«La mayoría de los seres humanos somos inconscientes totales de nuestro cuerpo. Aunque somos dueños y señores de él, no le tenemos en gran estima, ignorando casi por completo su potencial y riqueza a todos los niveles, maltratándolo como si fuese algo ajeno a nosotros»
«Nuestro cuerpo se expresa mediante un lenguaje muy nítido, a veces mas que hablar grita, pero normalmente estamos insensibles y ausentes ante tan claras protestas. ESCUCHA TU CUERPO»
«Este modo de vivir, más que formarnos nos deformamos, se producen bloqueos internos a nivel mental y físico»
«Ser duro como una piedra, no es signo de fortaleza, sino de inflexibilidad y temor. Una roca, es fácil que estalle en pedazos con un buen golpe y a veces con un mínimo golpe seco en un sitio vulnerable»
María Castejón
Vivimos más desconectados de nuestro cuerpo de lo que imaginamos y es fácil que se produzcan bloqueos físicos. El cuerpo siempre nos avisa, primero con susurros y señales de alarma y después casi a gritos.
En este artículo de la sección El Lector Alternativo Sana, María Castejón, estudiosa de la salud natural, escritora y propietaria del Camino Turismo Rural, centro de bienestar del que hablamos aquí, nos explica los efectos del estrés y la tensiones crónicas en los músculos y en la salud en general y las fases por las que atraviesa el cuerpo hasta llegar al estado de agotamiento en el que hoy viven millones de personas. ¿Para qué?
¿Queremos ser como una piedra?
En tu cuerpo se refleja la totalidad de tu Ser
El ser humano, es esa fusión perfecta y compleja donde mente espíritu, alma y materia se unifican para dar sentido, consciencia y color a la vida, para hacer posible a un ser único e irrepetible, tú.
La mayoría de los seres humanos somos inconscientes totales de nuestro cuerpo. Aunque somos dueños y señores de él, no le tenemos en gran estima, ignorando casi por completo su potencial y riqueza a todos los niveles, maltratándolo como si fuese algo ajeno a nosotros.
Cualquier persona está más informada sobre cualquier ciencia, arte, profesión o labor, que de su propio cuerpo.
La mayoría de nosotros, buscamos la paz y la alegría a través de una gran diversidad de actividades externas. Pero la dedicación exclusiva al trabajo, a la diversión, así como a picotear cientos de estímulos nuevos a la vez, intentando buscar esa clave, que en el fondo todos buscamos y que cuando nos detenemos un poco a profundizar, surge ese vacío interior junto a esos interrogantes, ¿hago realmente lo que quiero y debo? ¿Es éste el camino para el cual estoy mas capacitado?.
Nuestro cuerpo se expresa mediante un lenguaje muy nítido, a veces mas que hablar grita, pero normalmente estamos insensibles y ausentes ante tan claras protestas. Escucha tu cuerpo.
Conecta con tu cuerpo
Mente y cuerpo son parte de una unidad, ambos son inseparables, comunicándose mutuamente entre sí y con el resto de nuestro ser.
La mente tiene una función directiva sobre nuestro cuerpo y sus funciones más remotas.
Si nos concentramos en una determinada zona o acción de nuestro cuerpo, vamos a poder observar, el gran dominio que podemos obtener en cuanto a control, fuerza o relajación, casi sin entrenamiento alguno.
Podemos ser conscientes al mismo tiempo del medio que nos rodea, pudiendo concentrar más nuestra atención en lo interno o en lo externo, captando lo que estamos haciendo y lo que está pasando a los demás.
Normalmente estamos fuera de nosotros mismos, es decir, no dominamos ni percibimos, muchas de las cosas importantes, se nos escapan, pero hemos de continuar en esa dinámica diaria, en la cual estamos inmersos.
Este modo de vivir, más que formarnos nos deformamos, se producen bloqueos internos a nivel mental y físico. Entonces casi sin percibirlo, hemos cambiado nuestros hábitos, nuestra manera de caminar, nuestra relación con los demás, nuestro estado físico, nuestras protestas, o simplemente la forma de saludar.
Incidencias del estrés sobre nuestro cuerpo
Existen muchos tipos de anomalías o trastornos físicos y psíquicos derivados de tensiones crónicas en determinados grupos musculares, que afectan directamente a diversos músculos, articulaciones, siendo posible palpar fácilmente la tensión o la falta de tono muscular, limitando o imposibilitando ciertos movimientos y obstaculizando el recorrido de la energía y la sangre con fluidez, así como de otras funciones vitales que se derivan de dichos bloqueos.
Toda tensión muscular crónica, representa una tensión continuada sobre el cuerpo y aunque él tiene una gran capacidad de adaptación, reacciona ante una tensión aguda con una primera alarma, movilizando la energía del cuerpo mediante la descarga de hormonas medulares y adrenales que hacen frente a la tensión.
Cuando la tensión constituye un daño físico para nuestro cuerpo, la reacción de alarma adopta la forma de un proceso inflamatorio. Si esta reacción logra imponerse al daño y eliminar la tensión, el cuerpo se tranquiliza y vuelve a su condición de equilibrio.
Pero si la tensión continúa, comienza la segunda fase, en la que el cuerpo, trata de adaptarse a la tensión. Este proceso, requiere la presencia de hormonas adrenales y corticosteroides, cuya función es antiinflamatoria.
Pero el proceso de adaptación necesita también de energía, que debe movilizarse de las reservas corporales.
Esta segunda fase es como una guerra fría, en la cual el cuerpo trata de vencer al agente invasor portado de la tensión ya que no puede eliminarla.
Esta fase puede prolongarse por mucho tiempo, pero el cuerpo llega a debilitarse tarde o temprano.
Después llega la tercera fase, es la FASE DEL AGOTAMIENTO. Esta situación la están viviendo millones de personas. La actitud de presionar las mandíbulas, cerrar los puños, pisas fuerte y aguantar porque hay que sobrevivir, es lamentable para nuestro organismo.
Ser duro como una piedra, no es signo de fortaleza, sino de inflexibilidad y temor. Una roca, es fácil que estalle en pedazos con un buen golpe y a veces con un mínimo golpe seco en un sitio vulnerable.
¿Vale la pena, aguantar tanto? ¿Lo pensamos?
Sinceramente, creo, que un respiro de mimo y descanso a nuestro cuerpo le despierta los sentidos, descubriendo esa parte mágica de las pequeñas cosas que nos hace sentir vivos.
María Castejón
El Camino Turismo Rural y blog
FOTO: María Castejón en el entorno de El Camino
25 noviembre 2010 10:31
Que razon tiene!
Yo soy consciente de esa desconecsion a traves de mi hijo de 3 años. Él todavia esta «virgen» en relacion con la capacidad de percibir los mensajes de su cuerpo, y es increible el equilibrio que da al cuerpo esa capacidad innata de percibir.
25 noviembre 2010 15:25
Hola amigos del clubalternativo.
Quiero daros las gracias por exponer mi artículo en un portal tan interesante para el ser humano como el vuestro. Para mi es un honor.
Si necesitan o piensan que puedo colaborar en algo, estoy dispuesta, soy naturópata, acupuntora y aromaterapeuta, es decir que creo que puedo aportar cosas interesantes, como por ejemplo Información sobre coasa practicas en plantas medicinales, aceites esenciales y receta casera para todos los y las visitantes de vuestro portal.
otra vez quiero dar las grascias y enviar un cariñoso saludo.
María Castejón.
29 noviembre 2010 01:06
Hola María
Gracias por tu ofrecimiento y estaremos encantados que colabores en el blog escribiendo artículos tan interesantes como este.
Saludos