«He contado historias pequeñas. Algunos dirán que insignificantes. Pero la medida nunca ha determinado la importancia de nada. ¿Sirve de algo saber cómo se lavaba a los niños? ¿En qué habitación dormían? ¿Cómo se daba el pecho?»
Con estas palabras, la historiadora y madre Cira Crespo nos introduce en esa parte de la historia silenciosa y que no aparece en los libros de texto pero tan importante para saber porqué estamos aquí. «Igual que los acontecimientos históricos han sido como han sido, en parte, debido a cómo nos han cuidado nuestras madres, también los futuros acontecimientos serán como serán, en parte, debido a cómo cuiden las madres actuales»
La mujer embarazada, el parto, el duelo, alimentar a las crías, acarrear: el transporte de los niños, higiene infantil, las costumbres en torno al sueño y más, son los capítulos que podemos encontrar en el libro «Maternalias. De la historia de la maternidad» (Editorial Ob Stare) y que, además de muchos datos desconocidos que nos permitirán reflexionar sobre la crianza actual, nos recuerda que «a lo largo de la historia se han construido preciosos espacios a base de colaboración, amor, apego, solidaridad y aprendizaje«.
Como dice la autora: «¿No os parece todo ello imprescindible para un mundo mejor»…
Y en esta entrevista preguntamos a Cira por determinados aspectos de la historia de la maternidad y qué hacemos las madres modernas sabiendo estos hechos…
1. ¿Para que sirve conocer la historia la historia general? ¿Y la historia de la maternidad?
Creo que siempre es importante situarse en un contexto, saber de dónde venimos, como hemos actuado en el pasado. En concreto, si nos fijamos en la historia de las clases marginales de los actores históricos no hegemónicos, podemos conocer alternativas de poder. La historia es una arma, parafraseando a Gabriel Celaya, cargada de futuro, que nos sirve para construir nuevos escenarios.
Por otro lado, fijarse en cómo han cuidado de sus hijos las diversas generaciones a mi personalmente me sirve para entender mis propias actuaciones como madre, pero a nivel más general me ha enseñado que también han existido lugares donde se cultivó el amor, la colaboración, el apredizaje…saber todo ello es muy estimulante, porque nos podemos dar cuenta que es mentira, las personas no hemos venido a competir o luchar o atesorar poder, sino a compartir, abrazar, enseñar y aprender.
2. ¿Quién es Cira Crespo y por qué ha escrito “Maternalias. De la historia de la maternidad”?
Soy una historiadora a la que se le hace inevitable pensar en su vida “históricamente”, es decir, que cuando paso por un lugar me pregunto qué debió pasar allí, cómo se construyó ese pueblo o ese lugar. De la misma manera, en mi vida, al convertirme en madre me pregunté, por qué hago las cosas así…. de dónde salen los pañales, las cunas, el biberón y tantas otras cosas. Al tirar de esos hilos he ido llegando a conclusiones y reflexiones, que me pareció interesante recopilar en un libro.
3. Uno de los muchos datos que sorprenden del libro es que la palabra “maternidad” es una invención moderna y que fue el capitalismo quien inicia la cultura de las dos esferas. ¿Pues explicarnos este hecho? ¿Qué implicaciones tiene?
Bien, la palabra maternidad tal y como la entendemos hoy en día empezó a utilizarse hace relativamente poco, hacia el siglo XVII, el momento en que podríamos decir que empezaría el mundo moderno. Las palabras se empiezan a utilizar cuando la sociedad las necesita…¿por qué surgió esa necesidad en ese momento? ¿Antes no había madres?
Las familias que hasta ese momento habían vivido en el campo, con todos sus miembros trabajando para sacar adelante la familia, las diferencias entre vida pública y privada no era tan clara. Si bien la madre probablemente se encargaba de buena parte de las labores de crianza, también trabajaba en otras cosas y no es difícil encontrar imágenes con padres e hijos en el lugar de trabajo juntos.
Los niños entraban en todos los espacios. No había compartimentos. En cambio con la llegada del trabajo asalariado los contornos se clarifican y los ámbitos privado/público se vuelven antónimos. La mujer, en la nueva familia que se construye alrededor de este mundo “asalariado”, debe quedarse en casa a cuidar de sus hijos y el hombre también es sacado de su casa, su cometido es traer el dinero a la familia. El poco contacto que habría tenido anteriormente con sus hijos queda en nada. Todo ello se ha venido llamando “cultura de las dos esferas”. La maternidad a partir de entonces tuvo su lugar y su definición en el diccionario.
