
De contemplar los escaparates de tiendas físicas a recibir noticias de las tiendas online y de dejarnos aconsejar por los anuncios de la televisión a buscar lo que se desea comprar a través de Internet. Estas son solo algunas de las transformaciones que el mercado ha sufrido en las últimas décadas. No hay ninguna duda de que los perfiles de los compradores han cambiado hasta un modelo bastante más emocional y selectivo que se muestra más impermeable ante los estímulos externos.
No se puede negar, la tecnología y en especial Internet, ha cambiado por completo la forma de comprar y por consiguiente, la de vender. Pero no solamente ha transformado a las empresas que venden servicios o productos de consideración como una inmobiliaria. También la relación entre los vendedores y compradores ha cambiado por completo. Ahora es mucho más sencillo comprar y vender entre particulares incluso artículos de segunda mano. De hecho, la información en estos momentos es mucho más accesible tanto para los vendedores como para los compradores solamente con tener un teléfono móvil que tenga conexión a Internet.
Pero la tecnología no sólo nos facilita la compra venta, sino que también es muy importante antes de tomar la decisión. Podemos ver las fotografías del piso de nuestros sueños, ver las reseñas que han dejado otros compradores, comparar precios…
La compra venta de segunda mano por internet ha llegado para quedarse. Es importante no albergar dudas. Si hablamos de ropa, hay que tener en cuenta que existen varios sistemas de medidas, tanto para ropa como para calzado y cambian dependiendo donde se ha fabricado el producto.
Quizás estás interesado en productos de más valor como un coche o una moto. En este caso accedes cómodamente desde el sofá de tu casa a miles de ofertas. Te has de asegurar del estado real del vehículo, tanto estéticamente como el motor, qué garantías se ofrecen, si ofrecen servicio para tasar moto o coche, quién paga el transporte, la comisión del portal de compra-venta, los impuestos… Se trata de tomar una decisión mínimamente meditada y no dejarse llevar por las prisas, por miedo a perder un «chollo». Comprar un coche o una moto seguramente es lo más elevado de precio que puedes adquirir sin verlo físicamente. En el caso de que seas un apasionado de las motocicletas existen empresas de confianza, como Compramos tu moto, con las que los trámites son seguros y evitas malentendidos.
Cómo mejorar la seguridad en Internet
Vender y comprar por Internet, pagar por un servicio en línea o por servicios públicos… son muchas las opciones que el usuario tiene hoy en día. Sin embargo, según va creciendo la cantidad de los usuarios que usan estas forma de comercio, también van creciendo los riesgos a los que se exponen. Lo cierto es que las transacciones son más seguras cada día gracias a la utilización de algunas técnicas como el cifrado de datos. De esta forma se puede garantizar la confidencialidad y la integridad de toda la información que se introduce durante las transacciones.
Por otro lado, existen alternativas cada vez más potentes para la identificación de los clientes, destacando entre todas los certificados de seguridad, los teclados virtuales y ciertas técnicas biométricas como puede ser el reconocimiento de las huellas dactilares. No obstante, a pesar de todos los avances existentes hoy en día dentro del mundo de la tecnología, es necesario que cualquier usuario que vaya a realizar una transacción a través de Internet tenga en cuenta algunas sugerencias para un uso adecuado de los servicios que vaya a utilizar.
Una de ellas es realizar una verificación fundamental: que la dirección del sitio al que se va a acceder sea la misma del sitio que se desea usar. Un número o una letra extraña o demás, puede indicar que se trata de un lugar potencialmente peligroso. Por eso lo más adecuado es escribir la dirección directamente y no acceder a través de ningún correo que se encuentre en páginas poco fiables o que lleguen por correo electrónico.
En el momento de acceder a un sitio para llevar a cabo una transacción se debe usar un dispositivo de absoluta confianza. Nunca se debe hacer desde uno de uso público, puesto que pueden contar con un software malicioso que podría capturar información personal. Recordar que son numerosas las transacciones que son respaldadas con tarjetas de débito o de crédito. Por eso, es aconsejable revisar los movimientos de estas cuando se acabe la transacción. No hay que olvidar que para combatir cualquiera de las amenazas que cada día se encuentran en Internet, hay que utilizar un buen dispositivo y sistema para garantizar la protección de datos.