
Las Cuatro Estaciones es uno de los conciertos más populares de lo que conocemos como «música clásica». Antonio Vivaldi innovó en su composición, tratamiento, concepto, y en su momento supuso un antes y un después en el modo de componer un concierto.
La obra, incluida dentro del conjunto de doce conciertos conocido como Il Cimento dell’armonia e dell’inventione, representó una de las primeras piezas en que no sólo había un instrumento solista o protagonista (en este caso el violín), sino también la orquesta como bloque representativo.
Por ello Las Cuatro Estaciones es una obra tan evocativa y poética. El Barroco, género predominante en la época en la que vivió Vivaldi, se caracterizó por la cantidad de detalles y lo recargado de sus obras. No obstante, Vivaldi usó esa característica para imprimir detalles de tipo musical para evocar emociones, sensaciones y vivencias que el espectador podía revivir con su audición.
En «El Invierno» (Concierto Nº4 en Fa menor), así como las 3 estaciones restantes, propone una serie de detalles y sensaciones que describen momentos que experimentamos durante esa estación. Y no sólo por la meteorología…
La pieza está dividida en 3 movimientos: Allegro non molto, Largo y Allegro.
Existen diversas interpretaciones sobre lo que Vivaldi quiso imprimir en la obra: el frío, el abrigo de la casa al calor de la chimenea, el hielo, el viento colándose por las puertas…
Creo que lo mejor es invitaros a imaginar que hay dentro de cada detalle y cada nota, entendiendo el invierno como una estación de cambio hacia el florecimiento, y que mientras está presente todo muere para poder ser renovado.
Allegro non molto:
Largo:
Allegro:
La interpretación de estas piezas está dirigida por Rainer Kussmaul, y la violinista principal es Julia Fischer
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Autor: Carles Pérez (Karolus)
Astrólogo, Terapeuta Transpersonal, Morfopsicólogo y Formador en Being The One
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10 marzo 2010 06:56
Gracías por traernos esta maravillosa obra, sobre todo ahora que ha recrudecido el invierno en Mallorca, brrr!, es magnífico re-escucharla, sobre todo de mano de este maestro. Saludos.
12 abril 2010 23:13
A mí me evoca:
-Allegro non molto: Viento gélido, de ese que te vuela el sombrero y se te mete por las rendijas del abrigo.
-Largo: La paz de la nieve cayendo.
-Allegro: El final. La muerte de lo viejo que debe dar paso a lo nuevo.
Eso es lo que yo he sentido.
A veces tenemos cosas estupendas y muy conocidas, como «Las estaciones de Vivaldi», y no disfrutamos de estos regalos de la historia.
Gracias por recordárnolo.
22 octubre 2010 08:40
Cualquiera de las partes de esta obra es magnífica y por mucho que la hayamos escuchado mil veces yo cada vez que me pongo a ello descubro nuevos matices. Una maravilla!