4. ¿Desde hace cuántos siglos los bebés vienen equipados con biberón chupete, pañales desechables, cuna, carrito?
De la mano de la Industrialización llega la era del consumo. Las empresas se enriquecen vendiendo cosas. La maternidad no queda al margen de eso. Si bien muchos de esos objetos se pueden considerar que en un primer momento cumplieron una importante para la supervivencia de muchos pequeños (por ejemplo el biberón) la expansión masiva del uso solo puede entenderse con el interés de enriquecerse con ello.
5. ¿Y qué hacemos las mujeres y familias modernas con los datos expuestos en el libro: ignorarlos, negarlos, culpabilizarlos, cambiar?
Ninguna de esas cosas. Ser conscientes del momento en que vivimos e intentar hacer las cosas de la mejor manera posible. Somos hijas de nuestro tiempo pero no sus esclavas. Es decir, al mirar en perspectiva creo que se relativiza un poco muchas cosas. A ver si eso nos quita un poco de peso y nos deja gozar de esto de criar a nuestros hijos.
6. ¿Quiénes son las nodrizas y su papel en la historia de la maternidad?
Las nodrizas son las mujeres que amamantaban a hijos de otros hijos a cambio de dinero. Como se puede leer en el libro, las hay de alta cuna, que se dedicaban a criar a hijos de alta sociedad y otras que por un módico salario intentaban que sobrevivieran niños huérfanos, por ejemplo. Ellas durante muchos siglos han sido la única alternativa a la “leche materna”. Por otro lado es interesante ver las implicaciones de delegar la lactancia a otras que no son las madres biológicas, también de eso hablo un poco en el libro.7. Otra frase del libro es que “las madres biológicas de clase alta no se ocupaban directamente de sus hijos, ese era un cometido del servicio y de las nodrizas correspondientes “¿Ha acabado esa costumbre o se ha extrapolado al resto de clases sociales?
Por un lado creo que, aunque yo no tenga mucho contacto, aún existe una clase alta que deja en manos de otras la maternidad. Cito en el libro una frase de la ministra Ana Mato que me dejo alucinada, decía la ministra que el mejor momento del día para ella era “cuando veía como visten a sus hijos”.
Por otro lado, sí que es verdad que la entrada de las mujeres en el trabajo asalariado ha hecho que los niños no tengan con quien quedarse y les obliga a delegar mucha parte de la crianza, en la escuela, los abuelos, la niñera, etc. Pero no me parecería justo poner en el mismo sitio Ana Mato que la de una mujer que se ve obligada a dejar a su hijo de 4 meses en la guardería para poder ir a trabajar.
8. Y el hombre ¿qué? ¿Para cuándo “Paternalias: la historia de la paternidad?
No es la primera vez que me hacen esta pregunta. De hecho creo que son dos caras de la misma moneda, en el fondo hablamos de la crianza de los niños y en el libro al hablar de las madres aparecen los padres y su papel, es imposible que no fuera así. De todas maneras, lo que realmente me parecería interesante es que un hombre se atreviera con el reto.
Me encantaría conocer su versión de la historia. Porque creo que se ha sido un poco injusto con ellos, porque ellos han sido también victimas en parte de todo esto, muchas generaciones de hombres, demasiadas, no han sabido lo que era abrazar a sus hijos y gozar de su crianza.
9. Tras rescatar esta vida cotidiana olvidada de la historia ¿qué aconseja Cira Crespo a las madres/familias actuales para vivir una crianza feliz?
Más que un consejo (quien tenga una bueno que me lo diga!) os diré con qué me quedo de lo que he aprendido haciendo el libro; del presente me quedaría con la posibilidad de escoger ser o no ser madre…que no nos lo quiten porque es fundamental para tener una crianza feliz y consciente.
Del pasado rescataría la naturalidad en la crianza, creo que la hemos perdido un poco con el paso de los años (por muchas razones que se pueden ver en el libro) y demasiadas de nosotras vivimos una maternidad demasiado envarada, como entumecida.
VENTA ONLINE de «Maternalias. De la historia de la maternidad»
Otra entrevista con Cira Crespo y sus artículos (1 y 2)
Web Maternalias y facebook
Editorial ObStare