«Sería interesante investigar si la crisis económica que estamos sufriendo ha contribuido a que se legitimen muchas prácticas de dudosa ética moral en los centros de trabajo. En los últimos años, las condiciones laborales se han vuelto más precarias. Y esto conlleva a que muchos de nosotros vivamos en «MODUS SUPERVIVENCIA»»
«(…) Por otro lado, debemos cuestionar las creencias que tenemos relacionadas con el trabajo. El trabajo no implica sufrir vejaciones a cambio de un salario a final de mes. El trabajo es un medio que nos sirve para sobrevivir y para desarrollarnos como personas y poner en marcha nuestros talentos»
Mercedes Valladares y Cristina Fuentes
Al trabajo se puede ir a hacer amigos, o lo contrario… El acoso laboral y otras situaciones tóxicas están a la orden del día pero se pueden detectar, solucionar y sobre todo, corregir. Y esto pasa por el desarrollo personal de cada persona y también por la transformación de nuestro concepto y modelo de trabajo.
Mercedes Valladares y Cristina Fuentes son dos profesionales, psicóloga y abogada respectivamente, especializadas en estos temas. Que tratan de concienciar a la sociedad sobre la problemática del acoso laboral y ofrecen herramientas para prevenirlo y actuar. Y en este artículo nos ofrecen datos para que todos reflexionemos sobre las condiciones actuales de trabajo y nuestra actitud:
Aunque hacemos referencia en el título al término acoso laboral. Lo cierto es que la palabra que se usa para definirlo más frecuentemente en los manuales es mobbing. Por desgracia, en la actualidad dicho término se está haciendo más familiar en nuestra sociedad debido al aumento de comportamientos que van en contra del respeto de los derechos fundamentales. Como la libertad, la dignidad, la igualdad. En otras palabras, de los derechos que defienden al ser humano en su esencia.
Según Heinz Leymann el mobbing: «es una serie de conductas de violencia psicológica extrema dirigida contra un trabajador en el lugar de trabajo. Generalmente, por un grupo de personas o una única persona que tiene por objetivo dañar la integridad psicológica. La reputación personal y laboral de la víctima…». Se podría calificar como una guerra psicológica.
Sería interesante investigar si la crisis económica que estamos sufriendo ha contribuido a que se legitimen muchas prácticas de dudosa ética moral en los centros de trabajo. En los últimos años, las condiciones laborales se han vuelto más precarias. Esto conlleva a que muchos de nosotros vivamos en «modus supervivencia».
Si nos remitimos a la teoría de la Jerarquía de las Necesidades de Maslow muchos de nosotros estamos en la base de su pirámide dado que, las oportunidades que nos brinda el mercado laboral solo nos permiten satisfacer nuestras necesidades básicas, es decir, pagar la hipoteca y satisfacer otras necesidades como la alimentación. Si nos remitimos al sistema de Chakras que explica los centros energéticos de nuestro cuerpo nos encontramos dentro de los tres primeros habida cuenta de que, tenemos que pelear para poder sobrevivir y tener cierta seguridad.
En algunos casos, la imposibilidad de satisfacer nuestras necesidades más elementales y el miedo a perder nuestra estabilidad laboral nos lleva a perder nuestros valores morales y a comportarnos de forma poco ética para defender nuestros puestos de trabajo. Nos podemos ver reflejados en algunos programas de televisión donde «todo vale» y trasladar estos comportamientos al mundo laboral. Aplicando la segunda Ley de Hermes Trimegisto (el Kybalion), «como es arriba es abajo», los trabajos son un reflejo a pequeña escala de la sociedad.
El hecho de que en algunos trabajos las jornadas sobrepasen las horas estipuladas por la ley contribuye a que muchos de nosotros no podamos disfrutar de nuestro tiempo libre y esto tiene como consecuencia la falta de una vida emocional plena.
Para superar los abusos laborales es preciso que en primer lugar, reconozcamos nuestra situación escuchándonos a nosotros mismos. Vivimos separados de nuestros sentimientos y de las necesidades que éstos encubren. Si no somos conscientes de que nuestros derechos están siendo vulnerados seremos incapaces de defenderlos.
Por otro lado, debemos cuestionar las creencias que tenemos relacionadas con el trabajo. El trabajo no implica sufrir vejaciones a cambio de un salario a final de mes. El trabajo es un medio que nos sirve para sobrevivir y para desarrollarnos como personas y poner en marcha nuestros talentos.
Somos seres humanos con derecho a evolucionar y a prosperar. No podemos mantenernos toda la vida como «meros sobrevivientes». Como sociedad debemos luchar por el reconocimiento de nuestros derechos. Para descubrir nuestras necesidades, hacer peticiones precisas, poner límites, ETC. Y en última instancia acudir a los tribunales de justicia.
Es legítimo ascender algunos niveles de la pirámide de Maslow y cubrir otras necesidades como la del reconocimiento. Es decir, sentirnos apreciados por nuestra familia y nuestros amigos. Destacar en las actividades que nos gustan, autovalorarnos, respetarnos y tener vida propia.
En definitiva, para prevenir una situación de Mobbing, debemos valorar todas estas reflexiones y evaluar la posibilidad de obtener ayuda profesional desde el primer momento. En que notemos que nuestros derechos están siendo vulnerados a través de estas actitudes perjudiciales. Aboguemos por el uso de un lenguaje asertivo sin recurrir a la violencia como mecanismo de solución de estos conflictos.
