«El minimalismo no es un movimiento artístico, yo me refiero al minimalismo como corriente filosófica que intenta encontrar respuestas para muchas de las cosas que me preocupan a diario: la crisis económica, la falta de tiempo, los efectos del petroleo, la injusticia, la dependencia de la tarjeta de crédito. La base del minimalismo es muy fácil: CONCÉNTRATE EN LO ESENCIAL e intenta reducir el resto, respeta a tu entorno, a la naturaleza y a las otras personas.
«Y fue de este camino que salió el libro “Minimalismo Anticrisis”. Un libro para gente que quiere cambiar algo para tener una vida más plena, pero que no sabe por donde empezar. Un libro para personas que quieren reducir su impacto medio ambiental, sanear sus finanzas y gastar en lo que es importante, no en lo que dice la publicidad»
Valentina Thörner da Cruz
ACLARACIÓN IMPORTANTE
Ha salido una segunda edición actualizada y ampliada de este libro digital.
Hemos hablado sobre ello en este artículo y se vende por 12 euros aquí.
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Unos optan por vivir sin dinero, otros por la simplicidad radical, pero la mayoría de nosotros preferimos hacer cambios paulatinos y moderados que nos permitan reducir nuestros gastos y aumentar el sentido de nuestra vida.
Dejar espacio al minimalismo en nuestro día a día es fácil e «indoloro» si nos enseñan cómo y otros nos muestran su camino previo.
Valentina Thörner da Cruz, es experta en estos temas, minimalista convencida y autora del libro «Minimalismo anticrisis«, un manual online de 42 páginas repletas de estrategias claras y eficaces para aplicar desde el primer día, y nos explica en este artículo su trayectoria personal hasta escribir este libro y los 4 pilares del minimalismo.
Esto es lo que el minimalismo puede ofrecernos:
MINIMALISMO ANTICRISIS – una propuesta personalizada frente a tiempos de cambio
“Yo pensaba que querías comprar el piso. Y ahora te has mudado y reducido tu jornada de trabajo para tener los viernes libre. ¿Como así?” – “Es por lo del minimalismo.” – “No sabía que te gusta la pintura.”
Así la interrogadora de mi madre. Sólo que yo me refiero al minimalismo como corriente filosófica que intenta encontrar respuestas para muchas de las cosas que me preocupan a diario: la crisis económica, la falta de tiempo, los efectos del petroleo, la injusticia, la dependencia de la tarjeta de crédito.
La base del minimalismo es muy fácil: concéntrate en lo esencial e intenta reducir el resto, respeta a tu entorno, a la naturaleza y a las otras personas.
Todo empieza con la traducción de un libro: “El Arte de Ser Minimalista” de Everett Bogue que marca el inicio de mi interacción consciente con esta filosofía.
Everett es minimalista en todo. Vive con menos de 100 cosas, y cambia de ciudad cada medio año. Pero mientras me apropié de la filosofía, tuve que adaptarlo a mi propia realidad.
Tengo un marido y un perro y me gusta tener una casa acogedora y bien decorada. Pero sí quería desvincularme del imperativo de consumo que me tenía atada al trabajo para poder pagar todo lo que nos prometía felicidad en la publicidad. Así que adapté la filosofía para que sea aplicable a otras circunstancias.
Empecé a relatar el trayecto en mi blog Valedeoro y fue gracias a ello que conocí gente maravillosa que se preocupa de la misma temática. Pablo de Estudio Minimal, Luis de Sabiduría y Vida, el Chocobuda y muchos otros han contribuido a que mi camino sea menos solitario y más divertido.
En retrospectiva, puedo distinguir cuatro etapas, que a la vez son los pilares del minimalismo:
1) CONSUMO CRÍTICO
Una fuerte influencia en este comportamiento ha sido el vídeo “La historia de las cosas” que explica el impacto que tiene nuestro consumo por la influencia que tiene en otros lados. Desde entonces me lo pienso muy bien en qué gasto mi dinero.No gasto necesariamente menos, pero sí con más cuidado. Prefiero comprar una camiseta de algodón ecológico a tres camisetas de rebajas por el mismo precio. Prefiero la calidad a la cantidad y la responsabilidad empresarial a las guerras de precios.
