
Desde hace algún tiempo, mucha gente viene refiriéndose a nuestra época como «un cambio de era» o un «nuevo paradigma». Astrológicamente hablando, dicha era corresponde a la constelación de Acuario.
Más o menos tenemos cierta idea de lo que postulan los valores de dicho signo. Pero hay que subrayar que muchos de esos valores e ideas se basan en algunos tópicos e informaciones erróneas.
Un ejemplo claro es que, al contrario de lo que mucha gente cree, Acuario es un signo de aire y no de agua. Desde un punto de vista astrológico, su vibración es relativa al pensamiento y no al sentimiento. Efectivamente uno de sus valores principales es la fraternidad, el grupo y la unión, pero también la tecnología, la innovación y la renovación.
Comprender bien la energía de Acuario es imprescindible para entrar adecuadamente en su tiempo; empaparse de su filosofía y de sus valores no es únicamente optar por fomentar la libertad emocional, sino también alcanzar la libertad mental, la aportación al grupo como individuo, y aceptar una renovación hasta los cimientos.
Una de las creencias erróneas más extendidas es que una era se inicia en un momento concreto. Nada más lejos de la realidad…
Los Mayas predijeron dicho cambio con su calendario, el Tzolkin, basado en el movimiento del sol y en los años que este tarda en completar un «año heliacal o Platónico». Dicho año equivale a 25.920 años terrestres, por lo que el sol recorre cada signo zodiacal en 2.160 años (25.920/12).
Eso nos lleva a deducir que si las eras duran 2.160 años, el cambio de una a otra debe de ser bastante paulatino, como una gradación de un color a otro. En Astrología cada signo ocupa 30 grados de longitud en la rueda, con lo cual cada grado recorrido por el sol supone 72 años terrestres (2.160/30).
Los cálculos salen rápidos: El último grado de Piscis, la era anterior, y el primero de Acuario suman 144 años. Ese es un cambio realmente paulatino, como una adolescencia cósmica… Así, el cambio se vive durante dos o tres generaciones. El cambio no se da en tal o cual momento, va dándose poco a poco.
En los años 60 y 70 se gestó el movimiento Hippie, que empezaba a representar algunos valores Acuarianos: fraternidad, igualdad, no violencia, conciencia de grupo, apertura a otras realidades conscientes…
El cambio de Piscis a Acuario supone mucho más que eso. Supone dejar atrás una conciencia basada en la fe, los dogmas y las creencias ciegas a una consciencia espiritual más elevada. A entender el grupo no sólo desde el punto de vista fraternal, sino cómo un conjunto en que todas las cosas están relacionadas, en el que existe un equilibrio y por lo tanto cualquier acción desacertada trastoca el sistema, pudiendo hacer que perezca. La película Avatar es un buenísimo ejemplo de ese concepto de unidad.
Significa que lo que uno aporta o no aporta afecta al grupo, nutre o desequilibra, emponzoña o sublima. Más allá del «todos somos hermanos» y el «somos iguales», Acuario se dirige al «todos somos uno y cada uno es responsable de sí mismo para engrandecer a ese uno».
Muchos entienden esta época como un tomar prestado constante, en que lo tuyo es mío y viceversa. Nada de eso. El cambio en el grupo empieza por el del individuo, y empieza desde un punto de vista mental abstracto. Piensa globalmente, actúa localmente. El conocimiento de las leyes del universo, del funcionamiento del planeta como un todo, de la red crística, de la energía en todas sus vibraciones, todo ello supone energía de Acuario.
Meterse en casa ajena, tomar luz del vecino y llenar cubos de agua de la fuente no lo es en absoluto, es simplemente energía de la «Era del Caradura». Acuario va a suponer salir del ego autocentrado, del que se mira sólo su ombligo, para entrar en la consciencia en el alma, centrada en que todos vayamos bien. La moral será sustituida por la ética, y lo lícito por lo debido.
Evidentemente para pasar de una época a otra se necesitan romper determinadas estructuras que a lo largo de los siglos se han cristalizado, bien situadas y en lugares de poder. Dichas estructuras están en contra del proceso evolutivo de la humanidad, y oponen resistencia mediante la dictadura de sus creencias.