Para más información sobre www.prevencionmobbing.es
Mercedes Valladares y Cristina Fuentes
Foto libro: The bully at work
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9 junio 2011 20:56
Es algo que se da mas de lo que se piensa.
La envidias, la creencia de que alguien puede conseguir un puesto, aumento, reconocimiento deseado por el acosador, el no reconocer la valía de cada uno, sobre todo la inseguridad que en realidad porta de ella del que realiza estas técnicas nada saludables hacia el prójimo, el abuso de poder por algunos…son algunos de los motivos, además de la des-humanización, la falta de comprensión y saber ponerse en el lugar del otro.
Cuando una persona es luchadora, responsable y trabajadora, los demás suelen mirarla mal, dando lugar a ser la diana posible para el acoso.
Siempre esta el típico espabilado, que se cree con poder o lo tiene, que no le importa nada, nada más que lo suyo, y así funciona hoy en día las relaciones en el puesto de trabajo. Algo que deberían de controlar los empresarios, jefes, pues ello acarrea mal ambiente en el trabajo, bajada del buen rendimiento de lo que se realiza en la zona por lo dicho, además que la persona que recibe estos actos…queda dañada por tiempo.
Un tema muy interesante y de mucha importancia, importancia que no se da y debería, por el bien de todos.
Saludos de lo + cordiales.
Gracias siempre por vuestros buenos temas.
9 junio 2011 23:27
Suscribo íntegramente el artículo. Enhorabuena por vuestro trabajo, me parece muy interesante y seguro que ayudará a mucha gente. Vivimos claramente un momento en el que se hace realidad en muchas empresas y en diferentes niveles el dicho de”a rió revuelto” ganancias de pescadores. Desde cierres o reducciones de plantilla, a todo lo que estáis comentando.
Creo que es fundamental comenzar a transmitir a la gente que podemos hacer las cosas de otra manera. El pesimismo generalizado es lo que hace que asumamos sin rechistar cualquier situación que se nos presente, con tal de poder pagar la hipoteca y comer, como muy bien decís. Es increíble que hayamos llegado a un punto en el que haga falta crear algo específico para impedir que te maltraten en el propio trabajo. Ya no es que la mayor parte de la gente no sepa qué es eso de ser feliz mientras trabaja, sino que hay otras muchas personas para las que ir a trabajar se ha convertido en una verdadera tortura. El cambio comienza por nosotros mismos, pienso que quizás todos tengamos que respetarnos y querernos mucho más de lo que lo hacemos.
11 junio 2011 22:53
Hola, muy interesante el artículo, Felicidades !!, en lo personal, no sé si es mi idea pero siento que cada vez hay mas falta de respeto hacia todos, la gente va por la vida pensando a quien molestar, como si quisieran desquitarse de algo con el primero que pase enfrente y lamentablemente esas personas son con las que convives a diario, como en este caso, compañeros de trabajo, es momento de despertar, de volver a nuestro centro y recordar que nunca sabes cuándo necesitarás al que tienes a tu lado… Mas respeto por favor !!! es lo que le urge a este mundo.
14 junio 2011 18:08
este artículo me ha parecido estupendo, felicidades a la autora del mismo, yo he tenido una extensa vida laboral y gracias a Dios no he pasado por nada de ésto, pero sé de personas que lo han sufrido y lo han pasado francamente mal, llegando a enfermar y caer en depresiones, y si no que se lo digan a algunos trabajadores de France Telecom, en Francia, debe de ser horrible cuando te toca.lo dicho felicidades
22 junio 2011 15:33
Buenas tardes, os dejo un link en donde se explica claramente el sometimiento al cual se ve sometida esta victima. Estudio psicologia y un familiar de Alicante me paso esta página
20 agosto 2011 03:02
Es triste, es un reflejo de nuestra sociedad «civilizada». El abuso, el oportunismo, la canallada, la puñalada trapera, la traición, la manipulación, la ingratitud y, en suma, el «hijoputismo» se dan no sólo en una ofina o lugar de trabajo, sino también en cualquier relación de intercambio de bienes y servicios, en sus diversas modalidades.
Sólo puedo decir una cosa, los canallas, los abusadores, los traidores, ladrones, sinvergüenzas, cobardes y taimados cosecharán lo que han sembrado, en forma y tiempo oportunos. La Justicia Mayor -la Divina, la de la Vida- NUNCA falla. SIEMPRE pone a cada uno en su lugar.
A quienes han sufrido o sufren estas penosas circunstancias, ánimo, pedid ayuda, mantenéos íntegros y sabed que cuando una puerta se cierra otra se abre, y que aquello que los canallas os han hecho, realmente se lo han hecho a ellos mismos, y así lo sentirán cuando se tengan que comer crudos y enteros los frutos amargos de las acciones que sembraron; imaginad cuan miserables y estúpidas son estas personas. Tened finalmente compasión por ellas (van a pasarlas muy muy moradas) y liberad el pasado, quedándoos con la experiencia y el aprendizaje correspondiente. Liberad y pasad página, poco a poco lo lograréis. Sois más fuertes de lo que pensáis, pues sois íntegros, nobles, inteligentes y honestos.
En última instancia, la vida es una escuela de aprendizaje, somos almas que tenemos cuerpos (no al revés), y en lo profundo somos Uno.
Mucha Paz a todos.