«Muchísimo de lo que se vende es porque si lo compra un compañero de trabajo, tú también lo compras, porque … ¿y si le toca a él y a mí no?»
«Somos bastante desagradecidos con lo que recibimos. El ego siempre mira lo que nos falta»
«Está muy bien desear una fuerte entrada de dinero, sin obsesión, pero a veces nos sirve de EXCUSA PARA NO ACTUAR ni cumplir nuestros sueños»
Juanjo
A muchos de nosotros, si nos dicen “pide un deseo”, la respuesta que nos sale más rápida es “que me toque la lotería”. Unas palabras que nos salen del alma (expresión que indica algo que anhelamos desde hace tiempo).
Vemos en televisión a la gente saltando y abriendo botellas de champán, con sus números premiados en la mano (acto bastante irresponsable, porque si se te cae o rompe, ya no te lo canjean), y queremos ser uno de ellos.
Además, es muy curioso que los españoles desean sobre todo que les toque la lotería de navidad, que premia a lo sumo con 300.000 €. Siendo reflexivo, es mucho mejor que te toque el Euromillón, la Quiniela o la Primitiva, que dejan mucho más dinero. Pero es que la lotería tiene el punto de que la celebración es compartida junto a muchos de tus vecinos que compraron el décimo en esa misma administración, o con los compañeros de trabajo o familiares con los que ibas “a medias” con la papeleta o décimo.
Y mucho, muchísimo de lo que se vende es porque si lo compra un compañero de trabajo, tú también lo compras, porque … si le toca a él y a mí no. Posiblemente voy a Valencia, y compro. Voy Madrid y me paso por Doña Manolita. Voy por el pirineo leridano, y me acerco a la bruixa de Sort para comprar mi número después de hacer 3 horas de cola (que vende 5000 números distintos, y así es más probable que saquen algún premio).
Por cierto, ese deseo se nos ha cumplido a casi todos. De hecho a mí me ha tocado la lotería en muchas ocasiones, pero casi siempre la devolución. La vez que me tocó más fueron 120 € (si el Barça hubiera ganado en Bilbao hubieran sido 12.000 €). Bueno, a Fabra y Roca les ha tocado más veces que a mí, pero en este tema no entraré ahora.
Lanzamos al universo nuestra petición “que me toque la lotería” y no nos damos cuenta en ser más específicos: “que me toque 1 millón de Euros”. Me han contado casos de gente que lanzaba la simple petición de “quiero dinero” y a uno lo despidieron y otra tuvo un accidente con la moto. A ambos les entregaron 10.000 €, pero seguro que deseaban que fuera de otra forma. Yo por eso pido “recibirlo de una forma amable que pueda celebrar con alegría”.
Pero la verdad es que somos bastante desagradecidos con lo bueno que recibimos, cuando no es económico.
Me he puesto a recordar, y cada año podría decir que me ha pasado algún acto de buena suerte o buena ventura, mucho mejor que un buen premio lotero: o tengo un hijo sano, o mi mujer aprueba con plaza una oposición, o mi madre se cura de un cáncer con una sola operación, incluso yo tuve un accidente de tráfico en el que dos amigos míos tuvieron fracturas dolorosas mientras yo sólo tuve contusiones leves y un pequeño esguince.
Así que no me puedo quejar. Tengo el mismo premio que casi todos el 22 de diciembre.
Pero el ego siempre mira lo que nos falta:
- Un coche más grande y más alemán
- Una tele plana de muchas pulgadas
- Un móvil con el dibujo de una manzana mordida
- Un ordenador portátil, aunque nunca lo saquemos de casa
- Un viaje a otro continente
- Una casa más grande
Parece que si nos toca la lotería, se solucionarán todos nuestros problemas. Todos nuestros deseos se podrán
satisfacer.
(pinchar la imagen para ampliar la viñeta de e-faro)
¡Qué iluso nos vuelve a algunos nuestro ego! Aunque nos toque, sólo los deseos materiales serán satisfechos. Nuestra ropa, casa y coche serán más caros, pero nuestra personalidad y creencias seguirán estando ahí.
Bien es cierto que algunos verán que tienen un colchón para lanzarse a hacer algunos planes que antes no se atrevían, pero a otros, el hecho de haber conseguido un gran objetivo los invitará a seguir con la misma actitud, en ocasiones destructiva.
Si eres “bueno”, tendrás oportunidad y responsabilidad de gastar bien ese dinero (además de mejorar tu posición económica, podrás crear empleo o mejorar la vida de los que te rodean), y si eres “malo” tendrás más opciones para cronificar esa actitud (mejorando sólo tu bolsillo).
