Es una de las etapas más duras a las que nos enfrentamos la mayoría de los padres. Antes se mecía a los bebés y se cantaban nanas, ahora la sociedad medio-impone un método con cronómetro y lágrimas. Pero existen alternativas y el foro de madres y padres de Dormir sin llorar lo sabe muy bien porque llevan una década ayudando a las familias a dormir mejor, a comprender a sus bebés, a recopilar evidencias científicas, a consolar y a empatizar.
Todos sus consejos, sabiduría y amor se ha encapsulado en el libro y guía práctica «Dormir sin llorar» de editorial Ob Stare y a continuación entrevistamos a una de sus 7 co-autoras, madres que han aprendido desde las trincheras y que lo comparten con el mundo.
Montserrat Reverte nos explica así el seceto de los sueños felices para todos…
1. ¿Por qué habéis escrito el libro DORMIR SIN LLORAR cuando llorar se ha hecho toda la vida y parece que ha ido bien?
Después de 10 años de web y foro leyendo y compartiendo dudas y soluciones, de ver qué había muchos padres preocupados, llenos de incertidumbre, temerosos de seguir su instinto, creímos que una labor sería de compilación de experiencias verdaderas y cotidianas, además de referencias a artículos y estudios, podía ser una buena idea.
Creemos que a todos los padres se les remueve algo por dentro al oír llorar a su hijo. Estamos seguras de que nadie quiere hacerles llorar deliberadamente. Los métodos de llanto controlado están ahí, se han recomendado por la salud del niño pero también se están cuestionando cada vez más.
No atender al llanto de tu hijo significa obviar sus necesidades, hacer oídos sordos te desconecta de tu hijo.
Y como ves el foro de la web te demuestra que desde hace una década cada vez más padres cuestionan «el dejar llorar», buscan alternativas para dormir todos tranquilos y en armonía.
2. ¿En estas «nuevas» teorías se priorizan las necesidades de los bebés sobre los adultos?
Sí priorizamos el sueño del niño. De eso se trata ¿no? de que el bebé descanse. Siempre respetando los ritmos del bebé, lo que nos lleva a buscar un punto en común y conforme para todos en el descanso.
A mi me gusta decir que creemos en hacer las noches mas fáciles, más cómodas, a toda la familia. Sin que se tenga la sensación de estar haciendo algo mal. En entera libertad.
El niño es la parte del «binomio hijo-padres» que necesita mayor atención y protección, sea de día o de noche, las 24 horas. Los primeros años de vida de los bebés y niños son muy sensibles con respecto a su desarrollo neuronal y cerebral. Las necesidades biológicas del niño son importantes, hay que satisfacerlas. Los niños nos necesitan para su óptimo desarrollo físico y emocional.
También es importante remarcar y ser conscientes de que los bebés saben dormir, pero con ritmos de sueño diferente al de los adultos.
Otra cosa es el ritmo que se nos impone desde la sociedad en general y los mensajes que nos llegan a través de ella. Quizás sea el momento de empezar a reflexionar más en este tema.
3. ¿Qué pueden hacer las familias que trabajan y necesitan descansar si sus hijos duermen «mal»?
Ante todo respirar y liberarse de perjuicios. Priorizar y entender. Entender que el sueño de los niños es evolutivo. Descartar problemas de salud que repercutan en ese sueño, por supuesto. Una vez descartados problemas de salud deben observar a su hijo y el propio bebé les irá indicando un camino. Durante los primeros años de vida nuestros hijos irán pasando por distintas etapas de desarrollo y éstas repercuten en su sueño. Ser conscientes también de ello nos ayudará a encontrar los trucos que minimicen sus despertares.
Se puede descansar al mismo tiempo que lo hace el bebé, se puede dormir con el bebé que debido al contacto disminuirá sus despertares porque notará que no hay peligro y se encuentra junto a sus cuidadores.
Dicho todo esto quisiera hacerte un pequeño juego de palabras. No creo que los niños duerman «mal», sino que lo hacen «a su manera»
4. ¿En qué se diferencia vuestro libro de la tendencia «oficial» en sueño infantil?
Por un lado, el propio título lo dice: Sin llorar. Ya describe una alternativa, es toda una declaración de principios ¿no?.
