
La industria de la metalurgica es uno de los principales motores de la economía española. De hecho, suele usarse como un indicador de prosperidad ya que de ella dependen otras como, por ejemplo, la automovilística o la de construcción. Por ello, aquí queremos explicarte cuál es su situación exacta en nuestro país y cuáles son las herramientas indispensables para su desarrollo.
¿Qué es la industria metalúrgica y cómo es en España?
La industria metalúrgica la componen el conglomerado de empresas dedicadas a la obtención, el tratamiento y la transformación de metales a partir de minerales metálicos. Para ello, hace uso de la ciencia y de la tecnología para, posteriormente, garantizar el suministro de materiales para prácticamente todos los sectores de la economía española.
Por ejemplo, la industria metalúrgica es clave para que las marcas automovilísticas puedan fabricar sus vehículos. Asimismo, juega un papel clave en las cadenas de producción de electrodomésticos y muebles. Incluso es fundamental en el sector aeronáutico y espacial.
Actualmente, la industria metalúrgica goza de una muy buena salud en España. La comunidad autónoma líder en este sentido es Cataluña, que posee alrededor de 300 empresas dedicadas a ella que generan unos 4000 millones de euros al año. Le siguen Andalucía, Comunidad Valenciana, Madrid y País Vasco.
Por su parte, desde que dio comienzo el siglo XXI, la cifra de exportaciones de metales de España no ha dejado de crecer. Tanto que, actualmente, la cifra está prácticamente equiparada a la de importaciones. La tendencia alcista ha sido una constante durante los últimos años.
Herramientas imprescindibles en la industria metalúrgica en España
Es evidente que, para llevar a cabo dichas tareas de extracción, tratamiento y transformación de los metales, es necesario el uso de una serie de herramientas muy concretas. Son estas:
- Centros de mecanizado. Se trata de máquinas automatizadas capaces de realizar una gran variedad de tareas sobre los metales sin necesidad de ser controladas por un ser humano. Implican una gran inversión, pero son garantía de eficiencia. ¿Los motivos? Aceleran los procesos de producción y fabrican de manera totalmente uniforme y homogénea. Los hay verticales, de bancada y de bancada inclinada.
- Extratores de rodamientos que son herramientas que son herramientas que permiten extraer y desmontar poleas, cojinetes, engranajes y todo tipo de rodamientos de sus correspondientes ejes cuando es imposible extraerlos de forma manual.
- Fresadoras. Dispositivos de corte indispensables para trabajar sobre el metal. Generalmente, las manuales solo permitían trabajar de forma longitudinal o transversal. Sin embargo, las automáticas también son capaces de cortar en zigzag y en círculos, lo que permite crear piezas mucho más complejas.
- Máquinas de deformación. Aquí nos encontramos ante las plegadoras mecánicas e hidráulicas para doblar chapas, los cilindros de prensas que facilitan modificar sus formas y los curvadores que brindan la posibilidad de efectuar dobleces en los tubos.
En definitiva, la industria de la metalurgia se ha convertido en una de las principales protagonistas de la economía española. De hecho, a lo largo de los últimos 20 años no ha hecho más que crecer, lo que a su vez ha permitido el desarrollo de otros sectores asociados como el del automóvil, el de la electrónica de consumo o el del mobiliario. No cabe duda de que, gracias al desarrollo e innovación de las herramientas anteriormente citadas, podemos ser muy optimistas también de cara al futuro.