Es época de arremangarse, de abrir conciencia. A mayor entidad espiritual y mayor vibración tenga el individuo, mayor será la del grupo. En Acuario el hombre «despierta», energía mental, y descubre hacia dónde va y que hace aquí.
La frase bíblica referente a «los últimos serán los primeros» nos dice que en cuanto un número determinado de personas vibre a un determinado tono, sea suficientemente consciente, haya «despertado», haya salido de Matrix..., entonces todos vibraremos en ese determinado tono. Ese grupo es lo que se conoce por la «Masa Crítica».
Esa Masa Crítica es lo que se conoce por la «Segunda Venida», «La Parusía» o la «Nueva Jerusalén». En este caso no será la llegada de un sólo individuo que nos traiga un mensaje, sino que será un grupo suficientemente numeroso que vibre a determinado tono, y que consiga elevar con ello la vibración del planeta hasta niveles de energía «crística», y así dichos valores sean realmente manifestados.
Ese grupo deberá realizar un servicio a sus semejantes menos despiertos, encender su propia luz primero para después iluminar a los demás. Ese detalle no es baladí, pues nos vuelve a remarcar que el primer paso en Acuario es el trabajo en uno mismo para poder servir luego a los demás.
Acuario es un signo de aire, de energía mental. Puede llegar a ser genial e innovador. La tecnología y la ciencia en Acuario darán un giro irremediable. Básicamente porque Acuario piensa en el grupo y en el bien común, por tanto ciencia y tecnología serán limpias y baratas, y su uso racionalizado. Además de accesible para todos. «Ciencia con consciencia».
Lo inservible acabará cayendo por su propio peso. La mente Acuariana criba y desecha todo aquello que perjudique al sistema. La luz en Acuario tiene la función de llevarse todo lo que ya no sirve, aquello que está caduco y pertenece a comportamientos y actitudes individualistas, egoístas y autocentradas. Al igual que hace un río fluyendo, o incluso desbordando.Y lo hace a nivel grupal pero también a nivel individual, pues el universo funciona como un holograma y si en sus pequeñas partes falla, falla en todo el sistema.
Acuario exige seres humanos que trabajan para ser mejores, para iluminar su consciencia. Después del recibimiento de esa luz, el Acuariano debe usarla como un faro para sus semejantes, trabajando para el grupo al que pertenece, para la unidad.
Bibliografía Utilizada: Monferrer, Eva; La Evolución de la Consciencia. Libro Séptimo: El Cambio de Era. INDRA, 2009.
Bibliografía Utilizada: Aïvanhov, Omraam Mikhaël; Acuario, la llegada de la Edad de Oro. Ed Prosveta.
Bibliografía Utilizada: Bailey, Alice A; Los Trabajos de Hércules. Ed. Luís Cárcamo, 1974.
En El Blog Alternativo: Era de Acuario.
14 junio 2010 12:40
Si no fuera porque Acuario también es creerse ideas disparatadas y poco prácticas a la búsqueda de una originalidad forzada, gelidez, autocentramiento, nula autocrítica, ultraindividualismo, conservadurismo, opiniones rígidas, libertinaje, corrupción, tacañería y carecer de empatía emocional, creería que aún no habíamos ingresado en la maravillosa era de Acuario…
Está bien lo de «ALGUNAS» claves, aunque son más bien «escasillas» para entender esto de las eras y los signos. Todos tienen su cara y su cruz y además las eras siempre señalan un eje y en este caso nunca hay que olvidar a Leo a la hora de explicar la superguay era de Acuario.
Vaya flipe acuariano arrastramos!, uno de los errores típicos es pensar que lo nuevo es mejor simplemente por ser nuevo. «Nueva era» jijijjiji, me recuerda a lo de «nueva fórmula mejorada» en las galletas que comía hasta el mes pasado… -Lo de mejorada será para tu bolsillo, me cobras lo mismo y tú ahorras en los ingresientes. En fin, que ahora son una Nueva Caquita intragable.
