Urawayra se despertó de madrugada… Llevaba 33 días en medio de la selva, sola, pasando la prueba que le había impuesto su abuelo. «Camina hacia el interior de la selva, sobrevive durante 33 días y sabrás lo que necesitas saber», le dijo.
Urawayra se despertó sobresaltada… Llevaba años soñando cada noche con gran intensidad. Al principio no le dio importancia hasta que su abuelo le hizo relatar, cada mañana, lo que había soñado con todo tipo de detalles. Su abuelo, Taita, le preguntaba, al final de cada relato: «¿que has aprendido de lo que me has contado?» Y Urawayra se sorprendía a sí misma dando un titular de cada sueño que luego recordaría en momentos clave de su vida. Para entonces, ya se había rendido a la evidencia de las señales y los símbolos con los que le hablaba la selva.
Urawayra se despertó despistada… recordaba cada detalle de una secuencia de imágenes y nombres absolutamente desconocidos para ella. Aún así decidió relatar aquel sueño en voz alta. Y así los pájaros y los árboles que la rodeaban le pudieran escuchar.
Hacía tiempo que cada habitante de la selva le acompañaba en cada paso de su vida y de su evolución.
Hubo un día en que la Humanidad inventó la Imprenta, y se pudo empezar a expandir la cultura y el conocimiento más allá de las fronteras.
Hubo un día en que apareció el Telégrafo y la velocidad de la comunicación se aceleró dando paso a superar las fronteras de escribir, imprimir y editar para hacer llegar.
Luego apareció el Teléfono y la calidad de la comunicación se intensificó de tal manera que se reforzó una red en todo el planeta para todo tipo de mensajes.
También un día en que apareció Internet y la red se multiplicó. La cantidad y la velocidad de información hicieron que desaparecieran las fronteras físicas y se entrara en la era virtual.
Hubo un día en que apareció el Móvil y la red se elevó, más allá de los cables, más allá de los lugares, se estaban superando las fronteras espaciales. Ahora ya no era necesario estar en un lugar fijo para comunicarse.
Hubo un día en que Internet se integró en el móvil. Otro día en que el Whatsapp se instaló en el móvil. Hubo otro día en que Twitter se siguió en el móvil y documentos, archivos, fotos, música, ideas, manifestaciones dieran una vuelta al mundo en un tiempo que ni Julio Verne pudo llegar a concebir.
Hubo un día, en que la comunicación fue tan rápida, tan inmediata, tan veloz, que ya no hacía faltan ordenadores, ni móviles… la red había conectado cada una de nuestras células del cuerpo y cada Pensamiento se movía de un ser a otro ser por impulsos electrónicos con total inmediatez.
Finalmente hubo un día en que la Telepatía aún se superó a sí misma y los impulsos de energía que cada pensamiento generaban se movían a la velocidad de la luz, traspasando las fronteras de los planetas, de las galaxias…
Arati
Arati se despertó asustada… Había soñado que estaba en la selva, sola, pasando algún tipo de prueba. Incrédula, abrió los ojos, miró a su alrededor y reconoció las paredes de su habitación. Y a medida que recobraba la consciencia fue recordando que en el sueño había mucho más.
Arati se despertó y entendió que en poco tiempo la comunicación en la Humanidad sería Telepática. Consecuencia de una natural evolución tanto tecnológica como fisiológica. Todo avanzaría en paralelo e interconectado. El avance tecnológico influiría en el avance del cuerpo físico. Y el avance en el cuerpo físico daría lugar a nuevos avances tecnológicos. La Red que se inició hace ya mucho, estaba viva, crecía y existía en todo el universo. Sería cuestión de tiempo de cada célula del cuerpo despertara a su conexión con el resto de células de otros seres, con los seres del Universo y con los seres de otros Universos.
Arati se levantó para cuando ese momento llegara. Sería un momento incomparable a ningún otro en la Historia de la Humanidad y un salto cuántico incomparable en los niveles de consciencia y libertad del ser humano. Si en verdad sus pensamientos viajarían de sí misma a otros, ¿qué sentido tendría entonces mentir, engañar o estafar? Si el pensamiento iba a ser tan veloz y tan transparente ¿para que ocultar, esconder y dejar de ser?
Arati salió de casa y caminó, respiró y sintió, y sin esperar a que el mundo cambiara, ella lo cambió y se dispuso a recorrer el sendero del Héroe, a matar al dragón, a conquistar su reino interior!» Ese día se metió su corazón dentro de su cabeza y se vivió con la máxima pureza de pensamiento, sentimiento y acción. Y se dijo: «tal será el futuro de la Humanidad y yo estaré en él». Mientras caminaba por las calles de su ciudad, en dirección a su trabajo, mucho más serena que de costumbre, se dijo que algún día visitaría la selva, que algún día se aventuraría en el amazonas para saber porqué soñaba tantas noches con Urawayra y su abuelo Taita…
Itziar Azkona
Si quieres luchar, lucha contigo misma…
enfrenta tu personalidad,
no pierdas el tiempo luchando contra las demás.
Si en tu lucha te conquistas a ti misma…
no hay nada contra lo que luchar fuera de ti.
En tu interior hay cientos de hijos de la ceguera por los que luchar.
Lucha con el conflicto que hay dentro de ti misma…
y en lugar de luchar contra tu vecino,
lucha contra la debilidad que hay en ti.
Las mujeres no creemos en la guerra
tan sólo los grupos de poder
venden la guerra como un medio hacia paz.
El Dragón de los cuentos siempre está en la cueva,
no está en el exterior sino en tu interior.
Y, Marte, el líder de tu ejército, la fuerza de Aries,
no está para arrasar contra las demás,
sino que está para conquistar tu reino interior.
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AUTORA: Itziar Azkona
Terapeuta y Coach de PNL y New Code por John Grinder
También soy maestra de mi pasado, artesana de mi presente y aprendiz de mi futuro, algo mago merlín, maestra de Reiki, escritora y educadora para la Felicidad…
Web: http://www.coachingemodus.com/
7 mayo 2014 03:58
Sabias y hermosas palabras, muchas gracias =)
28 mayo 2014 18:32
qué cierto! en esa lucha estamos. Gracias de verdad
26 junio 2014 07:05
Me ha encantado. Gracias