Hoy es el último día de colegio para mi hijo y esto me hace pensar en los encajes de bolillos que muchas familias tienen que hacer durante el verano. Intentar no coincidir los dos miembros de la pareja en los días de vacaciones, apuntar a los niños a un acmpamento de verano, llevarles al pueblo para que estén con los abuelos… Y al igual que ahora viene una época diferente para las familias con niños pequeños, también ocurre que para todos la vida está llena de circunstancias cambiantes: previstas, previsibles e imprevistas.
Preparar planes minuciosamente y no ser lo suficientemente flexibles para aceptar que quizás no se materialicen tal y como los habíamos imaginado, significa que nos estaremos alejando del sentimiento de ser feliz. Flexibilidad y felicidad son dos buenas aliadas.
El temor que muchos tenemos al intentar ser flexibles es que podamos caer en «el todo vale» y por ello somos tan rígidos que cuando algo sale distinto somos tremendamente infelices. Una vez más la naturaleza es un ejemplo de como deberiamos ser. El bambú es una planta extremadamente flexible pero a la vez muy fuerte. Las propiedades del bambú aplicadas a las personas significan adaptación a todo lo cambiante de la vida, que es mucho y muy variado. También es aceptar las nuevas circunstancias que traerán nuevos resultados pero sin llegar al punto de que cualquier cosa es válida.
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P.D. 2: ¡Que bien estaría escuchar las experiencias de tus amigos! Cuantos más seamos más cerca estaremos de encontrar la formula secreta de la felicidad.
25 junio 2012 18:03
Es verdad lo q dice el artículo… He sido una persona muy poco flexible en mi vida, en casi todos los aspectos; pero desde q decidí cambiar mi forma de ver las cosas y ser un poco mas flexible me he sentido mucho mejor… Hago hincapié en una excelente frase: nada ha cambiado, excepto mi actitud; es por ello q todo ha cambiado… Saludos
25 junio 2012 20:41
Gracias Angel de la Guarda, estoy de acuerdo contigo, en este mundo tan cambiante ser flexible es una herramienta sumamente valiosa. Besos
26 junio 2012 07:06
Totalmente de acuerdo en la flexibilidad, hace años que hago un esfuerzo para ser flexible, no siempre lo consigo y sigo intentándolo. Para mi ser flexible es como el fluir, que está tan de moda, o como no tener unas expectativas demasiado concretas en relación a determinados resultados a fin de no frustrarme. Todo ello desde luego debe equilibrarse a fin de no ser un «pasota». Gracías Angel, este trabajo tuyo nos está haciendo reflexionar. Me gusta la frase de Anyi sobre el cambio de actitud.