
Los drones han aterrizado para quedarse. Un sector al alza que avanza a pasos agigantados, tanto en la cifra de operadores y pilotos inscritos -ya son más de 40.000 y 50.000 respectivamente- como en el número de vuelos operados. Con un panorama tan alentador sobre la mesa, cada vez son más las personas que cuentan con un dron en su vida tanto para fines profesionales como recreativos. Y aquí es precisamente donde empiezan a surgir las dudas sobre, ¿qué requisitos y documentos hay que tener para poder volar un dron?
Uno de los elementos clave a tener en cuenta es el peso del dron, ya que en función de cuánto pese, hay que cumplir una serie de requisitos u otros. Para aquellos que tengan drones de más de 250 gramos, es obligatorio ser piloto y operador. Y, además de esto, hay que cumplir con lo siguiente:
- Contar con un seguro de responsabilidad civil que, por norma general, te va a proteger de daños materiales y personales en caso de accidente.
- Estar habilitado como radiofonista aeronáutico en caso de tener que comunicarte con un aeródromo o la torre de control de un aeropuerto.
- Cumplir con la normativa legal según la zona en que se vaya a volar el dron.
Para aquellos que tengan drones de menos de 250 gramos, las obligaciones son menores, ya que sí hay que contar con un seguro de responsabilidad civil y ser operador, pero no es necesario ser piloto.
Habitualmente, el piloto y el operador del dron suelen ser la misma persona, pero no siempre tiene que ser así. El operador es la persona propietaria o que alquila el dron; y el piloto, la persona responsable del vuelo. Y los trámites para ser un perfil u otro son distintos. En el caso del operador, basta con registrarse en AESA; y para ser piloto, hay que sacarse el título oficial de piloto de drones expedido por AESA.
En cualquiera de los casos, hay que tener presente siempre cumplir con la legislación vigente, ya que las multas que te puede ocasionar un vuelo no permitido no son precisamente pequeñas, ya que dependiendo del caso pueden variar entre 60 y 4,5 millones de euros.
Desde que se publicara la primera normativa sobre drones en España en 2014, el número de pilotos y operadores ha ido in crescendo. Por entonces, había 54 operadores profesionales y 109 pilotos registrados, según cifras de AESA. En 2021, -último dato disponible hasta ahora-, este número ha crecido hasta los 41.811 y 50.836 respectivamente. El mayor incremento se ha dado principalmente de 2020 a 2021, justo después de la COVID-19.
Y con las operaciones de vuelo -que deben ser aprobadas por ENAIRE antes de llevarse a cabo- ha sucedido lo mismo. Lejos quedan las cifras registradas en 2021 cuando se han alcanzado 6.101 solicitudes de permisos autorizadas para volar frente a las 358 de 2018, año en el que entró en vigor la normativa. Es decir, en tan solo cuatro años, este número se ha multiplicado por 17 y esto sin contar todas las operaciones que se realizan sin la necesidad de solicitar permiso. De hecho, la entidad pública invirtió en 2021 más de 659 millones de euros en drones.

Y las previsiones son más alentadoras aún. Según Droneii, los ingresos en este mercado superarán los 35.000 millones de euros en 2026 a nivel mundial. Lo que significa un 37% más del valor actual del mercado que supera los 22.000 millones de euros.
El futuro de estas máquinas de vuelo es, como poco, prometedor, no solo a nivel público sino también privado. Ya son muchas las empresas que han utilizado drones para grabar spots publicitarios o realizar espectáculos, rodar ciertas partes de una película e incluso a nivel particular, muchas personas se han animado a contar con un dron para grabar sus viajes y experiencias.