeos, pues fue en el medievo donde se forjó la síntesis entre cultura clásica, mitos célticos y cristiandad. Y esa fusión cristalizó en las obras de Chrétien de Troyes, el padre de todo lo que vino después.

¿A qué se refiere?
¡A toda la literatura medieval europea! A toda la novelística… hasta El Quijote… y hasta el Ulises de Joyce: hasta ahora mismo.

¿Sí? ¿Todo viene de Chrétien de Troyes?
El imaginario europeo se forja entonces, y todas las posibilidades novelescas están ya concebidas en los cinco romans de Chrétien: Erec, Cliges, El caballero de la carreta, El caballero del león y El cuento del Grial.

¿Y quién fue ese tal Chrétien de Troyes?
Sólo sabemos que escribió en el siglo XII.

Qué enigmático… ¿Y qué parte de mitología céltica contienen sus relatos?
Lo es la idea de un reino sin su reina, raptada, por ejemplo: sin reina, el reino se sume en la infertilidad, la tierra deviene estéril… Raptada Ginebra, El caballero de la carreta, Lancelot, parte para rescatarla.

Y la rescatará, claro.
Sí, pero lo interesante es el planteamiento de la escena inicial de ese relato: una carreta en el bosque… y Lancelot, de pie, ante ella.

Ah. ¿Y qué tiene esto de interesante?

¡Una carreta simbolizaba en esa época lo más infamante!: en ella se paseaba a los presos, delincuentes, condenados… El caballero Lancelot ha reventado ya dos caballos al galope y, sin montura, se topa con esa carreta…

¿Y qué hace Lancelot? ¿Sube a la carreta?
Duda. El caballero duda. ¡Como todos los héroes ante su misión! Como Cristo ante la cruz (“Señor, aparta de mí este cáliz”). Pero, al fin, ¡sube! Lancelot es la figura del sacrificio, simboliza la vida del que se entrega, del que mata el “yo” para que viva el “tú”.

¿Acaso es todo simbólico en las novelas artúricas?
Todo lo que se nos cuenta en ellas conduce a una pregunta central: “¿Cómo es la vida, cómo vivirla?” ¡Es un pensar sobre la vida!

Y… ¿qué hay de la respuesta?
Plantean dos vías: la aventura y la búsqueda. ¡Dos ideas que han quedado en nuestro imaginario, en la identidad europea!

La aventura y la búsqueda… ¿La acción?
Sí. Ahí está Perceval en El cuento del Grial, busca que buscarás, siempre errante…

¿Quién es Perceval?
Perceval es un chico al que su madre cría en una “floresta solitaria” para mantenerlo alejado del violento horror caballeresco…

¿Tan sangriento era ese mundo?
Los caballeros colgaban de la silla del caballo las cabezas cortadas de sus enemigos…

Glups… ¿Y qué pasará con ese chico?
Un día ve aparecer a cinco caballeros rutilantes. Deslumbrado, les sigue a la corte, desoyendo a su madre. ¡Lo único que quiere ya son armas! Y logra ser armado caballero…

Pobre madre…
Sí. La madre muere. Él no lo sabe: está regresando para verla cuando ¡se le aparece un castillo donde antes nada había! Es acogido por el rey y durante la cena ve pasar por la sala un cortejo de damas… portando el Grial.

¿Y qué hace él?
No se atreve a preguntar nada. Ya la mañana siguiente, al despertar, ¡todo ha desaparecido!: castillo, rey, damas, Grial… ¡Todo!

Para una vez que alguien ha estado tan cerca del Grial…
Eso le reprocha luego una mujer en la corte: le increpa por no haber preguntado a quién sirve el Grial. ¡Siempre una mujer!: la madre tierra, la diosa… Y Perceval se lanza a errar (no dormirá ya una sola noche en el mismo sitio), a buscar, a vivir preguntando…

¿Y qué mensaje encierra todo esto?
Perceval es el personaje que ha conocido el fracaso y su vida queda abierta a un horizonte hecho de búsqueda, de preguntas: ¡un destino abierto a la vida del espíritu!

Instructiva interpretación.
Pero hay otras. Una: ¡hay que preguntar en el momento idóneo! Y aún otra: cuando uno busca… ¡no encuentra lo que busca!

Claro, porque el castillo del Grial se le aparece cuando él no lo está buscando…

La gracia aparece cuando quiere

Si eso es así… ¿qué hacer? ¿Cómo actuar?
Estos mitos nos enseñan que el camino es el amor. En este caso, el amor a la dama, a la mujer…, que acaba por llevar a Dios. Cuando Tristán escolta a Iseo para que case con su tío, bebe por azar un filtro… y se enamora de ella. Y Tristán se aparta, se retira al bosque.

Vaya…: ¡ni Lancelot ni Perceval ni Tristán parecen ser muy dichosos, pobres…!
Fíjese que los tres necesitan salir de la corte, de la sociedad, para hacerse: ¡vemos nacer en Europa una conciencia de individuo!

¿Y qué pregunta le haría usted al Grial?
Lo apuntó Eschenbach, continuador del cuento en el siglo XIII: pregúntale al prójimo “¿Cuál es tu sufrimiento? ¿Qué necesitas?” .

¿Y nos reveló de paso qué era el Grial?
No, eso no: no puede decirse. Es inefable, es… todo lo que trasciende lo individual.

¿Cómo se representa usted el Grial?
Luz. El Grial es luz, pura luz. La luz.

Vía entrevista: La Contra
Venta online de los libros de Victoria Cirlot: La Casa del Libro
Más infomación y foto: El País

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