«La metáfora del ascenso a una montaña nos sirve como plataforma de partida acerca del PROPÓSITO de la vida. Y de nuestro ascender al conocimiento, a la cumbre»
Carmen Romanelli
(Artículo sobre las distintas cumbres que ascender y felicitación de Navidad de Carmen Romanelli, terapeuta holística y creadora de las Esencias florales Triunidad®)
Llegar a la cumbre es uno de los PROPÓSITOS de cada aspirante a la ascensión. Es la aspiración del alma del montañero, fusionarse con el espíritu de la montaña.
Todos los procesos para conseguir realizar, hacer realidad la cumbre son puestos a disposición de aquel que quiere ascender.
La metáfora del ascenso a una montaña nos sirve como plataforma de partida acerca del PROPÓSITO de la vida. Y de nuestro ascender al conocimiento, a la cumbre.
Al inicio, incluso muchos años antes de iniciar ese ascenso, suele pasar que nos fijamos en las imágenes de otras ascensiones. Algunas de estas ascensiones nunca ocurrieron. Aquellos que hicieron cumbre nunca pisaron la montaña ni siquiera hicieron el camino ni coronaron su cima.
Estas posibilidades se dan gracias a los medios creados para facilitar el interés de los aspirantes. La posibilidad de hacer cumbre sin haber pisado la montaña es del interés pues facilita que busquemos guías de ascensión.
Si el aspirante se ha preparado tanto físicamente, como espiritualmente, habrá llegado muchas veces a sentir la llamada de la montaña. Habrá escuchado al gran espíritu que allí mora recibiendo la fuerza para seguir con voluntad su preparación, habrá encontrado allí también a los que ya hicieron cumbre y que siguen aún necesitando esa comunicación con la montaña.
Estos guías aceptan enseñarnos el camino, después de haber evaluado al aspirante, haciéndole entender que para ello ha de desprenderse del equipo inservible, o de los materiales que ralentizan la ascensión, o que simplemente la impiden.
Tanto la cumbre, como el camino, forman parte de un proceso genuino, único para cada aspirante y para cada guía, muchos harán uso de materiales externos (helicópteros, porteadores, oxigeno. etc.) Estos aspirantes creerán haber ascendido, y sus guías también.
Pero el ascenso lo es porque proporciona una serie de datos a la experiencia. Dotándola de capacidades para crear, por ejemplo la fuerza, la capacidad de superación, la fe, … Esos méritos son el carnet del aspirante, y su guía lo hará su sello de identidad. Posibilitando que cuantos más aspirantes asciendan, más veces se podrá hacer cumbre.
Solo así podemos asegurar el PROPOSITO de la ascensión.
Esta metáfora también sirve como guía al trabajo de llevar a cabo el propósito de la vida, muchas vidas cuyo propósito es posibilitar el autoconocimiento, la transformación.
Esto mismo sirve para el trabajo de investigación y elaboración de las Esencias Triunidad, un método único de elaboración y actuación al que puse de nombre, Método de Unidad Esencial.
Mi guía es la naturaleza, mi amor hacia ella. El camino de ascenso y la cumbre es el PROPÓSITO de lograr que los aspirantes accedan a la fuerza. También del valor, la sabiduría, y la certeza absoluta de una ascensión auténtica, genuina, cuyo mérito será obtener un sentimiento de libertad, y plenitud absoluta. Gracias a todos por el ascenso de este año, ha sido magnífico, conmovedor.
Iniciamos un nuevo ascenso con un eterno PROPÓSITO en nuestro corazón, hacer cumbre.
Felices Fiestas de Navidad, regalad PROPÓSITOS, es el mejor regalo para la vida.
Carmen Romanelli
Felicitacion de las Esencias 2012
En El Blog Alternativo: Artículos sobre las Esencias Triunidad
27 diciembre 2011 16:04
Es posible que en ocasiones tengamos algún helicóptero para subir (llámese lotería u otra cosa) hasta una cumbre, pero como sijo Robin S.Sharma: «La cumbre de una montaña es la base de la siguiente».
Es posible que ese helicóptero aparezca, porque en otra vida ya subimos esa montaña, o porque en esta no toca ese aprendizaje.
Pero sí, está muy bien que nos paremos a pensar el propósito de nuestro camino, que nos preguntemos ¿pa’ ké’stas siguiendo este camino?
Y quizá la respuesta nos dé más energía para subir, o quizá deduzcamos que no es la nuestra y cojamos el ala delta para saltar a la de enfrente.