Y aquí van tres acuarianos admirables: Ronald Reagan, Boris Yeltsin y Nicolás Sarcozy. ;)
14 junio 2010 21:14
La energìa de acuario,dibuja un escenario muy esperanzador si lo comparamos con el que actualmente vive el planeta.Alcanzar los niveles de conciencia requeridos por la nueva era,supone conflictos,dolores,pèrdidas…bueno,es el costo del aprendizaje.No hay experiencia negativa.
27 julio 2011 10:04
artículo de astrología seria sobre los nuevos tiempos de Acuario
http://logosastrologiaesoterica.blogspot.com/2011/07/acuario-nuevos-tiempos.html
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Plutón en Capriconrnio: Transformación y drenaje de todo tipo de proceso Kármico. Purificación para afrontar nuevas situaciones. Lo inservible o cristalizado debe “morir” para dar paso a la novedad.
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Urano en Aries es un paso que nos habla de esta novedad. Urano es el regente jerárquico de Aries, el signo de la ideeas, del primer impulso que nos hace avanzar, siendo pues la entrada de Urano en este signo el simbolo del principio de un nuevo ciclo o de la llegada de nuevas y poderosas actitudes de Vida.
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Neptuno en Piscis: Esta “hermosa” influencia da a entender que la humanidad deberá pasar por nuevos procesos en los cuales se adquirirá una nueva sensibilidad. Para decirlo de forma escueta habremos de aprender a diferenciar entre sensiblería y auténtica sensibilidad psíquica. La emoción es una fuerza inestimable para el hombre, siempre y cuando esté relacionada con una necesidad real y no un deseo egoista.
30 julio 2011 11:08
Una amiga mía se atrevió a comentar que vacunó a su hija delante de un grupito de mamás «Nueva Era» Todas se echaron sobre ella sin piedad, y en adelante dejaron de hablarle. Ella me dijo: «¿dónde están el amor y la comprensión de los que tanto hablan»?
Ken Wilber afirma dos cosas sobre la Nueva ERa:
1- Es un puñado de almas auténticamente transpersonales, que es seguido por una masa de seres instalados todavía en visiones pre-personales de la realidad.
2- Si hemos tardado unos espantosos 15.000 millones de años en recorrer la mitad del viaje hacia el Ser, es muy dudoso que lo completemos el próximo martes por la tarde.
Está muy bien hablar de «conciencia crística» y otras cuestiones la mar de elevadas, pero a millones de ciudadanos lo que les hace falta es algo mucho más pequeño. Quizás dejar de pegar o gritar tanto a los hijos. Quizás alcanzar (por lo menos) un ego racional maduro. Quizás llegar a entender enteramente lo religioso, en vez de pasar de golpe y porrazo a un misticismo simplón que se reduce a angelitos y maestros «ascendidos» sospechosamente parecidos a sus seguidores.
Desde luego, todo esto NO se va a cumplir en 72 años. Ninguna clase de «nueva energía» va a impulsarnos hacia ningún lado, excepto esa comprensión que nace del desgaste de lo viejo. Y es obvio que para muchos eso viejo no está en absoluto desgastado. Ni siquiera han llegado a saborearlo y agotarlo del todo. Esto es muy lento. Entiendo que los artículos inspiradores como este son más bien la expresión de un anhelo que la descripción de una realidad.
Es muy evidente que algo se está moviendo, y que cambios importantes están sucediendo a todos los niveles, pero me temo que esos cambios tardarán unos cuantos siglos en materializarse de forma masiva. Mientras tanto, nos tocará sufrir -de nuevo- las contradicciones de esta nueva cultura. Como siempre ha sido.
30 julio 2011 13:15
Hola Gunter.
Tienes toda la razón, un cambio de era no se sucede de un día para otro ni se alcanzan metas evolutivas como quién va a la compra y va tachando las cosas de su lista conforme las mete en el carrito.
No obstante, en este caso hay una diferencia sustancial: vamos con MUCHO retraso.