(Resto de vídeos y resumen aquí)
2) REDUCCIÓN DE PERTENENCIAS
Todos tenemos demasiadas cosas. La ecuación compra = felicidad está profundamente enraizada en la cultura occidental. Pero las cosas hay que guardarlas en algún lugar. En nuestro caso, las cosas se amontonaban en la habitación de visitas o en el armario empotrado enorme. Cuando me puse a reorganizar todas estas cosas y analizar su último uso y la frecuencia de uso, me quedé sorprendida. Había cosas que ni recordaba. La mayor parte fue vendida, regalada, o donada. Y nunca me arrepentí.
3) SANEAR LAS FINANZAS
Vivíamos en un piso enorme, en alquiler con opción de compra. Pero primero teníamos que guardar el 20% de entrada antes de una fecha limite. Esa obligación de ahorrar en todo, amargaba otros aspectos de la vida social.Mejor no salir a comer con los amigos para no gastar este dinero. Mejor nos quedamos en Navidad en casa, que los vuelos son muy caros en Diciembre. Y encima el estrés de una economía insegura. Si uno de nosotros perdía el trabajo, no sobraría para comer después del alquiler.
Llegó el momento de aceptar que eso tampoco era calidad de vida. Con una plantilla de gastos e ingresos, y con lo aprendido a la hora de minimizar nuestras pertenencias, nos pusimos a analizar nuestra situación. Llegamos a la conclusión que visitar la familia es más importante que un piso representativo. Así que cambiamos de piso.
4) LIBERAR TIEMPO
Después de reducir los gastos con la mudanza (y muchos otros ajustes que fueron posibles gracias a este cambio) pude realizar un sueño.Me hacía falta tiempo para mi y para mis proyectos. Con los gastos reducidos fue posible reducir mi jornada a 4 días por semana. Los viernes ahora serán dedicados a otras causas que quizás no me traigan tanto dinero, pero mucho más satisfacción.
Y fue de este camino que salió el libro “Minimalismo Anticrisis”. Un libro para gente que quiere cambiar algo para tener una vida más plena, pero que no sabe por donde empezar. Un libro para personas que quieren reducir su impacto medio ambiental, sanear sus finanzas y gastar en lo que es importante, no en lo que dice la publicidad.
El libro presenta estrategias claras y concisas sobre como incorporar diferentes aspectos del minimalismo en tu vida diaria sin asustar a tu pareja o tus amigos. Aprenderás como simplificar las pertenencias, como mejorar tus finanzas, y como incorporar el consumo responsable en tu vida. Las tres objetivos principales son
- como simplificar tu vida, aunque no quieras vivir con menos de 100 cosas
- como simplificar tus rutinas para abrir espacio para lo importante
- como encontrar lo que realmente te importa.
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Sobre la autora:
Valentina es autora de Minimalismo Anticrisis y traductora de El Arte de ser Minimalista. Tres veces por semana también publica sus reflexiones en su blog Valedeoro – Sostenibilidad y Minimalismo. Es minimalista convencida y cree que hace falta cada uno de nosotros para construir un mundo mejor. Vive con su marido y su perro en Barcelona e intenta salvar el mundo cada día un poquito. También puedes seguirla en twitter.
Y aquí tenemos acceso a varias páginas del libro:
(Pinchar para ampliar la imagen y leerlo a pantalla completa)
14 septiembre 2010 07:24
El libro tiene muy buena pinta… Yo también sigo una corriente parecida, se trata de regalar 1 cosa cada día durante 100 días…
17 agosto 2011 12:30
Personalmente me parece muy buena idea el tema del Minimalismo, quizás más ahora en tiempos de crisis económica en la cual nos planteamos si realmente en la socidad de consumo en la que vivimos es necesario todo lo que poseemos y deseamos. Quizás la crisis en la que vivimos tenga sus raices en este punto concretamente.
Lancaria
27 octubre 2012 19:59
Me parece muy correcta la postura del arituculo. A la espera de leer el libro completo creo que merecera la pena.