Y se cuentan infinidad de casos en que la gente malgasta ese premio en tonterías en poco tiempo, volviéndose a quedar con el mismo dinero que tenían antes de ganarlo, incluso a veces peor, porque ahora tienen que mantener una casa y un coche más grandes, con el sueldo de antes. El que se ciega con su dinero, se acaba dando un topazo (válido también para los constructores y promotoras).
Está muy bien desear una fuerte entrada de dinero, sin obsesión, pero a veces nos sirve de excusa para no actuar ni cumplir nuestros sueños: “hasta que no me toque la lotería no haré ….”. Incluso cuando nos toca, el miedo puede hacer que inventemos una nueva excusa para no actuar, no hacer, en definitiva, no cumplir nuestro destino / misión.
Como expuse en este artículo, yo quiero irme a vivir al campo, y la lotería aceleraría ese proceso enormemente. Pero lo que tengo claro, es que como es la ilusión de mi vida, tarde o temprano lo conseguiré. Ya me buscaré las mañas para lograrlo.
Por tanto, si deseáis algo realmente, id a por ello, y si por el camino hay una lotería que os da un empujón, pues enhorabuena. Pero recordad que el mayor empujón lo damos nosotros con la actitud, con dar pasito a pasito hacia el objetivo. Incluso imponiéndose a las dificultades.
La semana pasada, un pequeño detalle (esos que nos dan las mejores lecciones) me dio una gran clave. Resulta que mi mujer me mandó a por el pan, y yo me hice el remolón: “jo, está muy lejos (4 minutos andando)”, pero fui. Cuando llego a la panadería veo salir una vecina de mi misma calle que tiene mal las piernas y le cuesta caminar, ya con su pan comprado. Va pasito a pasito. Para ella son 20 minutos caminando entre ida y vuelta. Le duele, le cuesta. Pero quería pan y fue a por ello. Sin excusa.
La moraleja que saqué es “si quieres algo, ve a por ello. Pase lo que pase. La velocidad para conseguirlo será diferente para cada persona, según sus circunstancias. Pero si los pasos son hacia delante, al final llegarás a tu destino”.
Juanjo
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26 octubre 2011 09:46
Lo que cuentas de la vecina también me pasa a mi. Vivo en un bloque con mucha gente mayor situado en una gran cuesta. Cuando veo a mis vecinos salir a comprar o a pasear, se me pasa por la cabeza lo mismo que a ti … que yo no tengo excusa, que si ahora me parece difícil … la vida todavía lo puede poner más.
26 octubre 2011 13:02
Artículo bien escrito
26 octubre 2011 20:21
Me llegan mucho tus artículos y reflexiones. No me dejas indiferente.Tienes una gran capacidad de «poner el dedo en la llaga» :-) , explicarte con claridad y emoción. Felicidades y gracias por darnos semillas que cuidar.
27 octubre 2011 02:11
cuantas veces termine jugando a la loteria solo por evitar esa remota posibilidad de ser el unico que no participo en la oficina!
Muy cierto lo que dices. Muchas veces no se juega a la loteria por el premio en si, el cual pensandolo bien muchas veces tambien no es realmente capaz de cambiar nuestras vidas…
14 noviembre 2011 12:57
Y esta fecha del 11-11-11 todos teníamos la corazonada, y la ONCE tenía vendidos sus 13.5 millones de décimos una semana antes.
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Y muchas gracias a los que me animáis a seguir escribiendo.
La verdad es que llevaba 9 meses sin hacerlo y lo echaba mucho de menos. Cuando escribo aprendo mucho más de lo que enseño, puesto que acabo tecleando cosas que ni yo mismo sabía que sabía.
Gracias.
23 diciembre 2011 10:16
La lotería como metáfora de una sociedad desigual y competitiva
http://www.decrecimiento.info/2011/12/la-loteria-como-metafora-de-una.html
30 agosto 2012 13:34
Me ha gustado mucho la moraleja, si queremos una cosa debemos persistir en ello. Yo quiero que me toque la lotería, y por ello cada año compro mis números en Lotería Valdés, a ver si me toca!!
Un saludo,
Lidia
17 marzo 2016 17:01
Para todos es más una tradición jugar a la Lotería de Navidad que una opción realista para ganar un premio. Si queremos optar a un premio importante deberíamos jugar a Euromillones, o si lo que realmente queremos es tener buenas opciones deberíamos jugar en Peñas como las de Lotería Cervantes, o a la Bonoloto, con una mayor probabilidad de acierto por euro jugado.