Por otro lado es un libro escrito por madres para padres. Desde la más estricta observación de nuestros propios hijos a la recopilación de datos, trucos y experiencias de miles de familias que han pasado por el foro de la web. Solemos comentar mucho entre nosotras una frase que nos gusta, considerar que este libro es un libro escrito «desde la trinchera», desde la base. Con muchas noches a nuestras espaldas y más de una ojera.
Es un libro muy práctico y descriptivo. Te permite, por un lado, sentirte acompañado (vaya mi hijo no es el único que duerme de tal manera), por otro te permite leerlo justo en aquella parte o etapa en la que te encuentras o con respecto a lo que quieras resolver, por ejemplo que haga siestas más largas.
5. ¿A quién se dirige vuestro libro y qué puede aportar a las familias actuales?
A familias fundamentalmente claro pero también a todo aquel que esté interesado en el sueño infantil o que desee saber algo más de él. Creo que se le puede sacar mucho jugo.
6. Presentáis el libro en el Museo de la Evolución en Burgos junto a prestigiosos arqueólogos e investigadores ¿qué tiene que ver vuestro libro y el sueño infantil con la prehistoria y nuestros antepasados? ¿Y se puede aplicar también en la vida moderna?
Permíteme que primero exprese cuanta emoción supone para nosotras esta presentación. El Museo de la Evolución, ni más ni menos, al lado del propio CENIEH, la crema de la ciencia, de la investigación alrededor nuestro y Atapuerca, lo que fuimos y lo que hizo que seamos, a nuestras espaldas. Y en mi caso concreto, ¡qué decirte! si esta presentación se realiza en la ciudad donde resido. Es todo un placer poder estar allí. Un regalo, poder hablar del libro allí.
Dicho esto, para mí en concreto la palabra clave es «evolución». Los niños van evolucionando en su sueño hasta alcanzar la manera adulta de dormir. Al igual que hay una evolución humana, hay una evolución en el sueño del ser humano. Dos escalas diferentes sí, pero como ves, una palabra en común.
Por otro lado, los niños ahora duermen exactamente igual a como lo hacían nuestros antepasados. Genéticamente están «programados» para que se existan en ellos los mismos signos y sentidos, la alerta por la separación de su cuidador principal, por ejemplo o el instinto de supervivencia.
7. ¿Cómo os gustaría que fuesen todas las noches en los hogares con bebés y niños pequeños?
Dulces y sin lágrimas. Abarcados y mecidos todos por los brazos de Morfeo.
Nos gustaría que nadie, ni padres ni hijos,nadie viviera ya ese momento como una pesadilla o una tortura.
A mí me gusta desear a las familias «dulces sueños». Siempre he tenido una frase talismán que he repetido miles de veces en el foro: «Todo pasa y todo llega». Y es la verdad.
Antes de despedirme en esta entrevista, no quiero dejar de decirte:
Muchas gracias por la oportunidad que nos brindas y nos brinda el blog alternativo para contar qué ha significado para nosotras el libro «Dormir sin llorar».
Montserat Reverte
Dormir sin llorar y foro
VENTA ONLINE del libro-guía «Dormir sin llorar«
10 septiembre 2014 10:05
otra entrevista
http://www.crianzadealtademanda.com/blog/dormir-sin-llorar-el-libro-de-la-web/
10 septiembre 2014 12:28
Muy interesante. Tengo dos hijos: una niña de 8 años y un bebé de 1. En cada uno he usado un método distinto para dormirlos. En la mayor, fruto de mi desconocimiento y de dejarme aconsejar por mis mayores, la dejaba llorar hasta que se dormía. Con el pequeño nunca lo he dejado llorar. Esto último ha supuesto más esfuerzo, pero ha merecido la pena con creces. Es un niño más tranquilo y con confianza en sí mismo. Además más cariñoso y sin miedos. Creo que todo esto es fruto de dormir sin llorar.
8 abril 2016 17:05
Hola,
me parece un artículo muy interesante, sobre todo para ayudar a esos padres primerizos que van perdidos. Todas las secciones son importantes, pero recalco la de acudir cuando llora o no dejarlo llorar, porque parece que no atiendes a su llamada y no se genera el apego necesario, este es un proceso largo que durar por lo menos hasta los 3 años y que hay que estar al lado del bebé proporcionándole nuestro apoyo y protección, ayudando así a generar su personalidad y autoestima, tampoco sin pasarse, eh…jj.. también depende mucho del carácter del bebé.
Gracias por el artículo,
Saludos,