«Criar un hijo es el trabajo más importante e influye poderosamente en la economía» Ann Crittenden

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«Criar un hijo es el trabajo más importante»

Ann Crittenden es autora de «The Price of Motherhood»y «If You’ve Raised Kids,You can ManageAnything» y es fundadora de la asociación internacional Mothers Ought To Have Equal Rights.

«Pienso que la mayoría de las mujeres tratan de ser madres de la misma forma seria y responsable con que hacen su trabajo. Pero descubren que la sociedad no está de acuerdo. Cuando tuve a mi hijo me quedé perpleja por la falta de respeto, de status y de independencia económica que conlleva elegir ser una madre responsable. Unos años después de dejar mi trabajo en «Times», en una fiesta alguien me dijo: ¿Tú no eras antes Ann Crittenden? Entonces supe que tenía que escribir este libro. «The Price of Motherhood» plantea los enormes obstáculos que encuentran las madres para que su labor sea reconocida y valorada social y económicamente»

«Criar niños exige las cualidades de los mejores profesores, psicólogos, coachers, ministros… Este trabajo produce más bienestar que ningún otro trabajo en la economía. Los economistas creían que el bienestar nacional dependía de tierra, trabajo y capital. Actualmente reconocen que el capital humano —capacidades, conocimiento— son más importantes que todas ellas juntas. Lo que todavía no está reconocido entre los economistas y la sociedad es que la mayor parte del capital humano es creado por las madres, los maestros y otros cuidadores. Las madres son las mayores productoras de la economía. Pero lo que hacen ni siquiera se considera trabajo»

Según Crittenden, las evidencias demuestran que los recursos en manos de las mujeres son destinados con más seguridad a la salud y la educación de los niños en todas las culturas. «Es universal que cuanto más acceso a la educación tiene la mujer, más tiempo dedica al cuidado de los hijos. Dar poder económico a las madres es la mejor receta para producir una sociedad próspera y saludable’.

Ann Crittenden
Sus libros
Entrevista publicada en España en la desaparecida revista Única en el 2006

http://youtu.be/5ZK4VbnuZYo

En el 2012, el mensaje social sobre la maternidad y el discurso dominante en las mujeres «triunfadoras», sobre todo las políticas en primera línea y las ejecutivas, es que los niños son una CARGA en la vida profesional y personal. No se valora positivamente la crianza ni el papel de esta en los primeros años del niño, ni se considera que la maternidad pueda ser también feminista, liberadora y una importante etapa de desarrollo personal. Por ello, las supuestas políticas de conciliación solo, o principalmente, contemplan medidas que separan a los niños desde bebés de sus padres para que éstos produzcan y «se realicen fuera de casa» como las guarderías, y no se trabaja institucionalmente a favor de bajas remuneradas de maternidad-paternidad más largas, cambios profundos en el mercado laboral, racionalización de horarios, facilidades de emprendimiento laboral, teletrabajo, etc.

Existen otras visiones que reflexionan sobre crianza y sociedad y que son profundamente revolucionarias porque pretenden cambiar el modelo laboral y el Sistema actual en vez de someter a los niños/bebés y no respetar sus necesidades/derechos ni los de sus padres.

Ann Crittenden era alta ejecutiva y periodista del New York Times hasta que cambió de vida y decidió dedicar su tiempo y energía al cuidado de sus hijos. Entonces reconoció lo desvalorizada que está la maternidad en la sociedad actual, estudió el tema en profundidad y publicó 2 libros al respecto. Ella acuñó el término «IMPUESTO MATERNAL» para describir la carga económica que supone la maternidad y el precio que se paga en pérdida de sueldos.

Esta autora se considera una «feminista comprometida», pero critica que «las principales organizaciones feministas otorguen aún poco valor a la maternidad y al papel de la mujer en la familia». Entre las reformas que ella propone destacan: la semana laboral más corta, políticas de permisos más largos, reforma de impuestos en favor de la familia, y preescolar para todos los niños entre 3 y 4 años (OJO: en España se promueven las guarderías de horario extenso a los 4 meses¡¡).

Y no es un debate estéril por estar en tiempos de crisis, precisamente porque el Sistema se está desmantelando es el momento de mejorarlo y dejar de discriminar la ma-paternidad y castigar a los más débiles de la cadena…

Otras autoras y feministas que valorizan la maternidad y su papel en la sociedad

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12 Responses

  1. Can-Men

    21 febrero 2013 12:00

    La Maternidad es Tiempo Perdido
    “La idea de que el tiempo llevado con los niños es tiempo perdido está grabado en piedra en el pensamiento económico tradicional… Los talentos extraordinarios requeridos para hacer la obra a largo plazo de formar el carácter humano y de infundir en los niños jóvenes la habilidad y el deseo de aprender no tiene lugar dentro de los cálculos de los economistas. La teoría económica (humanista) no dice nada sobre la adquisición de habilidades por parte de aquellos que trabajan con niños. Se supone que no tienen necesidad de ellas.”

    Ann Crittenden, The Price of Motherhood (El Precio de la Maternidad)

  2. Can-Men

    22 febrero 2013 12:52

    artículo que opina diferente:

    En la película se relacionan con “El club de la leche” una forma de vivir la maternidad vinculada al eterno femenino.. Nos referimos a esa visión, que en la actualidad tiene grandes adeptas, que define la maternidad como un estado natural gozoso, cuasi místico, que exige prácticas como el colecho, el portabebés y define al biberón y la leche artificial como enemigos a batir. Este modelo de maternidad coloca al bebé como eje de la vida de las mujeres y difumina de forma clara la presencia de los padres en el proceso.

