«Existen tantos arquetipos como situaciones típicas en la vida.
Repeticiones sin fin han grabado esas experiencias en nuestra constitución física,
ya no en la forma de imágenes llenas de contenido,
sino al principio sólo como formas sin contenido,
representando meramente la posibilidad de cierto tipo de percepción y acción».
Carl Gustav Jung
El psicólogo y psiquiatra suizo Carl Gustav Jung definió los Arquetipos como símbolos de naturaleza universal que representan lo mismo en distintas culturas y comunidades, y que se han construido a través de sus experiencias. Se alojan en el Inconsciente Colectivo, un registro de información común del que podemos extraer información relativa al proceso evolutivo humano, en todos sus aspectos.
A lo largo de la historia de la humanidad, los Arquetipos han aparecido representados de distintas formas, dependiendo de la cultura en que son observados, pero teniendo en todas el mismo significado: recogen una especie de “sabiduría común”.
Esas experiencias quedan sintetizadas a través de personajes, historias, mitos, leyendas… resumidos en la sabiduría popular. Las artes también transmiten gran cantidad de arquetipos a través de imágenes, símbolos e iconografía.
Concretamente se han representado infinidad de ellos en el cine. Inconscientemente, muchos creadores han depositado cualidades o características de arquetipo en sus personajes, convirtiéndolos en símbolos culturales y referentes creativos.
La gran dificultad de la obra de Jung se disuelve algo estudiando los Arquetipos a través de personajes cinematográficos. El cine, muy presente en la cultura, y con él miles de personajes ya iconográficos, permite estudiar las características de uno u otro de un modo accesible y comprensible.
Un Arquetipo puede ser expresado en modo «Luz» o en modo «Sombra». Veremos algunos ejemplos:
El Arquetipo de El Mago lo podemos ver representado en la cultura y también en el cine como el Mago Blanco o el Mago Negro. Las mismas cualidades pero aplicadas en sentido positivo o en sentido negativo.
El Mago Blanco usa la magia solamente cuando es necesario y sin alterar el libre albedrío ni los acontecimientos, mientras que el Mago Negro usa sus poderes en beneficio personal, alterando la realidad a su antojo.
En El Mago de Oz, encontramos los Arquetipos Mente -Espantapájaros-, Emoción –Hombre de Hojalata– y Acción -León-, los 3 en transformación, comandados por un cuarto elemento que supondría el proyecto vital o arquetipo Alma, encarnada por Dorothy.
En El Señor De Los Anillos se representa el Arquetipo de El Guerrero, con sus respectivos matices y propósitos, de dos formas: Aragorn, como el arquetipo Luz; y Boromir, como arquetipo sombra. El Rey que quiere acceder al trono para alcanzar un bien común, y el Rey que aspira al poder y la ambición por poseer.
Ambos, con sus respectivas experiencias, evolucionan positivamente dentro de dicho Arquetipo y con ello alcanzan alto un grado de aprehensión psicológica del mismo.
El Guerrero -Aragorn y Boromir-
Usando las propias palabras del psiquiatra Suizo: «Existen tantos Arquetipos como situaciones típicas en la vida. Repeticiones sin fin han grabado esas experiencias en nuestra constitución física, ya no en la forma de imágenes llenas de contenido, sino al principio solo como formas sin contenido, representando meramente la posibilidad de cierto tipo de percepción y acción».
Carles Pérez (El Ecualizador)
Astrólogo, Terapeuta Transpersonal, Morfopsicólogo y Formador en Being The One
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20 marzo 2013 06:52
Me ha gustado mucho. Felicitaciones.
20 marzo 2013 12:11
Hola Ana, muchas gracias!
Saludos.
1 julio 2013 11:27
El Arquetipo del Mago, creador de realidades y maestro de dos mundos
http://www.despertarintegral.com/2013/06/el-arquetipo-del-mago-creador-de-realidades-y-maestro-de-dos-mundos/
11 mayo 2014 20:18
¿Podrá ser que el mundo de los arquetipos haya tomado ya tanta fuerza en nuestras vidas diarias, que sirvan también como simbolismos de un sincrodestino?