«Me llamo Makiko. Soy una japonesa que vive en Madrid desde hace un año. Como sabéis, hubo un gran terremoto en Japón el viernes 11 de marzo. Este terremoto me ha afectado mucho emocionalmente. Hasta bien entrada la mañana del viernes no tuve noticias de mi gente, no sabía si estaban vivos o muertos. Japón se colapsó y durantes horas me fue imposible comunicarme con nadie. Aunque finalmente mi familia y amigos salieran ilesos, me sigue angustiando mucho ver las noticias que llegan desde Japón. Así que se me ha ocurrido una idea. El plan es que CADA PERSONA HAGA UNA GRULLA DE ORIGAMI. Para ayudaros, he hecho un vídeo explicando cómo se hace:
Siempre podemos hacer algo por los demás. A raíz del terremoto y catástrofe nuclear en Japón una ola de solidaridad, empatía y aliento recorre el mundo para apoyar y ayudar a sus habitantes.
En este post nos hacemos eco de la iniciativa de una joven japonesa residente en Madrid que rescata la leyenda de las mil grullas y una meditación, y visualización que nos envía Ana Sabater para sanar la herida planetaria y enviar luz al país asiático.
1. Las 1.000 grullas
La leyenda de las 1.000 grullas dice que si se consiguen ese número de grullas de origami-papiroflexia se puede cumplir un deseo y tiene su origen en la II Guerra Mundial con la historia de una niña superviviente de la bomba atómica, Sadako Sasaki.
Ella no consiguió el reto y murió de leucemia, pero a su muerte, sus compañeros de colegió completaron las figuras que faltaban y se levantó un momumento en su recuerdo en Hiroshima con miles de grullas de papel que se convirtieron en un símbolo de esperanza y milagro.
Makiko ha rescatado este mensaje y ha solicitado a los internautas que hagan una grulla, le manden una foto a las1000grullas@gmail.com y ella las enviará a las zonas más afectadas por la catastrofe.
La gente está respondiendo muy bien y podéis ver el arte y el amor que desprenden esas grullas en las fotos.
Sitio oficial: las 1000 grullas
Más información: El Mundo y Héroes
2. Plegaria por Japón
Agachémonos humildes frente a las fuerzas de la naturaleza,
Nos hemos vuelto a dar cuenta de que dependemos absolutamente de ellas.
No nos centremos más en el dolor, abramos una vía a la esperanza.
Visualicemos la curación de esta gran herida planetaria
(Artículo enviado por Ana Sabater con meditación inspirada en parte en Portal Dorado)
El pasado 11 de marzo una brusca noticia sacudía nuestras conciencias. Un gran terremoto seguido de un tsunami asolaba el noreste de Japón. El gran seísmo nos dejaba además una terrible noticia: la amenaza de una catástrofe nuclear. Parece que los peores pronósticos se están cumpliendo.
No nos centremos en el dolor sino busquemos una vía de esperanza que nos haga caminar hacia adelante y ayudar a sanar esta golpeada zona y sus maltrechos habitantes.
Al contemplar el gran número de personas que han muerto en esta tragedia, sentimos muy fuertemente que nosotros mismos, en alguna parte o forma, también hemos muerto. El dolor de una parte de la humanidad es el dolor de toda la humanidad. Y la especie humana y el planeta Tierra son un solo cuerpo. Lo que sucede en una parte del cuerpo le sucede a todo el cuerpo.
Busquemos dentro de nosotros un espacio para no centrarnos en el dolor, aunque sea complicado, sino en la aceptación espiritual de que todo sucede porque tiene que suceder porque forma parte de nuestro plan de aprendizaje.
Usando nuestra intención positiva realicemos la siguiente VISUALIZACIÓN para ver la esperanza dentro de la desesperación.
Visualicemos agua pura y cristalina bombeada hacia el reactor. Centrémonos en los vástagos del reactor totalmente sumergidos en agua. Realicemos, imaginemos, comprendamos, sabemos que el enfriado está sucediendo en este sistema cerrado.
Imaginemos que toda radioactividad se agrupa en una nube oscura que viaja hacia una piscina de agua purificadora donde penetra y desaparece.
Para finalizar repitamos una y otra vez “Todo está ya hecho”.
http://www.youtube.com/watch?v=sTVDCYhTclw
Oremos por los trabajadores de la central nuclear para que sientan que arriesgan su vida como héroes y que la humanidad entera está con ellos y encuentren la luz en la oscuridad y sean capaces de tomar las decisiones correctas.
Oremos dándole las gracias a todos los que han sufrido en el terremoto. Les agradecemos haber aceptado la divina misión de servir en la purificación de Japón a través de sus vehículos físicos.
Tratemos de crear en nuestras mentes una intensa luz que sirva de guía a aquellos fallecidos para que sus espíritus hallen el camino hacia el despertar y aceptación de su nuevo estado.
Enviemos un fuerte mensaje de gracias a la madre naturaleza por mostrarnos que es inminentemente necesario el cambio en nuestra forma de vida al actuar para con ella.
Visualicemos el planeta tierra desde fuera completo, limpio y luminoso rodeado de un bello aura de luz arcoíris. Fijémonos en la isla de Japón esplendorosa y viva, y enviémosle un fuerte rayo de luz verde sanadora y purificadora.
Ojalá este hecho nos haga reflexionar profundamente y nos lleve a cambiar radicalmente nuestras prioridades y nuestro estilo de vida. Tomando responsabilidad sobre nuestras vidas y construyendo la fuerza interna, de tal forma que podamos enfrentarnos a los muchos retos que tenemos enfrente.
No necesitamos mayores pruebas de la supremacía de las fuerzas de la naturaleza de las que dependemos total y absolutamente. Aprendamos y sintamos la fuerte lección de humildad y hallemos nuestras raíces espirituales, nuestra auténtica esencia natural en la que volvamos a respetar a nuestra madre: LA TIERRA.
En El Blog Alternativo: Otros artículos de Ana Sabater
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Otras iniciativas solidarias por Japón: Save the Children y Cómo ayudar a los animales en Japón
17 marzo 2011 10:59
Un buen artículo sobre cómo reaccionan los japoneses.
La conciencia en Japón