El cerebro humano tiene un funcionamiento complejo y estructurado. En nuestro día a día, y sin darnos cuenta, el cerebro gestiona nuestras funciones vitales, el movimiento, las sensaciones, las emociones, la percepción…
El cerebro se puede comprender de un modo simple: está dividido en dos hemisferios, el derecho y el izquierdo, que se comunican entre sí a través de un puente llamado Cuerpo Calloso. Cada uno gobierna la parte opuesta del cuerpo y tiene una serie de funciones concretas: el izquierdo controla el lenguaje, la matemática, la lógica, el raciocinio y la estructuración, mientras que el derecho gobierna la empatía, la percepción video espacial, la sensibilidad, la visión sintética o de conjunto…
Normalmente tenemos tendencia a usar uno de los dos como «central de operaciones», siendo el izquierdo el que predomina en la mayoría de personas.
El caso de Jacob Moon es un ejemplo muy evidente de cómo el uso conjunto de los dos hemisferios produce resultados espectaculares. Como normalmente estamos lateralizados en uno, tenemos tendencia a ser técnicos y analíticos o bien a ser sintéticos y emocionales.
Moon demuestra en el vídeo de la cabecera su experto control de una serie de instrumentos de tipo técnico -pedales, grabadoras, efectos- y un uso imaginativo de las dos guitarras más la voz. Suma creatividad y expresividad (hemisferio derecho) con técnica y ejecución (hemisferio izquierdo).
Si observamos el vídeo, a partir del minuto 1’18 empieza a usar los elementos técnicos, grabándose a sí mismo para posteriormente tocar otra vez por encima sumando armonías o interpretando el solo de guitarra eléctrica.
Se necesita un alto entrenamiento técnico para tocar de esa manera. Además de un gran sentido del ritmo para grabar los loops correctamente, sin errores de tempo. Esas funciones las regula el hemisferio izquierdo.
Por otro lado se permite crear sobre la marcha algunos énfasis interpretativos, más los feelings de la voz. Ahí, usa el hemisferio derecho.
Si bien su lado izquierdo es capaz de jerarquizar, estructurar, llevar el tempo y el orden de la interpretación, el derecho se centra en cantar y afinar -recordemos que la letra corresponde al izquierdo-, expresar, dar emotividad y sentimiento, y dotar a la canción de una estructura narrativa «in crescendo».
A menudo los elementos técnicos se usan de un modo demasiado racional, siendo «la gracia» el propio efecto y no lo que se pretende con él. Como si un trazo de pintura en sí, o un color determinado, quisieran ser más importantes que lo que el pintor quiere expresar. Lo uno está incompleto sin lo otro.
Existen muchos otros intérpretes que usan los dos hemisferios cerebrales de ese modo, en especial los bajistas-cantantes o cantantes-bajistas, que deben cantar y expresar mediante la voz (HD) y al mismo tiempo formar parte de la base rítmica del grupo (HI). Algo extremadamente difícil y al alcance de pocos. Algunos ejemplos serían Paul McCartney (1’25), Sting, Mark King (Level 42), o la jovencísima y virtuosa Esperanza Spalding:
El trabajo de Moon rebosa de una inusual simplicidad aparente, como si lo que hace fuera muy fácil de hacer. Nada más lejos de la realidad, pues sus temas están perfectamente estudiados, los arreglos pensados y preparados, y la ejecución técnica muy entrenada.
Esa fluidez que vemos responde a una muy elevada capacidad expresiva sumada a sus dotes como músico. Otra vez, uso conjunto de los dos hemisferios. Consigue una fusión de las dos vertientes, la técnica y la expresiva, que lo convierte en muy interesante y en un gran ejemplo para aquellos que en su ejercicio diario quieran progresar en el uso de sus capacidades cerebrales de un modo más compacto y holístico, aplicable a cualquier disciplina.
Existen diferentes técnicas para potenciar aquél de nuestros dos hemisferios que usamos menos:
Desde ejercicios con figuras tipo «Tangram», pasando por ejercicios físicos usando ambas manos y pies juntamente con recitación vocal o mental, ejercicios de estructuración mental, de control del tiempo, y también a través de la música ya que esta comprende un gran abanico de posibilidades auditivas (HI) y de expresión (HD).
Prueben ustedes mismos un simple ejercicio demostrativo: extiendan su brazo derecho, y con el puño cerrado muevan la mano de arriba a abajo. Una vez integrado el movimiento, y sin dejar de hacerlo, extiendan su brazo izquierdo y con la mano abierta dibujen círculos en el aire.
¿Son capaces de mantener ambos movimientos con la misma intensidad, dibujo y firmeza? ¿Qué mano empieza a seguir a la otra?
Este ejercicio pide a los dos hemisferios trabajar por separado y a la vez, y si no existe suficiente comunicación entre ellos los movimientos tenderán a desdibujarse, y una mano seguirá a la otra. Posiblemente, mandará la mano del hemisferio predominante en cada uno.
En este vídeo del tema «The Great Beyond» (El Más Allá), Moon da otro ejemplo del estupendo uso de loops con ideas altamente creativas y simples, con una interpretación vocal destacable. En el lado superior izquierdo de la pantalla se van detallando los pasos técnicos que va ejecutando (en inglés).
A subrayar los recursos técnicos, musicales y expresivos que usa a partir del minuto 2’21, y también del 3’38 hasta el final.
La canción del vídeo de cabecera se titula «Subdivisions», y es una versión de un tema del grupo de rock canadiense Rush. Si comparamos la versión original con la de Moon, nos da un elemento más de juicio sobre esa mezcla de reinvención y técnica de la que hace alarde.
Carles Pérez (El Ecualizador)
Astrólogo, Terapeuta Transpersonal, Morfopsicólogo y Formador en Being The One
Encuéntranos en Facebook, y en Twitter
Más información Jacob Moon: Web Oficial, twitter, facebook
En El Blog Alternativo: Artículos sobre el cerebro