Espero que algún día te unas a nosotros, y el mundo vivirá como uno»
John Lennon , genio y artista.
Lo que hoy os presentamos es un precioso ejemplo de «normalidad». O, más bien, de lo que debería ser la normalidad, es decir: la unión de todos en un mismo corazón.
Imaginadlo, por un instante…
Glee es una serie estadounidense ganadora de un Globo de Oro. En el fragmento que os presentamos arriba, un coro de estudiantes sordomudos inicia la interpretación de la canción «Imagine», de John Lennon.
Evidentemente, el efecto está muy buscado. No obstante, me llamó la atención precisamente lo extraño que nos resulta algo así, es decir, lo anormal que ha llegado a ser la anormalidad.
Sobra decir que Imagine, la eterna canción de Lennon, tiene una magia capaz de unir los universos más opuestos. Una magia que se conoce desde el principio de los tiempos, y que perdurará más allá de todo.
Una magia llamada Amor. Y desde la unidad en el Amor, más allá de las aparentes diferencias…
Se llega a la unidad con Dios.
Pd: Gracias, Txema.
20 enero 2010 17:18
¡Hola! Muy bonito el vídeo. Me gustaría señalar un detalle que también ví en otros artículos (como el que habla de la sordociega Hellen Keller y el de la chica sorda del anuncio de Pantene). Estoy aprendiendo lengua de signos, y los/as profesores/as continuamente nos señalan que hace tiempo se pensaba que a las personas con sordera se les llamaba «sordomudas» porque aparte de no poder oir se creía que tampoco podían hablar. Sin embargo, este término es incorrecto, ya que las personas sordas no tienen ningún problema en las cuerdas vocales y sí pueden hablar, sólo que al no poder escuchar la lengua oral les cuesta un trabajo extra y deben emplear métodos diferentes de aprendizaje para adquirirla. Sí que existen discapacidades que se dan juntas como la sordomudez y la sordoceguera, aunque su prevalencia es muy escasa, y la mayoría de las personas sordas son solamente sordas. Me alegra que habléis estos temas en el blog, ya que es un mundo que las personas oyentes desconocemos bastante y no nos paramos a pensar en sus implicaciones. ¡Gracias y un saludo!
20 enero 2010 17:40
Hola, Nihacc: totalmente de acuerdo, y pido disculpas desde ya por el error. De hecho, he pensado que lo mejor es precisamente NO CORREGIRLO, y que la gente que lea los comentarios se de cuenta precisamente de la injusticia que siempre suponen las generalizaciones. Si lo corregimos sin más, el detalle, que a mí me parece muy importante, no quedaría resaltado: me parece más interesante lo contrario. Un saludo y muchas gracias.
20 enero 2010 21:31
Es una pasada. Me ha encantado.
Y encima con una canción sobre hermandad e integración (brotherhood of men).
Y he observado una cosa en la que no había caído. Los sordos pueden llegar a hablar pero ¿y las notas musicales? ¿se les pueden enseñar?