
«Lo peor no es cometer un error, sino tratar de justificarlo, en vez de aprovecharlo como aviso providencial de nuestra ligereza o ignorancia»
Santiago Ramón y Cajal
«Prefiero los errores del entusiasmo a la indiferencia de la sabiduría»
Anatole France
Esta mañana he madrugado, cómo de costumbre, y al empezar a desayunar resulta que se ha ido la luz. Aún era de noche, no había electricidad y, por consiguiente, no había ordenador, no había internet, no había teléfono y no había calefacción. Y yo con una larga lista de tareas que no podía realizar por la imposibiliad de conectarme. Qué enorme verdad esa que dice que no apreciamos suficientemente las cosas hasta que carecemos de ellas, sobre todo aquello que damos por supuesto.
Finalmente se ha reestablecido el servicio y me he enterado que el problema ha venido porque una fábrica del pueblo de al lado ha sufrido un incendio. 40 vecinos que de momento han perdido el puesto de trabajo y que van a vivir un tiempo de incertidumbre. Lo siento muchísimo por ellos y espero que saquen alguna conclusión buena de lo malo.
Visto el panorama he decidido que mi post de la serie Abecedario de la Felicidad hoy lo dedicaría a la D de defectos. Aquí incluyo también los errores, lo que ocurre como uno NO esperaba,…
Aceptar lo «malo»
Hay cosas que ocurren como consecuencia de decisiones anteriores, otras veces llega lo «malo» sin comerlo no beberlo. Y es muy comprensible y muy humano que en un primer momento demos un golpe en la mesa y soltemos un juramento. Lo importante es la actitud que tomemos a partir de entonces. Puedes darle vueltas hasta el infinito: «si no me hubiese comprometido», «si no hubiese ido», «mira que tengo mala suerte», «todos están contra mi», «la gente es muy mala»… O puedes aceptarlo y gastar todas tus energías a solucionar el problema. Eso suponiendo que tenga solución porque si algo no tiene solución es que ya no es un problema.
Al mal tiempo buena cara
Es una excelente técnica la de al mal tiempo buena cara y, aún mejor, si la complementamos con la de al buen tiempo buena cara. Si afrontamos la vida con alegría e ilusión resultará que lo bueno será aún mejor y lo malo no lo parecerá tanto. He leido muchas veces eso de que lo semejante atrae a lo semejante, que si tu actitud es positiva te suceden cosas buenas. Me cuesta creer eso de que existe una energía, no se sabe a ciencia cierta de qué clase, que permite este tipo de afinidades. Pero por otra parte soy muy observador y veo que estas cosas ocurren, que lo negativo atrae lo negativo y que lo positivo atrae lo positivo. Y aunque a mi mente racional no le guste, tengo que terminar aceptándolo. No sé porqué, no conozco el mecanismo, pero ocurren esas cosas. Bueno, tampoco sé cómo es posible que un coche funcione pero me lleva a todos los sitios.
De los errores se aprende
Los errores, los fallos, los defectos, lo malo… no son del todo negativos si sabemos tratarlos. Todo lo negativo tiene su parte positiva, no hay mal que por bien no venga. O sea que después del golpe en la mesa lo mejor es dedicar toda la energía en buscar soluciones y enseñanzas. ¡Ah! y el peor error es no intentarlo por miedo a equivocarse.
Más D:
- Donar: Ayudar a otras personas, y no necesariamente en forma de dinero, nos satisface y también nos ayuda a relativizar y darnos cuenta que nuestros problemas no son nada en comparación con los que sufren otras personas.
- Dosificar: Prefiero pequeñas dosis de felicidad y habituales que grandes y esporádicas.
- Disfrutar: De lo pequeño y de lo enorme, en definitiva disfrutar de la vida.
P.D.: Volviendo al tema del apagón. Esto me ha permitido ordenar algunas ideas, algo que quizás al estar metido de lleno en el día a día no hubiese hecho.
Estas son las letras del Abecedario de la Felicidad
Todos Los lunes Felices
Artículo escrito por Angel González, autor del eBook «101 pasos hacia la felicidad» y la serie los lunes Felices en El Blog Alternativo.