
Los principios siempre son difíciles, y así lo demuestra este comienzo de siglo que tanto nos está costando iniciar. Pero, poco a poco y olvidando las costumbres ostentosas del final del siglo pasado, se puede conseguir. La primera creencia social que hay que derribar es que intentar consumir menos sea «algo de pobres», algo digno de ser mal visto.
Antes de que nos llegase la crisis se había extendido una filosofía de consumo que casi obligaba a ocultar cualquier tipo de preocupación por el gasto, de forma que en una reunión de amigos si alguien decidía gastar menos abiertamente los otros lo trataban de tacaño, fuese cual fuese su situación social. Por suerte esto está cambiando y parece que la comprensión y ese estado general de alarma está favoreciendo la imagen social del ahorrador. Y ahí es donde entran el éxito de empresas como por ejemplo la página web de ofertas Groupon. Y es que ese intento tan aferrado de mostrarse en una buena situación económica está empezando a estar mal visto, al estilo de otras ciudades europeas, en cuyas calles puede verse lo absolutamente innecesario de aparentar, como Berlín, la cual se regala estéticamente en esa simplicidad.
Pero tampoco se trata de dejar de hacer las cosas que nos gustan, si no de reducirlas a lo imprescindible. Salir a comer, por ejemplo, no tiene por qué suponer un gran gasto si se busca el restaurante adecuado y el momento adecuado, ir a comer al mediodía, entre semana, es una de las opciones más baratas, así como buscar ofertas para ir a determinados restaurantes. La necesidad de cambiar de armario cada cierto tiempo es también una de esas necesidades innecesarias que pueden cambiarse fácilmente, comprar ropa que realmente nos gusta, aunque cueste un poco más de dinero, a largo plazo puede resultar más útil y mucho más ecológico; pues ahorrar es tan bueno para el bolsillo como para el mundo.
En El Blog Alternativo: Ahorro
24 octubre 2017 13:10
Existen muchas formas de ahorrar por así decirlo, pero el tema también es disfrutar de todo pues, aunque en la actualidad todo está un poco mal (economía) yo le celebre el cumpleaños de mi hijo a lo alto y contrate un catering aquí en Madrid que ayudo con eso, y a decir la verdad lo más económico fue el servicio de catering, pero igual se pudo disfrutar a lo grande.