Este post está basado en la enseñanzas que los grandes maestros de la historia transmitieron. Es cierto que describe un final, o el lugar a donde ser llegará algun día.
Pero dichos maestros, como Omraam o Krishnamurti, y también los teósofos y los antropósofos, describieron el cambio para estas fechas y lo cierto es que vamos muy mal. La humanidad, según ellos, debería vibrar, en una escala de 9 niveles en que el 9 sería el más alto y el 1 el más bajo -vibratoriamente hablando, que nadie interprete mal- en el 5. La media actual es de 3’5. Estamos repitiendo curso…
Dicho retraso se debe en su mayoría a un no querer evolucionar en lo nuevo, perdiendo oportunidades a conciencia. Como hay libre albedrío, pues adelante, se ha permitido ya que es una de las premisas básicas del funcionamiento del sistema, y si algo tienen los de arriba es un gran respeto por nuestras decisiones, como un padre o una madre respeta a su hijo a persar del posible error en su decisión. En eso basan su estrategia de aprendizaje.
Pero cuando llegan cambios, hay que ponerse al día. Ya se dieron todas las oportunidades.
Ejemplos: crisis de un sistema caduco, enfermedades por doquier, muertes súbitas, y un largo etc… debido a subidas de vibración que no podemos soportar, ni tan sólo físicamente.
Plutón transita Capricornio ahora mismo, y lleva consigo esa energía tan dura. Cuadrando con Urano y Saturno, multiplica esa energía límite, de desgaste, y sobretodo quiere «reventar» todo lo que ya no vale. Va lento y coincide con ese paulatino desmontarse y nacer a lo nuevo. Pero cuidado, tarde o temprano habrá un acelerón que o estamos dispuestos a aceptar, o lo pasaremos fatal.
Vamos, que si se sufre un montón estando algo despierto…
En mi opinión: sí, será lento, pero en algún momento se subirán 4 peldaños de golpe, porque no nos dio la gana subirlos cuando tocaba, y ya se nos terminó el crédito.
Un Saludo!
30 julio 2011 21:41
Dudo mucho que haya una «agenda escolar» de evolución de la conciencia. La teosofía y la antroposofía son producto de la mente de seres humanos, que en modo alguno conviene elevar a la categoría de divinos. Y si los textos fueron canalizados, ya sabemos que entonces invariablemente estarán teñidos por la particular personalidad del canalizador.
Y las muertes y enfermedades de las que hablas tienen causas mucho más prosaicas que esa diferencia vibracional.
El propio Krishnamurti acabó harto de tanto «energetizar cintas» (que luego se entregaban a miembros de la sociedad teosófica), de las imposiciones de Leadbeter (quien le propinó una estupenda bofetada en la cara a K por «mirar embobado el cielo»), y de toda la compleja doctrina teosófica, para declarar su famoso alegato «la verdad no tiene caminos».
Pero cada estadio de conciencia tiene, por desgracia, que desarrollar una nueva cultura, una serie de creencias y rituales en los que refugiarse. La Nueva Era está generando esa nueva cultura, y sus adeptos se refugian en ella con la misma ingenuidad con la que en su día se refugiaron en la cultura mítica o en la racional convencional.
Por eso digo que esto va a ser muy lento, y mucho más lento va a ser el salir de la Nueva Era e ingresar en los sucesivos estadios de conciencia que nos aguardan. Mientras tanto, a creer de nuevo en los nuevos dogmas, que salen, bueno es recordarlo, de la mente de unos señores muy humanos.
30 julio 2011 22:13
Hola Gunter.
Gracias por tus opiniones y por ofrecer a los lectores otro ángulo de visión más en cuanto a este tema.
Sauldos
31 julio 2011 09:52
Gracias a vosotros. Para mí representáis la mejor Nueva Era, la que respeta una pluralidad de visiones, la que es sensible al tema tan necesitado de la infancia, la que está abierta a recibir nuevas ideas que amplían y profundizan el universo meramente racional. Y tantas otras cosas buenas que estoy seguro harán de este mundo un lugar un poquito mejor.