    En definitiva, se trata de posturas rígidas, en ocasiones extremas y alejadas de la realidad de las mujeres, que nos hacen concluir que las problemáticas de la maternidad, de forma especial las vinculadas a la maternidad y al mundo laboral, no son una prioridad en la agenda feminista

    Y aquí podemos situar la gran ruptura de la película, en deconstruir la maternidad como estado idílico, como plenitud de la feminidad y en exhibir en toda su crudeza la feroz y desesperante soledad del momento. La maternidad es gozosa, sí, te llena de sensaciones, sentimientos y amor, pero te vacía como persona, te vacía como mujer.

    http://www.pikaramagazine.com/2013/02/la-maternidad-%C2%BFun-feliz-acontecimiento/

  3. Can-Men

    22 febrero 2013 12:53

    Y respuesta de Monica Felipe Larralde al respecto:

    Me ha gustado el artículo, pero siempre que escucho hablar sobre la maternidad desde el feminismo me pregunto una cosa: ¿Por qué desde el feminismo no nos estamos ocupando de deshacer el sistema en sí? En vez de asumir que el trabajo fuera de casa da prestigio y autonomía y que el trabajo de los cuidados nos hace dependientes y nos desvaloriza, y que así va a ser por los tiempos de los tiempos y dado que somos mujeres y que es probable que queramos experimentar (algunas) en algún momento la maternidad, ¿por qué desde el feminismo no nos estamos encargando de cambiar el orden de cosas y luchar por la autonomía económica de las madres (cosa que sucede en otros países de Europa con salarios por criar a un hijo los primeros años y salvaguarda del puesto de trabajo hasta tres años después del parto, por ejemplo). ¿Por qué seguimos señalando como problema a la maternidad en sí, cuando realmente el problema es el sistema (patriarcal) en el cual accedemos las mujeres a la maternidad, que nos hace dependientes? ¿No crees que es la (poca) valoración del hecho maternal la que nos impide vivirlo con mayor plenitud? ¿Por qué no estamos las mujeres luchando porque la maternidad tenga una consideración igual de importante que el mundo profesional?
    Me temo que al sistema patriarcal y capitalista no les interesa que las mujeres accedan a otra maternidad que la de biberones, guarderías y trabajo de sol a sol. Plantear otros ideales iría en contra de los beneficios empresariales. Creo que nos quedamos mirando al dedo que señala a la luna. ¿Podríamos probar a sentirnos orgullosas de ser madres tanto como de ser licenciadas? ¿Podríamos dar igual relevancia a la vida personal que a la profesional? ¿Podríamos encontrar el equilibrio para no depender de otra persona y vivir la maternidad que deseemos?
    Creo que ahí esta la cuestión.

  4. Can-Men

    13 marzo 2013 18:40

    http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-6872-2011-11-21.html

    “La maternidad es un renacer permanente porque nos ubica en el lugar de acompañar la fragilidad de lo humano”, señala. En este punto, la maternidad es un espacio filosófico privilegiado, sólo que hoy, dice Kristeva, “le falta una filosofía”: “Somos la única civilización, como laicos, que no la piensa filosóficamente”. Por eso, la “pasión maternal” es un desafío para los feminismos.


    –El feminismo de la época de Simone de Beauvoir fue una gran conquista, aun si no se realizó completamente, e intentó liberar a las mujeres de la esclavitud de la maternidad. Sabemos bien lo que esto quiere decir porque existe un combate en América latina, y en Argentina en particular, en nuestros días: me refiero a la posibilidad de decidir sobre el propio cuerpo, de tener derechos sobre el vientre, es decir, el derecho al aborto. Sin esa libertad, todos los otros derechos de igualdad económica, social, jurídica y política no son posibles. Entonces, cuando decimos que estamos a favor de rehabilitar la maternidad, esto no quiere decir que no haga falta luchar por el aborto. Una vez que el derecho al aborto está logrado, las mujeres eligen tener o no tener hijos. Lo primero que quiero decir entonces es que soy solidaria con las feministas argentinas que luchan por conquistar el derecho al aborto. A partir de ahí, muchas feministas han sentido la necesidad de desarrollar cada vez más la experiencia de la maternidad.

    Hay que encontrar un equilibrio entre la creatividad profesional y la maternal. Eso está muy al centro de la vida personal de las que tienen entre 20 y 30 años. Ellas no se conforman con ser las señoras Christine Lagarde o Angela Merkel, que encarnan el éxito. Para las jóvenes, el éxito profesional no basta. Tiene que acompañarse de la maternidad, de un éxito en su vida personal y sexual. Eso las lleva a vivir cosas complicadas y exorbitantes, y el resultado es que están agotadas. Hay tantos esfuerzos para lograrlo que me las encuentro luego en el diván porque la superwoman se pone melancólica. Los principales daños son el cansancio y la depresión. Pero no es un destino. A mí me impresiona la vitalidad de la mujer y la madurez de su estructura psíquica. Hay muchas mujeres deprimidas pero hay más suicidios masculinos, por ejemplo.


    Una civilización está hecha de diferencias y esas diferencias empiezan por la que hay entre hombre y mujer.

    maternidad. Una de sus principales preocupaciones hoy, dice Kristeva, es la ausencia de un acompañamiento a las madres por parte de la sociedad. «No tenemos un discurso sobre la maternidad. Antes se decía `la Virgen María debe someterse a su hijo y a Dios` o `Sara debe salvar a Isaac del sacrificio`. Ahora no tenemos esos códigos y necesitamos un acompañamiento singularizado para apoyar a esas mujeres en su deseo de emancipación e impedirles ejercer una influencia autoritaria y maníaca sobre su pareja. Cuando no hay discurso, no hay acompañamiento, se las deja libres, es decir solas».

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