Los efectos de la crisis económica a nivel mundial siguen siendo visibles a pesar de que ya ha pasado una década desde que estallase. Sin embargo, conviene recordar una vez más que incluso de una situación tan adversa se pueden rescatar aspectos positivos, y es que la falta de oportunidades parece haber impulsado el carácter emprendedor y creativo sobre todo entre la gente más joven. Hartos de tanta precariedad, horas extra no remuneradas, salarios insuficientes o simplemente por falta de trabajo, muchos optan por fabricar su propia carrera profesional.
La gran ventaja de la presente generación, es que a nivel tecnológico las facilidades son mucho mayores que en el pasado y prueba de ello es la incesante e imparable creación de las denominadas start-ups. Este modelo de empresa suele ser sinónimo de gente emprendedora e innovadora con proyectos e ideas que, en muchos casos, suplen sus escasos recursos económicos porque para montar una e-commerce no se necesita mucha inversión inicial y los ingredientes principales con los que se llega lejos es con creatividad y empeño.
Gracias a internet, las colaboraciones globales a todos los niveles son hoy en día una realidad. Compartir ideas o experiencias y diseñar proyectos conjuntos sin importar la situación geográfica es factible con unos gastos más que asumibles.
Una mayor flexibilidad frente al modelo de trabajo tradicional
Uno de los aspectos que más se ha flexibilizado en los últimos años es el eje espacio-tiempo. En este sentido Internet ha contribuido a reestructurar los modelos de 8 horas, así como el espacio de trabajo. Las oficinas tradicionales se ven a menudo reemplazadas por otras alternativas y muchos se decantan por hacer su propia oficina en casa. Esta posibilidad permite trabajar cómodamente ahorrando el tiempo de desplazamiento a nuestro puesto laboral. Un consejo generalizado para los que eligen esta opción de “trabajo desde casa”, es que acondicionen su espacio debidamente para desarrollar su actividad, ya que el entorno es fundamental para mantenerse motivado. Por esto es más que importante reducir las distracciones y establecer estrategias desde el principio para crear un ambiente de trabajo apropiado.
Para ello es fundamental disponer de una estructura sólida y con materiales con los que cuentan las empresas más tradicionales, así como otro tipo de artículos, que aporten un valor añadido a nuestra actividad laboral como pueden ser este tipo de tarjetas de visita, que servirá para, dependiendo del tipo de negocio que tengamos, aumentar nuestra visibilidad de manera presencial más allá del universo de la red. Y es que nunca está de más utilizar soluciones mixtas cuando están disponibles. Hablando de espacios de trabajo, hay un tipo de áreas que cada vez tienen más presencia a nivel global: el coworking. Este tipo de áreas comunes son para trabajadores independientes que comparten espacio físico, gastos y material de uso común. Esta opción supone un claro ejemplo de ahorro, lo que podríamos llamar opción de “compartir gastos comunes”, y también una convivencia laboral que puede ampliar y generar colaboraciones profesionales.
El abanico de elecciones no termina aquí: desde lugares al aire libre como un parque o una terraza, a bares y cafés. En el caso de estos últimos, muchos propietarios conscientes de su potencial han decidido habilitar espacio en sus negocios para acomodar y proveer con todo lo necesario a los clientes que desean trasladar la oficina a su local.
En definitiva, el momento de recesión económica que comenzó allá por el 2008, sigue cobrándose “víctimas laborales” lamentablemente. No obstante, conviene recordar por último que la situación económica vivida ha hecho tambalearse los cimientos del modelo laboral tradicional en todos los aspectos y conviene reinventarse y en ello estamos. El momento actual se caracteriza por su cambio y evolución constante y la parte positiva es el indudable surgimiento de nuevas oportunidades y modelos de trabajo. Para todos aquellos que desean apostar por algo propio, ahora puede ser un momento ideal.