
Concha Barbero acaba de publicar un nuevo libro, el cuarto ya, sobre desarrollo personal. A continuación, podeís leer un artículo escrito por ella, en el que nos cuenta cómo y dónde se forjó la obra y cuál es su sentido.
“Escribí buena parte del libro en un Monasterio. Me recluí durante unos días en el de la Trapa (Palencia). Quería hacerlo sin distracciones y, ademas, vivir esa experiencia, la de estar casi en absoluto silencio; ser y estar, sin más obligación que la que me había impuesto: escribir, una delicia.
He de reconocer que, a veces, el silencio del Monasterio me aturdía. La primera noche tuve cierto reparo cuando, encerrada en el sobrio cuarto, oía las pisadas de otras personas que habían dedicido aislarse también allí y, tras los pasos, el golpe seco de puertas y cerrojos. Me preguntaba qué estarían pensando y sintiendo esos otros seres que habían tomado la decisión de acudir allí para meditar unos, orar otros, estudiar algunos y escribir, alguno más que yo, como pude saber en los almuerzos (el único momento en el que se nos permitía comunicarnos). Tras la comida, las diez o doce personas que allí estábamos recogíamos la mesa y la cocina, comandados por el único fraile que tenía contacto directo con nosotros. Era un perfecto y sincronizado trabajo en equipo, en el que todos colaborábamos con alegría. Apenas nos conocíamos, así que los egos no podían establecer comparaciones, ni había motivo para competir; sólo, para compartir nuestra presencia y nuestras tareas.
Cuando, en el silencio de la noche, sentía latir con celeridad mi corazón me serenaba también vibrando con esos latidos hasta que la atención plena en esas pulsaciones hacía que se fuera distanciando el trecho entre una y otra, llevándome a un plácido descanso. Supe, entonces, que es fácil estar sola si pones la conciencia en ello. Comprendí que no importa el ruido que haya a tu alrededor; puedes estar en paz en medio del barullo o en tensión sin un solo sonido. La calma y la felicidad no acuden a uno por arte de magia, sino que cada cual tiene mucho que ver para sentirlas. Por supuesto que las circunstancias no siempre son como esperamos, pero la actitud con que las enfocamos, la capacidad para sentir nuestro poder, por el “simple” hecho de estar vivios, es esencial, incluso para que se transformen.
En esta línea, en la de sentir nuestra potencialidad, nuestra calma, el amor que somos (aunque lo vayamos olvidanso con los avatares de la vida y con el desarrollo de nuestra personalidad), van los escritos de este libro que os presento. Está constituido por aforismos, textos libremente rimados y prosa poética, mediante los que he tratado de rendir también un homenaje a las palabras, para devolverlas una pequeña parte de la paz que me han regalado en los últimos años “… para tu deleite y sosiego, para mi serenidad y alegría”, apunto en él, porque se escribe sobre lo que se sabe, pero también sobre lo que se precisa aprender.
«La calma está en ti, con el subtítulo Mensajes de paz e ilusión», puede leerse seguido o abriéndolo por cualquier parte, porque ofrece mensajes que tienen sentido por sí solos, en cada una de las páginas. Así lo indico en la introducción: “Supongo que habrás probado a abrir un libro al azar, y la magia de las palabras te ha llevado justo a la página que necesitabas en ese preciso momento. Dirigida especialmente a ti, te ha reconfortado o te ha motivado. Me gustaría que este libro cumpliera esa maravillosa función, la de llevar a tu vida equilibrio, paz y felicidad”.
Un libro que, en esta etapa de cambios y transformaciones globales y de establecimiento de nuevos cimientos para la sociedad, puede aportarnos, individualmente, la serenidad que necesitamos para sortear, en paz, el bullicio de lo cotidiano y disfrutar de los regalos “ocultos” de la vida”.
En este enlace podéis obtener más información sobre la obra y leer alguno de sus textos: http://lacalmaestaenti.wix.com/conchabarbero

LIBROS DE CONCHA BARBERO
Artículos y entrevista a Concha Barcero en El Blog Alternativo
25 febrero 2015 11:09
Lo cierto es que nos empeñamos en buscar fuera muchas cosas cuando realmente estan en nuestro interior. Solo hay que saber sentirlas pero, la mayoría de las veces no nos lo permitimos.